1962..
El caminar de los dos hombres mas peligrosos de la ciudad era nulo para el oído humano.
Aunque esa noche parecían haber hecho mal esa regla pues el fuerte pisar molesto de Duxo se escuchaba por toda la cuadra.
Realmente habría querido regresar a casa solo, pero el insistir necio de Aquino lo hizo aceptar.
Llevaban molestos al menos unos dos meses, cosa que tenía mal a los dos.
El orgullo de Duxo impedía sus disculpas salir y eso era molesto para su relación.
La desconfianza era algo que comenzó a hacerse presente de un momento a otro y era tan extraño ya que precisamente se habían vuelto amantes por su confianza extrañamente adquirida, aun sin siquiera conocerse.
Duxo estaba al tanto de los pasos de su acompañante, no quería llevarse la sorpresa de una traición o una clase de trampa.
El simple freno de sus zapatos contra el suelo de piedra sucia lo hizo tomar su arma y apuntar a quien se supone amaba con todo su ser.
Contra todo pronóstico, solo pudo observar a Aquino hincarse frente a sus ojos mientras sacaba un anillo y se lo mostraba.
—¿Qué es esto?—. Apenas pudo decir.
—No puedo soportar un día mas de frió, mi bella flor violeta ¿aceptas?—.
Su arma aún apuntaba su cabeza, pero el seguro no sonó y al poco tiempo su bajo su brazo.
—¿Cómo? Sabes que esto es imposible—.
—No lo es para mí, al menos no lo será. No necesitamos firmar nada cuando sabemos que tu y yo somos uno mismo. Sabes que es mas allá de la simple lujuria que tenemos dentro ¿no es así?—.
—Yo.. no se que decir—. Sintió sus manos temblar y su rostro calentarse.
—Si aceptas prometo darte la vida que deseas, una vida llena de paz lejos de esta ciudad—. Eso le agradaba.—Pero si no deseas mi amor, puedes tomar tu pistola y disparame en el corazón—.
—Amas tu puesto, no podrías dejar ese maldito puesto de jefe para largarte conmigo—.
—Claro que si, amaría escapar contigo a donde el viento y el amor nos dirija—.
Su mirada miel tan brillanté comenzaba a hipnotizarlo.
—Solo dime si aceptas ser mi esposo, es la única respuesta que necesito para saber si debo morir de amor o no—.
Tan filosóficamente romántico, como lo recordaba.
A paso lento y silencio se acerco a y al igual que el se hincó frente suyo. Sin decir nada aparto la mano de Aquino para besar sus labios con cariño.
—Esto no solo se trata de mi, amor ¿estás seguro que quieres dejar todo por mi?—. Se miraron intensamente, casi como queriendo saber los pensamientos del otro.
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❂Mi Otro Yo✪
FanfictionAquino y Duxo llevan una larga relación de tres años. Lamentablemente el tiempo les hizo tener bastantes discusiones y diferencias con las que los hacía dudar de su relación como pareja. Pero un extraño día Aquino despertaría en otro universo, uno d...