Diana Bowles:
La pasé tan mal, a veces amar tanto a una persona puede ser una experiencia bonita, pero también una tortura.
Tenía lo del proyecto de mi carrera encima y debía estudiar para un examen importante de otra materia, así que se imaginarán.
Creo que la idealicé mucho y ella no fue madura del todo. Toda mi confianza la rompió, toda, absoluta.
Y la intenté odiar. La eliminé, no quería saber absolutamente nada de ella. Nada.
Su trastorno no era una justificación para todo lo que hacía. Pero siendo un desastre la quise y la amé, aún la amo.
Solo quería que desapareciera de mi mente, y de mi corazón. Necesitaba sacarla de mí y olvidarla. Pero no pude. Tuve que adaptarme a eso y fingir que no me importaba.
Esa noche que la eliminé fue un paso grande, así no tenía que ver sus estados y luego sentirme mal porque no me escribía. Nunca me demostró que le importaba sentimentalmente, por momentos, solo cuando estaba sola era que me decía cosas bonitas y luego desaparecía. Ya no quería saber nada de ella.
Había llegado la hora de fingir que no me importaba y de adaptarme, e intentar borrar mis sentimientos.
Me enfoqué más en mis estudios, de hecho, mis notas salieron perfectas y pude pasar a segundo año, era mi mayor preocupación.
Me escribió, pero la ignoré, no quería hacerlo pero debía, porque responderle significaría caer en lo mismo.
El jueves, día de una presentación de un examen, me escribió. Ni cuenta me había dado.
“Hola, ¿cómo estás, mi vida?” fue su mensaje.
“De la mierda” Pensé, más no le respondí.
Me volvió a enviar un sticker de un monito, de los que estaban de moda, pero ese mono estaba triste. Tampoco le respondí.
Después de unos 30 minutos, volvió a escribir:
“¿Estás ocupada?”
No respondí, guardé el teléfono y seguí con mi examen.
Las preguntas estaban fáciles, pero difíciles de manejar, aún así respondí cada una. Al terminar le entregué el examen al profesor y puse un pie afuera del salón.
Revisé mi teléfono, ya que mi papá había quedado en escribirme y había otro mensaje de ella.
“Te extraño mucho”
Que raro, como si supiese que estaba en ese chat en ese momento me dijo:
“¿Podemos hablar?”
No pude resistirme, y le respondí, no quería ser así con ella, de hecho lo odiaba.
“Hola.” le escribí.
“Perdóname” suplicó.
“¿De qué habla?” respondí.
“Perdoname, mi amor, perdóname” volvió a repetir.
“No tenemos nada de que hablar, Alana, ya lo que hiciste no tiene reparación, vete con Danielle y deja de querer utilizarme, ya me has dañado mucho. ”
“Terminé con ella hace un día”
“¿Y es por eso que me buscas? No soy un rellena vacíos. ”
“Lo hice por tí. ”
“¿Desde cuándo haces cosas por mí?” le pregunté extrañada.
“Nena...”
“Ya, Alana, para por favor, no sigas. ” pedí, tenía ganas de llorar.
“Quiero estar contigo, nunca amé a Danielle, ni a Serbia, ni a Carla, ni a nadie como te amo a tí, Diana” confesó.
“¿Para tenerme como un secreto o para cambiarme al tiempo por otra, o para tenerme ignorada todo el día?” el texto más largo de esa tarde.
“Quiero estar contigo porque te amo, porque nunca dejé de estar enamorada de tí, solo que no quería verlo o aceptarlo” añadió.
“Nah, después vienes y dices que todo fue un drama y que yo no soy nada tuyo, así fue la otra vez, siempre me negabas, ¿o no te acuerdas?” le recordé.
“No sé por qué lo hice, perdóname.” fue la cuarta vez que dijo esa palabra.
“Yo si sé, solo para darle tu atención a la chica esa que te volvió mierda e igualmente Danielle, que dijo cosas feas de TU AMIGA y te hacía mierda cada día, pero tú la pagabas conmigo, me dañabas a mí” fuí directa.
Iba en el bus, y mis compañeras se preocupaban por la rapidez en la que yo escribía.
“No, no fue mi intención, perdóname si eso pareció.” me respondió.
“¿Algo más que hablar? Me voy a ocupar ahora. ” intenté cortar la conversación.
“Te amo y te amaré siempre, Diana. ” escribió, yo desactivé mis datos y guardé mi teléfono.
No sabía que pensar, quería creerle, pero la desconfianza que generaba en mí era inmensa. No quería salir lastimada.
La relación de Alana y Danielle no pasó a diciembre de ese año, terminaron lo más pronto posible, ambas se eliminaron de cada red social. Según Rousy, Alana hizo limpieza en sus redes. Intentando verificar eso, me dí cuenta que sí, que había borrado a la gente de su pasado, yo aún seguía en sus seguidos y ella en mis seguidores.
Las notas en ig eran dedicadas a mí, el corazón que le dije que le pertenecía era la descripción de las notas.
“K.” de CAS, Apocalypse, Halley's comet y muchas más.
Sus historias eran “Diganle que la extraño” “Yo intentado fingir que no la extraño” “No quiero perder al amor de mi vida” “Duermo bien porque solo así en mis sueños ella me habla y estamos bien” “Lo peor es que nadie me amará como ella” “Te amo, lo siento”.
También me mandaba links de tiktoks bonitos por la app y hasta creó colecciones con mi nombre.
Lo bonito, fue que pudimos arreglar todo, cumplió con lo que dijo y lo está cumpliendo aún.
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TROUVAILLE
RomanceDiana tiene que enfrentarse a su pasado, uno que la persigue. Solo pasaron tres años, pero su recuerdo sigue ahí, ¿cómo lidiará ella con eso? Un reencuentro la hará poner su mundo de cabeza. ¿Se negará a sentir una vez más cuando vea a esta persona...