44

1K 143 48
                                    

2005

Dahyun jugaba con sus manitas mientras esperaba en su asiento, su padre Seojun no paraba de decirle que era de mala educación moverse de esa manera, los omegas siempre debían demostrar un comportamiento ejemplar, pero en este momento ella no podía evitar sentirse nerviosa, mientras más veía a sus compañeros corriendo a abrazar a sus mamás. Dahyun no veía a su mami por ningún lado, pero estaba bien, su abuelita ya le había explicado que si mami era unas persona con un gran trabajo y las personas con grandes trabajos no tenían mucho tiempo libre.

- Dahyun. - La palma de su maestra la hizo despegar la vista de la escena. - ¿Olvidaste decirle a tu mami que era hoy?

Dahyun negó con la cabeza. - No, le dije a mami muchas veces y puse la invitación sobre su escritorio. Abuelita dijo que mami iba a tener mucho trabajo. - Dijo con inocencia.

La mayor apretó los labios en señal de molestia, no era la primera vez que esto pasaba con la menor.

La niña seguía estirando su cabecita tratando de ver si su mami aparecía en medio del auditorio.

Tenía muchas ganas de darle un abrazo al igual que los otros niños lo hacían.

Algo en su pechito pareció encogerse cuando muchos niños empezaron a irse de la mano de sus manos y ella seguía ahí sentada sosteniendo el regalo que tenía entre su regazo. Empezó a mover sus piernitas nerviosa.

¿Su mamá la había dejado?


- Dahyun ¿Crees que está bien si te llevamos a casa? - Preguntó de nuevo su maestra.

Dahyun negó abriendo sus ojos. - No, mami va a llegar y no va a tener su regalo, se puede sentir mal.

La mayor la miró con lástima.

- Dahyun, no creo tu mamá vaya a...

- ¡Abuelita! - Dahyun no pudo contener su emoción al ver a la mujer aparecer entre la multitud y corrió hacia ella.

La maestra suspiró de alivio.

- ¡Mi amor! - La mujer la recibió entre sus brazos felíz.

La dos se dieron un abrazo que pareció durar una eternidad, suficiente para calmar el pechito de la omega.

- ¿Y mi mamá? - Preguntó con inocencia.

- Tu mami está trabajando, cariño. - Dijo con lástima. - Por eso ella me envió aquí. - Dijo con una sonrisa. - No quería que su hija se sintiera mal.

- ¿Pero y su regalo? - Preguntó con un puchero. - Deberíamos ir a la oficina dárselo ¿Y si ve los regalos de otras mamás y siente feo?

La mujer rió revolviendo su cabello. - Dámelo a mí, yo sé lo guardaré. - Dijo con un tono amoroso.

Dahyun pareció dudar de eso unos segundos. - ¿Y si se lo vas a dar? Es que siempre veo que están en tu habitación y no en la suya.

- Es por qué mi habitación luce muy fea. Tus dibujos y regalos la hacen ver muy bonita, pero ten por seguro que le gustan.

Pero Dahyun ya no creía mucho en eso, tal vez ella dibujaba muy feo y por eso a sus papis no les gustaban.

- Bueno... - Dijo sin estar convencida. - ¿Nos vamos? Ya casi no hay nadie.

- Claro que sí, y después podemos ir por un helado ¿No te parece? - Preguntó con una sonrisa.

- ¡Si! - Contestó emocionada. - ¿Y puede ser doble?

- Podemos ponerle todos los sabores que haya en la heladería. - Contestó acariciando la mejilla de la omega.

- Gracias abu. - Dijo abrazándola.

𝙱𝚕𝚞𝚎 [𝙳𝚊𝚑𝚖𝚘]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora