_Quien Eras Antes_

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2023

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2023..

El frío del hospital comenzaba a molestarle, ya tenia rato esperando a Locochon con ropa nueva para él.

Dormitaba cada tres segundos en el duro asiento de los pasillos justo frente a la habitación de Aquino.

Poco a poco sus ojos ganaron más peso hasta quedarse dormido.

No acostumbraba a soñar, pero reconocía estar bajo una presión gigante en donde de la nada el oscuro negro de su vista comenzó a formar una anticuada ciudad que no reconocía para nada.

Las mujeres solo usaban vestidos y los hombres trajes elegantes, no entendía en donde diablos estaba.

De la nada sintió una clase de persecución que lo obligaba a correr.

Veía a sientas de personas correr desesperadas por no sentir una bala atravesar su cuerpo.

Con pánico en sus piernas, miro sus manos completamente manchadas de sangre al igual que su vestimenta.

Miro su vista al frente con miedo. Había una persona a lo lejos, usaba una capa extraña y solo alcanzaba a ver sus botas negras de piel.

No lo sabía pero le quedaba claro que no era una buena persona.

Fue cuestión de un parpadeo para notar como el hombre atravesaba su estomago con su espada finamente afilada.

—Buenas noches...— Le susurro.

...

—¡Duxo!— Grito en voz baja intentando llamar su atención.

—¡Ah!— Jadeo repentinamente, despertando lleno de sudor sobre su rostro y parte del cuello de su camisa.

—Estas empapado en sudor ¿qué estabas soñando?— Le decía locochon mientras le daba la bolsa con su ropa limpia.

—Gracias.— Le arrebato la bolsa.

Agresivamente se levanto de su asiento para dirigirse al baño del hospital. Locochon no tardo en seguirlo.

—¿Sabes algo de Aquino?— Susurro Loco.

—Solo han pasado dos días, no va a ocurrir nada en tan poco tiempo.— Contestaba mientras se cambiaba dentro de un cubículo.

—Bueno, sería genial que lo hiciera. Nada seria igual sin él.—

Duxo por debajo de la puerta le paso su mochila. Con fastidio se agacho para recogerla.

—Todos tenemos fe que despertara, Duxo, no deberías de preocuparte demasiado.—

—¿¡No debería preocuparme!?— Dijo para salir del baño con su enojo retenido.—¿¡Acaso tu tuviste una estupida pelea con él antes de lo que ocurrió!?— Recriminó, apretando el pecho del lobezno con su dedo.

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