capitulo 7: la alianza de eldoria

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El regreso a Luminis fue una mezcla de alivio y tensión. Roger, Mia y Lord Armand llegaron a la capital con el Corazón de Eldoria, conscientes de la responsabilidad y el poder que llevaban. La noticia de su éxito se extendió rápidamente, y al llegar al castillo, fueron recibidos con júbilo y admiración por el consejo del rey.

—¡Habéis conseguido el Corazón de Eldoria! —exclamó el rey Alaric, su rostro iluminado por una mezcla de sorpresa y gratitud—. Este es un logro extraordinario. Pero ahora debemos decidir cómo utilizar su poder para proteger nuestro reino.

Roger, aún sintiendo la energía del Corazón pulsar en su mano, asintió con seriedad.

—El Guardián nos advirtió que el Corazón debe ser manejado con gran cuidado. Su poder es inmenso, pero también peligroso si se usa incorrectamente.

Lord Armand se adelantó, dirigiéndose al consejo.

—Debemos usar el Corazón de Eldoria para fortificar nuestras defensas y asegurarnos de que ningún enemigo pueda aprovecharse de nuestra vulnerabilidad. Pero también debemos continuar investigando las causas de la devastación que Roger vio en su visión.

Mia, siempre perspicaz, añadió:

—También deberíamos formar alianzas con otros reinos. Si enfrentamos una amenaza tan grande como la que vimos en la visión, necesitaremos toda la ayuda posible.

El rey Alaric asintió, viendo la sabiduría en sus palabras.

—Tienes razón, Mia. Debemos formar una alianza con nuestros vecinos. Enviaremos emisarios a los reinos cercanos y prepararemos una cumbre para discutir la situación.

Durante las siguientes semanas, los emisarios viajaron a los reinos vecinos, llevando mensajes de paz y solicitudes de alianza. Mientras tanto, Roger, Mia y Lord Armand trabajaron incansablemente en el castillo, estudiando los antiguos textos y consultando con los sabios para comprender mejor el poder del Corazón de Eldoria.

Una tarde, mientras revisaban un antiguo pergamino, Roger encontró una referencia a un antiguo enemigo, una entidad conocida como el Heraldo de la Desolación, que había intentado destruir Eldoria siglos atrás. Según los textos, el Heraldo había sido sellado gracias al poder del Corazón de Eldoria, pero había advertencias de que su regreso era posible.

—Esto es lo que necesitamos —dijo Roger, mostrando el pergamino a Mia y Lord Armand—. Si el Heraldo de la Desolación está detrás de la visión que tuve, debemos estar preparados para enfrentarlo.

Mia frunció el ceño, preocupada.

—¿Cómo podemos detener a una entidad tan poderosa? Incluso con el Corazón de Eldoria, esto será un desafío enorme.

Lord Armand reflexionó por un momento antes de responder.

—Debemos encontrar a los descendientes de los héroes que originalmente sellaron al Heraldo. Según estos textos, los antiguos héroes tenían habilidades y conocimientos únicos que podrían ser cruciales para nuestra victoria.

Con esta nueva información, el consejo del rey decidió enviar equipos de búsqueda para localizar a los descendientes de los antiguos héroes. Roger y Mia se ofrecieron como voluntarios para liderar una de las expediciones, sabiendo que el tiempo era esencial.

Antes de partir, el rey Alaric se dirigió a ellos.

—Vuestro valor y determinación han sido inspiradores. Confiamos en que encontraréis a los descendientes y reuniréis la fuerza necesaria para enfrentar esta amenaza. Eldoria está en deuda con vosotros.

Con esas palabras, Roger y Mia se despidieron del consejo y emprendieron su nuevo viaje, esta vez hacia el norte, donde se creía que vivían los descendientes de uno de los héroes. A medida que avanzaban, se encontraron con aldeas y pueblos que habían oído hablar de su misión y les ofrecieron su apoyo y gratitud.

Durante el viaje, Roger y Mia fortalecieron su amistad y su determinación. Sabían que el destino de Eldoria dependía de su éxito, y estaban dispuestos a enfrentar cualquier peligro para proteger su hogar.

Finalmente, después de varios días de viaje, llegaron a una remota aldea en las montañas del norte. Allí, encontraron a una joven llamada Elara, que resultó ser la descendiente de uno de los antiguos héroes. Elara era una arquera excepcional y tenía conocimientos sobre antiguas magias de protección.

—He oído hablar de vuestro viaje y de la visión que tuvisteis —dijo Elara, con una mirada de determinación en sus ojos—. Estoy dispuesta a unirme a vuestra causa y ayudar a salvar Eldoria.

Con Elara a su lado, Roger y Mia regresaron a Luminis, conscientes de que su equipo comenzaba a formarse. Sabían que encontrarían a los demás descendientes y que, juntos, tendrían la fuerza necesaria para enfrentar al Heraldo de la Desolación.

El destino de Eldoria estaba en sus manos, y estaban más decididos que nunca a luchar por su futuro.

4o

el inicio del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora