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El día era lluvioso y gris, todo a acorde a los sentimientos de Dahyun.

No pudo dormir toda la noche, gran parte de ella llorando en los brazos Momo. Antes de esto siempre pensó ingenuamente que algún día tendría una oportunidad de que todas la cosas entre su abuela y ella se arreglaran.

Pero ahora esa esperanza ya no existía.

Sin embargo, aún tenía la posibilidad de despedirse de ella. Darle un último adiós y dejar ir todo entre ambas.

Tal vez no había pensado bien las cosas y era ella de nuevo siendo la mujer impulsiva que siempre ha sido, pero justo en la madrugada a última hora alistó sus cosas junto con Nayeon, Momo y Tzuyu para regresar a Seongman y ver a su abuela una última vez, pero también a encarar a sus padres.

Estaba muerta de miedo, pero no quería demostrarlo. Al menos sabía que tenía a su alfa a su lado y a su mejor amiga, la compañía de otra alfa como Tzuyu nunca estaba demás. A palabras de Nayeon, no iban a dejar sola a Dahyun ni un instante.

Por otro lado, Momo ya tenía ya sabía que su omega era una persona que nació en una familia adinerada, pero cuando entraron a ese barrio lleno de casas enormes y lujosas, le quedó en claro que tal vez era mas dinero del que imaginaba. Mierda, iba a enfrentarse a sus suegros y por lo que veía en las películas, ese tipo de familias no eran precisamente las más amables con las de su "clase". Las Hirai quedaron boquiabiertas cuando Nayeon dirigió su auto a la casa que seguramente era el lugar donde Dahyun había crecido.

- Identificación. - Pidio el guardia que yacía en el portón vigilando, pero cuando vió de quién se trataba simplemente ofreció una reverencia. - Pasen, sean bienvenidos. Buenos días, señorita Dahyun.

Nayeon continuó conduciendo el auto hasta donde los demás autos de la familia Kim se encontraban. El enorme patio estaba cubierto de otros lujosos autos que seguramente pertenecían a los conocidos que estaban dando el pésame.

Apenas y Dahyun puso un pie en el pasto, ya tenía a un mayordomo dándole la mano y otros empleados ofreciendo cargar las maletas.

- Vienen conmigo. - Mencionó haciendo obvia referencia a las hermanas pues Nayeon era más que conocida en ese lugar. - Son mi prometida y su hermana. Lleven sus cosas a mi habitación mientras tanto, cualquier cosa que necesiten, deben estar a su servicio. - Ordenó de manera cordial.

- ¿Prometida? - Cuestionó Tzuyu una vez que las cuatro estaban en círculo reunidas. - Creo que me perdí de algo.

- Necesitamos decir que están comprometidas. - Aclaró Nayeon haciendo saber que ella y la omega ya habían acordado un plan. - Deben creernos. Están más seguras de esa manera, ya que Dahyun no tiene una marca es la única manera que podría "pertenecer" a Momo sin alguna objeción.

- ¿Cómo un perro con su amo? - Cuestionó Tzuyu con una ceja alzada.

- Te sorprendería. - Contestó Nayeon. - Estos ancianos tienen ideologías como las de un cavernícola. - Dijo con resentimiento. -Sólo nos quedaremos aquí un par de horas, dormiremos en casa de mis padres y mañana regresamos a Seúl después del entierro.

Las cuatro chicas vestían ropa de negro junto a Nayeon que portaba unos lentes oscuros y Dahyun un enorme abrigo que cubría lo más que podía su vientre, aunque si la mirabas más de un minuto con detenimiento te darías cuenta de la verdad.

- Momo, no dejes sola a Dahyun, te lo suplico. Voy a estar con ustedes lo más que pueda y tú. - Miró a Tzuyu. - Comportarte una vez en tu vida, tienes cara de hacer chistes en los funerales.

Tzuyu levantó las manos en señal de inocencia aunque con una sonrisa traviesa en su rostro.

Momo miró a su omega con un rostro de preocupación. - ¿Segura que vas a estar bien, Hyunnie?

𝙱𝚕𝚞𝚎 [𝙳𝚊𝚑𝚖𝚘]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora