𝙱𝚕𝚞𝚎 [𝙳𝚊𝚑𝚖𝚘]

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Nayeon tuvo que conducir a una velocidad increíble y llegar a tiempo récord al departamento de la omega. Apenas y la pareja puso un pie ahí, Momo comenzó a desvestir el cuerpo de la omega mientras atacaba su cuerpo con insistentes besos y gruñidos para imponerse ante la menor.

Estaba buscando marcar territorio a toda costa. Tal parece que su loba se encontraba bastante sensible después de haber estado esos días en un hábitat que para ella, amenazaba el bienestar de su familia. Tenía la necesidad de reafirmar que la omega que tenía entre brazos era suya, le pertenecía y era parte de su manada, misma dónde ella era la alfa. Era su deber cuidarla.

Por su parte, Dahyun no podía dejar de emitir leves jadeos mientras sentía los labios de Momo explorar prácticamente todo su cuerpo y morder levemente varias zonas del mismo.

- Ah Momo... - Jadeo. - Ah sigue...

La alfa aprisionó el cuerpo de la menor llevándola hasta la sala, dónde aparentemente era un lugar más cómodo pará su omega. Una vez que estuvo ahí, continuó marcando el cuerpo de la menor y dejando todo su aroma sobre esta.

Dejó salir un sonoro gruñido de mando. - Míos. - Demandó imponiéndose y dominando a la omega que poseía entre sus brazos.

Mierda. Dahyun estaba recordando perfectamente el día que hicieron a su cachorrito, había olvidado lo buena que era la alfa que estaba arriba suyo. Sabía probablemente estaba mal, pero en retroceso, no se arrepentía de haber pasado esa noche con Momo, probablemente su único arrepentimiento constaba en no haberla ayudado a terminar su celo por completo.

Cuando menos se había dado cuenta, ambas estaban ya en ropa interior, Momo estaba preparando a Dahyun para ayudarla en su celo.

"¡Dios mío! " Seguía exclamando internamente la menor. "Su olor es exquisito"

- Alfa... - Jadeo con los ojos cerrados sintiendo a su loba empezar a apoderarse de ella, diciéndole entonces adiós a su parte racional y humana. - Por favor... - Suplico.

Dahyun se preguntó si cada vez que alguna de las dos estuviera en celo seria así de intenso o era simplemente en lo que Momo aprendía a domesticar a su loba y Dahyun se acostumbraba a sus feromonas.

Por un momento, Dahyun deseó la primera opción.

Más pronto que tarde, Momo ya se encontraba dándole fuertes embestidas a la omega mientras que ambas lobas dejaban salir sonoros gemidos. Aunque el sexo nunca había frenado desde que empezaron a hacerlo activamente, cada vez el vientre de la omega crecía un poquito más haciéndose más abultado y dificultando las posiciones "cómodas" para ambas. Así que a Momo no le quedó más que tomar ambas piernas de la omega y llevarlas a sus hombros logrando tener una buena vista de su entrada para seguir entrando y saliendo de ella con más facilidad.

De vez en cuando Dahyun se cubría el rostro sintiendo algo de vergüenza al mirar su enorme estómago en esa posición mientras Momo la tomaba como suya. Sin embargo, no tomaba mucho tiempo para que la alfa quitara con algo de brusquedad las manos de la omega y dejara su rostro a la vista.

- ¡No! - Ordenó seguido de un gruñido de imposición. Posterior a eso flexionó lo más que pudo las piernas procurando no lastimar a su cachorro ni a Dahyun hasta alcanzar su rostro y besar su mentón. - Así... - Le indicó con voz jadeante al oído haciéndole saber que quería ver su rostro descubierto. Les gustaba mucho ver a su omega en ese estado, todo lo que era capaz de causar en ella. En su omega.

Por su parte, Dahyun tenía el rostro rojo y leves gotas de sudor caían por su frente deslizándose hasta perderse a lo largo de su cuello y otras más en el valle de su senos los cuáles se movían al ritmo de las embestidas de su alfa. Gracias a sus ojos cerrados y cejas fruncidas, Dahyun reflejaba la sensación de placer puro llevando de vez en cuando sus manos a su rostro de nuevo, aunque esta vez era más un reflejo de su cuerpo al no saber que hacer con tantas sensaciones que experimentaba su anatomía, sin embargo, la alfa repetía la acción de descubrir su rostro molesta de que su omega le siguiera desobedeciendo.