❂Mi Otro Yo✪

♡_Como te conci_♡

Especial San Valentín
(Atrasado)

-1959-

Aquino siempre fue el legítimo heredero de la empresa de su padre.

Desde que cumplió 17 años se le habían dado las clases para poder llevar a flote la empresa de venta ilegal a gente peligrosa.

Su próxima lección sería el como mantener una buena relación con sus socios.

Caminaba junto a su padre, se encontraban yendo hacia las oficinas del dichoso socio de su padre (más bien su mejor amigo)

La familia Rethey, la cual era dueña de un gran casino.

Su visita era más para que los lazos de cada primogénito se mantuviera a flote para el resto de sus generaciones.

Aquino no era una persona de muchas palabras, por lo que no le gustaba la idea de ir y conocer a otro mafioso.

Tocaron la puerta y de inmediato fue abierta por un hombre de porte elegante y de un oscuro cabello largo.

—¡Gustavo! Los estábamos esperando.— Los recibió con una gran sonrisa.

—Supongo que tu debes ser el hijo de mi querido socio.. ¿Diego, cierto?—

—Puede llamarme Aquino.— Dijo con amabilidad.

El hombre ciertamente era una persona amigable, incluso con su aspecto de ser alguien importante y tal vez con un poco de ego, pero no tenia nada que ver con su aspecto.

—¿Y tu muchacho?— Interrumpió el padre de Aquino.

—No debe de tardar ¡Vengan! Siéntense.—

Se dirigieron al pequeño sofá de la oficina y se sentaron a la espera del hijo impuntual de la familia Rethey.

⋆⁺₊⋆ ☀︎ ⋆⁺₊⋆

Ya llevaban aproximadamente dos horas esperando. El muchacho no daba señales de aparecer.

—Bueno.. nos gustaría quedarnos pero, debemos volver antes de la cena.— Tal vez ya era demasiado tarde.

—Tienen razón. Discúlpame Gustavo, yo no crié a un hijo irresponsable.—

El y su padre se pusieron de pie, pero al instante escucharon el estruendo de la puerta ser azotada.

—¡Llegue!— Jadeo.

Y ahí estaba, el chico más atractivo que había visto en toda su existencia.

Esos ojos violetas tan característicos lo habían hecho sentir como su corazón comenzaba a apretarle y acelerarse de una manera incontrolable.

¿Acaso veía la perfección en persona?

—¡Duxo! ¿Cómo es posible que me hicieras quedar tan mal frente a tus futuros comerciantes? Me parece una falta de respeto.—

—¡Lo siento! Pido una sincera disculpa por mi impuntualidad.—

—No se preocupen.— Hablo Aquino.—Realmente no tenemos ningún problema con quedarnos un rato mas ¿cierto padre?—

Los dos hombre se miraron y con una mirada de sospecha asiente con su cabeza.

⋆⁺₊⋆ ☀︎ ⋆⁺₊⋆

Hablar de negocios jamas se le había hecho tan complicado a Aquino, pero ver a ese hombre tan refinado y ciertamente "ardiente" nada podía hacer concentrar a su cabeza.

Era tan hipnotizante y encantador verlo concentrado leyendo los papeles e informes que no recordaba para qué servían.

—¿Aquino?— Escucho que le hablaban.