𝙱𝚕𝚞𝚎 [𝙳𝚊𝚑𝚖𝚘]

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- Pobre de mi bebé, está cansada. - Dahyun iba a tomar las mejillas contrarias, pero Momo se alejó de inmediato.

- ¡No! Estoy sucia, Hyunnie. - Se excusó. - Huelo a grasa y sudor.

Dahyun hizo un puchero. - Vamos... Sólo un poquito. - Insistió acercando sus labios a la alfa.

Momo negó de nuevo. - No, mírate. Estás limpia, con esa piel blanca y pulcra. Siempre pareces una super modelo... tal vez por qué lo eres. - Razonó lo obvio. - Y soy como un ogro a tu lado, toda tosca. Necesito bañarme.

A veces Momo seguía sintiéndose mal al creer que alguien cómo Dahyun se había fijado en alguien cómo ella, claro que Momo hacía su esfuerzo poniendo dinero en la mesa (aún en contra de la palabra de Dahyun) y es que Momo sabía que por más que lo intentará no podía darle una vida tan buena como la que Dahyun acostumbraba.

Aunque a la omega parecía genuinamente no importarle la procedencia de la alfa, tal vez si lo hizo en un principio, pero ahora se sentía como la omega más afortunada al tener a Hirai Momo como su alfa.

Pero al final cada una tenía sus batallas, Dahyun seguía luchando con todas las palabras que sus padres le habían impuesto, cómo que era una inútil y sólo arruinaba la vida de las personas. A ella también le costaba aceptar que que una alfa tan linda y buena como Momo estuviera a su lado. Pero las dos se tenían una a la otra al final del día.

Dahyun terminó por besar rápidamente los labios de Momo y se separó con una sonrisa. - Te gané.

La alfa resopló con una sonrisa. - Tengo que bañarme. - Respondió con la voz cansada. - El señor Park no pudo venir al taller hoy y el trabajo se hizo algo complicado.

Dahyun arrugó el entrecejo. - ¿Y Jihyo no ayudo a cordinar a los novatos?

Momo se encogió de hombros restándole importancia. - Se supone que iba a venir hoy, pero no llego. - Habló confundida. - Tal vez le surgió algo de último minuto.

Dahyun asintió sin mucho que decir.

- Da igual. Trataré de no tardar, pero no prometo nada. La grasa es difícil de quitar. - Habló con un guiño. - Creo que está demás que lo diga, pero puedes tomar lo que gustes si tienes hambre o estas aburrida. Estas en tu casa.

Dahyun le sonrió encantada. - Gracias...

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A sólo una cuadra, Tzuyu y Sana estaban en el coche de está última mientras compartían el sabor de sus labios.

Maldita sea, Tzuyu sabía que Sana era una omega jodidamente hermosa, pero parecía que no podía alejarse de ella, se preguntó si era posible volverse adicta a algo tan rápido...

O simplemente había algo que estaba ignorando.

Una vez que lograron separarse. Sana sacó de su bolso un pequeño spray y rocío a Tzuyu con este sin previo aviso.

- ¡Hey! - Se quejó. - ¿Que hacés? ¡Suelta eso!

- ¡Es mi inhibidor! - Explicó. - No creas que voy a arriesgarme a que llegues a tu casa con mi aroma encima.

Tzuyu puso una cara de asco. - ¡Agh! ¿Siempre cargas con esa cosa? - Preguntó con desagrado.

Sana asintió. - Lo necesito. Nunca está de más.

Bien, ahora las dos habían quedado en un incómodo silencio. ¿Qué iban a decirse? "¿Nos vemos luego?" No tenían una etiqueta, ni siquiera para denominarse algo casual.