El aire fresco del exterior les dio la bienvenida cuando Roger y Mia salieron de la cueva del oráculo. El sol estaba ya en su cenit, bañando el paisaje montañoso con una luz dorada. Habían superado los desafíos de la cueva y obtenido las respuestas que necesitaban, pero sabían que su verdadera misión apenas comenzaba.
Eldric, el guardián de los bosques, los esperaba afuera, su rostro sereno y sus ojos brillantes con sabiduría.
—Veo que habéis superado los desafíos del oráculo —dijo Eldric con una sonrisa—. Habéis demostrado gran valor y determinación. ¿Qué habéis aprendido?
Roger tomó una respiración profunda antes de responder.
—El oráculo nos mostró un posible futuro donde el mundo está devastado y lleno de muerte. Ese futuro puede evitarse si tomamos las decisiones correctas y actuamos con sabiduría.
Eldric asintió, satisfecho.
—El futuro siempre está en movimiento, joven Roger. Cada elección que hacemos tiene el poder de cambiar el destino. Recordad siempre esta lección en vuestro viaje.
Con esas palabras, Eldric se despidió de ellos, dejándolos con una sensación de propósito renovado. Roger y Mia emprendieron el camino de regreso a su hogar, conscientes de que el verdadero desafío aún estaba por delante.
Durante el viaje de vuelta, discutieron lo que habían visto y lo que significaba para ellos y para Eldoria.
—Tenemos que advertir a nuestra gente sobre lo que podría suceder —dijo Mia, su voz llena de determinación—. Debemos estar preparados y tomar medidas para evitar esa catástrofe.
Roger asintió, sabiendo que Mia tenía razón.
—Pero también debemos averiguar qué eventos podrían llevarnos a ese futuro. Necesitamos entender más sobre lo que causa esa devastación.
Días después, finalmente llegaron a su aldea. Fueron recibidos con abrazos y preguntas de sus familias y amigos. Roger y Mia se reunieron con la abuela de Mia, quien escuchó atentamente su relato sobre la cueva del oráculo y las visiones que habían visto.
—Habéis hecho bien en buscar respuestas —dijo la anciana hechicera—. Ahora debemos trabajar juntos para evitar que ese futuro se haga realidad. Necesitamos alertar a los líderes del reino y prepararnos para cualquier amenaza.
Roger y Mia se encargaron de reunir a la comunidad y contarles sobre su viaje. La reacción fue de asombro y preocupación, pero también de determinación. Los aldeanos sabían que debían unirse para proteger su hogar y su futuro.
Con el apoyo de su comunidad, Roger y Mia emprendieron un nuevo viaje, esta vez hacia la capital del reino de Eldoria. Allí, esperaban encontrar respuestas y aliados que los ayudaran a prevenir la catástrofe que habían visto.
El viaje hacia la capital fue largo y lleno de desafíos, pero Roger y Mia nunca perdieron la esperanza. Sabían que el destino de su mundo dependía de ellos y de su capacidad para inspirar a otros a luchar por un futuro mejor.
Una noche, mientras acampaban bajo las estrellas, Roger miró a Mia y sonrió.
—Hemos recorrido un largo camino desde que tuve ese sueño, ¿verdad?
Mia asintió, sonriendo también.
—Sí, y todavía nos queda mucho por hacer. Pero estoy segura de que podemos hacerlo, Roger. Juntos, podemos cambiar el destino de Eldoria.
Con esas palabras, ambos se acostaron a dormir, sabiendo que el camino por delante sería difícil, pero también lleno de esperanza y posibilidades. Con cada paso que daban, se acercaban más a la verdad y a la salvación de su mundo.
Así, con el corazón lleno de valentía y el espíritu de aventura ardiendo en sus almas, Roger y Mia continuaron su viaje, decididos a enfrentar cualquier desafío que el destino les presentara. La verdadera batalla por el futuro de Eldoria apenas comenzaba.
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el inicio del fin
FantasyTodo tiene un fin y este es diferente (esta historia es ayudada gracias a la ia que me ayudo a saber en que debía corregir y en que no en si la historia es mía per la ia me ayudo a mejorar)