capitulo 8: la primera batalla

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Con Elara unida a su causa, Roger, Mia y Lord Armand regresaron a Luminis, donde fueron recibidos con entusiasmo. La noticia de que habían encontrado a una descendiente de los antiguos héroes llenó de esperanza al consejo del rey y a todos los habitantes del reino. Sin embargo, el tiempo era crucial, y sabían que debían prepararse para los próximos desafíos.

—Debemos continuar nuestra búsqueda de los demás descendientes —dijo Roger durante una reunión con el consejo—. Pero también debemos estar listos para cualquier ataque. El Heraldo de la Desolación podría aparecer en cualquier momento.

El rey Alaric asintió, su rostro serio.

—Estamos fortificando nuestras defensas y preparando a nuestras tropas. Pero necesitamos vuestra ayuda para encontrar a los demás héroes. Vuestras habilidades y determinación son esenciales para esta misión.

Mia tomó la palabra, su voz llena de convicción.

—Elara, ¿tienes alguna idea de dónde podrían estar los otros descendientes? ¿Alguna pista o información que nos pueda ayudar?

Elara, que había estado escuchando atentamente, asintió.

—Mi abuela solía contar historias sobre los otros héroes. Según sus relatos, uno de ellos, un guerrero llamado Thorian, vivía en una fortaleza en el oeste. Deberíamos comenzar nuestra búsqueda allí.

Con un nuevo destino en mente, Roger, Mia, Elara y Lord Armand se prepararon para partir nuevamente. Sabían que cada día que pasaba era crucial y que debían encontrar a Thorian lo antes posible. Antes de salir, se aseguraron de que las defensas de Luminis estuvieran en su lugar y que la capital estuviera preparada para cualquier eventualidad.

El viaje hacia el oeste fue más desafiante de lo que esperaban. Los caminos estaban llenos de peligros y obstáculos, y las condiciones climáticas eran impredecibles. Sin embargo, avanzaron con determinación, sabiendo que el futuro de Eldoria dependía de ellos.

Una noche, mientras acampaban cerca de un río, fueron atacados por una banda de mercenarios. La batalla fue intensa, pero Roger y sus compañeros demostraron su valentía y habilidades en combate. Elara, con su arco, derribó a varios enemigos desde la distancia, mientras Roger y Mia luchaban cuerpo a cuerpo. Lord Armand, con su experiencia y sabiduría, coordinó sus esfuerzos, asegurándose de que nadie resultara gravemente herido.

—¿Quiénes son estos mercenarios? —preguntó Mia, jadeando después de la batalla—. ¿Por qué nos atacaron?

Lord Armand examinó a uno de los mercenarios caídos y encontró un símbolo en su armadura.

—Este es el símbolo del Heraldo de la Desolación —dijo con gravedad—. Estos mercenarios deben estar trabajando para él. Debemos estar más alerta que nunca.

Con una renovada sensación de urgencia, continuaron su viaje, cada uno más decidido que nunca a cumplir su misión. Finalmente, después de varios días de arduo viaje, llegaron a una fortaleza en ruinas en el oeste. Allí encontraron a Thorian, un guerrero formidable con una espada mágica que brillaba con una luz etérea.

—He oído hablar de vuestra búsqueda y de la amenaza que enfrentamos —dijo Thorian, su voz profunda y resonante—. Estoy dispuesto a unirme a vosotros y luchar por el futuro de Eldoria.

Con Thorian a su lado, el grupo se fortaleció aún más. Sin embargo, sabían que su misión aún no había terminado. Debían encontrar a los demás descendientes y prepararse para la batalla final contra el Heraldo de la Desolación.

Elara, Mia y Roger se sintieron aliviados al tener a Thorian con ellos. Su presencia inspiraba confianza y su experiencia en combate sería invaluable en los enfrentamientos que seguramente vendrían. Mientras regresaban a Luminis, discutieron sus próximos pasos y cómo podrían reunir más aliados.

el inicio del finDonde viven las historias. Descúbrelo ahora