41 (Parte 2)

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El día había sido algo pesado para Nayeon, haber tenido que dividir su atención entre Haerin y Jihyo fue algo difícil, pero no imposible. La cachorra era alguien muy obediente y calmada mientras que Jihyo parecía bastante relajada con la presencia de las dos a su lado.

Sabía que Jihyo había sufrido mucho con la perdida de Jeongyeon, así que talvez lo único que buscaba su omega era el refugio de un alfa y la protección para su cachorra, teniendo a Nayeon a su lado y a su hija, su loba estaba en un estado de paz profundo y era por eso que se permitía dormir mucho. Confíaba mucho en esa alfa para estar a lado de su bebé.

Era una alfa buena.

Ahora que el sol se había puesto, sabía que Seungyeon vendría en cualquier momento y se las llevaría.

"¡No por favor!" aulló la loba. "¡Mias, tengo cuidarlas"

Nayeon sintió su naríz dilatarse y los ojos picarle. Tenía mucho miedo de dejarlas ir que no regresarán, apenas las había conocido pero quería aferrarse a ella, no quería que se fuera como su alfa. Si Nayeon hubiera conocido a su alfa, seguramente podía haberla protegido y tenerla con ella aún, pero no pudo hacer nada, debía cuidar a Jihyo y Haerin al menos, era su deber.

- Unnie... - La voz quejumbrosa de Haerin la llamo. - Tengo sueño.

Las tres seguían en la sala, pues era bastante espaciosa para que la omega y la cachorra tuvieran su propio espacio y Nayeon las vigile. Jihyo seguía sobre su colchoneta y Haerin sobre el sofa.

Nayeon se acercó a ella. - ¿No puedes resistir, pequeña? Tu tía Seungyeon ya casi viene.

Haerin negó con un puchero. - ¿Me cargas? Hueles bonito.

Nayeon le sonrió y tomó a la pequeñita entre sus brazos. Su conocimiento a niños se reducía a ceros, pero no debía ser tan difícil. Por suerte, Haerin le facilitó el trabajo y se acomodo instintivamente de modo que su naricita quedó cerca del cuello de Nayeon para aspirar su aroma.

El olor de un omega era dulce y refrescante, los cachorros se quedaban adormecidos casi al instante, pero por otro lado, el olor de los alfas les daba protección y seguridad. Haerin se sentía segura en los brazos de la alfa de mejillas rosadas.

Nayeon no sabe cuánto tiempo estuvo caminando con la cachorra entre sus brazos alrededor del departamento, sólo se dió cuenta que Haerin parecía ya haber quedado completamente dormida. Entonces Nayeon regresó al lugar dónde Jihyo disfrutaba de su paz y se sentó a su lado aún con la pequeña aferrada a ella. Acarició con cuidado el rostro del la omega.

"Mías... Deben estar conmigo"

- Las dos son muy frágiles. - Susurró apreciando la belleza de Jihyo.- Si me das una oportunidad, podría cuidar de ambas, darles todo lo que se merecen. Que seamos una manada juntas.

En medio de la paz y belleza del momento, Nayeon supo que de verdad le gustaba Jihyo y si se daba una oportunidad para dejar que los sentimientos de ambas florecieran, estaba segura que ambas podían de felices.

Ambas habían perdido a su alfa, pero la vida les estaba dando otra oportunidad. Debían aprovechar.

Pero entonces, la puerta sonó. Nayeon se alarmó, no pudo siquiera sentir la presencia de algún lobo, debía ser por los restos del supresor, pero recordó que era una beta quien estaba al otro lado de la puerta.

Abrazo más al pequeño cuerpo de la cachorra a ella. - No, son mías. No me las pueden quitar, yo la debo cuidar, deben estar conmigo.

Las lágrimas empezaron a empapar su rostro. Tenía mucho miedo.

𝙱𝚕𝚞𝚎 [𝙳𝚊𝚑𝚖𝚘]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora