_Tú sueño, Mi sueño_

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1964

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1964...

Después de haber dejado a Aquino en casa, arranco directo al casino de su padre.

No era normal que le mandara a llamar ya que normalmente Duxo solo llegaba de sorpresa cuando sabía que debía ir.

Camino algo nervioso a donde se supone que era el lugar de trabajo de su padre y después de tocar la puerta entro.

—Ya vine, papá.—

—¡Duxo! Te tardaste un poco eh, eso de la puntualidad sigue sin ser lo tuyo.— Burlo mientras se levantaba de su asiento.—Siéntate, no te asustes, solo es una platica normal.—

Duxo no tardo en obedecer y sentarse en la silla frente el escritorio esperando a que su papá hiciera lo mismo.

—¿dónde estabas?—

—Fui de visita con Aquino, solo hablamos sobre la limpia del dinero y los camiones y esas cosas... aburridas.—

Su padre lo analizó por un par de segundos, aveces lograba hacer sentir escalofríos a Duxo.

—Parece que desde entonces tu y el hijo de Gustavo son muy amigos eh..—

—Nos llevamos bien ¿por qué?—

—Es que, hijo, siento que te esta quitando el tiempo para... bueno, tu sabes ¿conocer a alguna chica?—

—¿Ah? ¡Jaja! Papá, eso será para después.— Dijo sin tomarle mucha importancia.

—No Duxo, debe ser pronto. Tienes que tener heredero si no esta empresa no tendrá futuro.— 

Quería evadir el tema, pero era imposible si era por eso que su papá lo había llamado.

—¿De verdad no sales con nadie?—

—¡No! No tengo tiempo para eso, ya sabe que si no estoy aquí, estoy con Aquino y otros asuntos, no puedo tener una novia en este momento.—

—En ese caso te puedo dar vacaciones, sabes que ese no es un impedimento hijo.—

—Repito, no me interesa tener nada con nadie.—

Observo como su padre bajaba la mirada y suspiraba con aires de decepción.

—Lo intente por las buenas...— Dijo, desconcertando a Duxo.—En ese caso te haré conocer a una muchacha muy amable del vecindario.—

—¿¡QUÉ!?—

—Es la hija de un muy buen amigo mío, su hijo fue amigo tuyo en el preescolar.—

Duxo miro el suelo mientras tocaba fuertemente su frente. El enojo lo consumía.

—¡¿Cómo se le ocurre!?— Grito.

—Bueno, desde hace un tiempo tu madre y yo queremos nietos más aparte que te ayudara con un futuro heredero de todo esto. No vas a trabajar hasta tener 80 años, Gustavo ya esta retirado gracias a su hijo.—

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