Alana Morel:
Tengo que contar la discusión del principio como debe ser...
Así que mi mente se adentra a esos recuerdos, dejándome con la mirada fija por unos minutos
Flashback:
De repente el recuerdo a finales de Julio del 2024 por la noche llega a mí:—Dian, no puedo vivir sin tí, ni te imaginas cuánto te amo y te extraño, joder, que te quiero, que te necesito —le dije a Diana por mensaje después de haberla ignorado por mucho tiempo, por volver a caer en dónde Carla, le escribía después de haberla tratado tan mal y por haberla alejado de mí, sí, era tan cobarde.
—¿Hola? ¿Quién es? —me responde y una pizca de tristeza inundó todo mi ser.
¿Acaso no se acordaba de quién era?
¿No me tenía agregada?
¿Me había eliminado de su vida?
—Hola, es Alana. —respondí.
—Ah ya, entiendo. —respondió 35 minutos después, y yo tenía rato esperando su respuesta.
Las vueltas que da la vida, antes ella esperaba por mí, y luego yo esperaba por ella...
—¿Qué tal? —le pregunto intentando sacar conversación, ya que ella no lo hacía, pero antes sí y era yo la callada.
—Bien, gracias por preguntar. —expresó y el punto al final me dolió bastante.
Yo era la culpable.
Solo yo.
A alguien tan dulce le rompí el corazón más de una vez y ella aún así me seguía amando, seguía... por lo visto había re-hecho su vida y ya no le quedaba ni una pizca de amor por mí.
—Me alegro mucho —intento no sonar seca.
—Gracias. —fue su respuesta. —¿Y tú?
—¿Yo? —pregunto
—Sí, cuéntame. —responde y observé que seguía escribiendo. — ¿Qué te trajo por acá? —fue su otro mensaje.
Miré el teléfono y un nudo se presentó en mí al leer eso.
¿En dónde está mi chica?
—Solo quería saber cómo estabas. —respondí y solté el teléfono en la cama, apenas me llegó su otro mensaje lo tomé.
—Pudiste haberlo hecho antes, no ahora, pero ya qué. Tenga una bonita noche. —al leer eso empecé a llorar.
—Diana...—escribí.— por favor...
Empezó a grabar audio, y apenas lo envió lo escuché:
—¿Cómo vuelves así como si nada, Alana? Después de herirme, después de tratarme como algo insignificante, ¡¿cómo carajos crees tú que me sentí al ver como excluiste de toda mierda?! Lo esperaba de todo el puto mundo, menos de tí, para ti no signifiqué un carajo, me utilizaste y cada que te daba la bendita gana volvías como si nada a volver a confundirme, al final del día siempre me terminaste hiriendo, me decepcionaste, no sabes todo el dolor que me hiciste pasar, pero claro, eso no importa. Me perdiste, Alana. Dije no te iba a dejar sola, pero me estaba dañando a mí misma y estaba poniendo en juego mi salud mental, por alguien que no me elegía ni sabía que carajos quería. Todo el tiempo te envíaba y me ignorabas, te demostré interés y tú nada. ¿Sabes que es lo peor, Alana? Que intento odiarte y no puedo, lo he intentado y nada. —es lo que dijo en su nota de voz, mientras su voz se quebraba.
—Diana, lo siento mucho, de verdad, perdóname, perdóname, mi amor. De verdad te amo, siempre te amé, pero fuí tan estúpida, tan cobarde. No sé que carajos pasaba por mi mente, pero nunca dejé de pensar en tí. Espero que me perdones, de verdad te sigo amando y si me das una oportunidad, haré las cosas bien, daré lo mejor de mí. —mis dedos temblaban mientras escribía.
—Ok. No puedo alabarte por algo que debiste haber hecho hace tiempo, tengo que ver para creer, porque esas palabritas que me decías antes quedaron en el aire.— fue lo que respondió.
Esa noche me la pasé llorando, no podía dormir bien y mis días después de eso solían ser más de lo mismo «llorar y llorar» por los recuerdos que me atormentaban.
Eché todo a perder y la perdí a ella.
También el recuerdo de los siguientes días en dónde conseguimos arreglarnos, ocupan mi mente, presentándose de la siguiente manera:
—Dian, quiero intentarlo contigo, quiero hacer las cosas bien, ¿aceptas ser mi novia? —envié una nota de voz.
Tardó demasiado en responder y eso me preocupó.
—Sí. Sí, acepto. —sonreí al ver su respuesta.
Esos días fueron maravillosos, increíbles y llenos, fueron la base perfecta para poder hablar las cosas bien y arreglarnos .
Fin del flashback.
Ahora, se lo estoy diciendo de nuevo, cuando ya antes se lo había pedido y mucho antes también.
—¿Otra vez? —pregunta nerviosa y emocionada.
—Otra vez. —le digo y queda en silencio, ya esta sería la tercera vez que le pido que sea mi novia, desde la primera vez no le he fallado y hemos permanecido juntas. Cuando tuvimos aquel problemita con Sakra, se me olvidó que era mi novia y ella sabiendo sobre mi condición, esperó y dejó a que se lo volviese a pedir—¿Quieres ser mi novia, Diana? —le vuelvo a preguntar.
Queda en silencio.
Y mis nervios toman cada rienda de mi al no ver respuesta.
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TROUVAILLE
Любовные романыDiana tiene que enfrentarse a su pasado, uno que la persigue. Solo pasaron tres años, pero su recuerdo sigue ahí, ¿cómo lidiará ella con eso? Un reencuentro la hará poner su mundo de cabeza. ¿Se negará a sentir una vez más cuando vea a esta persona...