Cap 14

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Cuando Iván llegó, vio todo en silencio. Había pasado una semana desde el último altercado y no se había cruzado mucho con el Omega; sin embargo, ahora lo estaba viendo. Soltó un suspiro al verlo durmiendo en el sillón con su pijama de gato. Vio que había comida en la mesa.

No supo si Rodrigo había comido, pero no quiso sentarse solo ahora que él estaba ahí. Lo vio demasiado tranquilo, pequeño, indefenso y dulce. Sonrió porque despierto era un pequeño diablillo que casi lo volvía loco, pero ahora durmiendo se veía lindo. Caminó hasta la mesa para levantar lo que cubría la comida y todo se veía bueno.

Decidió irse a duchar primero y, como siempre, encontró su baño lleno del olor del Omega. Estaba hasta por el más mínimo lugar y no sabía muy bien lo que eso le provocaba.Al regresar, lo vio durmiendo aún, pero prefirió no molestarlo porque se veía demasiado cómodo durmiendo y comenzó a comer en silencio. Saboreó la comida y bebió un poco de vino para seguir cortando la carne con elegancia. Al terminar, lo quedó mirando unos segundos más. Tenía casi intacto el olor de sus feromonas que había sentido el otro día. Había sido dulce e intenso donde había tenido que ser demasiado fuerte por la situación en la cual se encontraban. En su vida había sentido muchas feromonas de muchos Omegas. Flores, miel, durazno, vainilla, entre otros olores, pero sintió que el de Rodrigo había sido diferente.

Pasó las manos por su cabello por darse cuenta de que estaba pensando cosas que no tenían ni pies ni cabeza. Subió las escaleras con las intenciones de irse a dormir cuando vio la puerta de la habitación de Rodrigo medio abierta.

Se quedó parado en el pasillo mirando por unos segundos hasta que la curiosidad le ganó y avanzó hasta abrir por completo la puerta. Vio todo ordenado y limpió, entonces vio las flores en el jarrón. Estaba bien, pero ya algunas comenzaban a marchitarse. Estiró sus manos para tomar algunos pétalos y dirigió su mirada a la cama donde vio su chaqueta perfectamente doblada. La había olvidado por completo porque había estado demasiado lleno de trabajo en la semana. Pensó que de seguro tenía algo caminó para tomarla y verificarla, pero no tenía nada.

La llevó a su nariz porque tenía su aroma, pero también el de Rodrigo.

-¡¿Qué estás haciendo aquí?! -escuchó que Rodrigo gritaba.

Se giró para bajar y ver qué pasaba.

-¡Te dije que no quiero que te acerques a mí!

Avanzó bajando las escaleras porque no sabía quién había entrado a la casa para que él estuviera gritando de esa manera. Al llegar lo vio mirando a alguien con miedo cuando vio a Sky parado.

-¿Qué pasa? -preguntó Iván mirándolos a ambos.

Rodrigo al verlo sintió alivió de que hubiera llegado a casa y se acercó a él sin duda alguna.

-¡Este idiota estaba casi encima de mi! ¡¿Por qué lo dejas entrar?! ¡No quiero que entre!-gritó

-No estaba encima, jefe, solo iba pasando, creí que no había nadie-habló él.

Iván lo quedó mirando. No le vio nada extraño a aquello porque estaba más que acostumbrado a que entrara a la casa, ya que le tenía confianza.

-¡Está mintiendo!

-Él solo entra a veces-habló el Alfa, es normal porque yo se lo permito.

-¡Pues, ya deja de permitirle eso! ¡No quiero que se acerque a mí! —gritó porque lo había sentido casi pegado a su cuerpo.

Y no había sido simplemente eso, porque había sentido más que bien como lo había estado oliendo y tocando el rostro. El miedo estaba intacto en su cuerpo y se acercó a Iván todo lo que pudo porque aquel Alfa lo llenaba de desconfianza por la forma en que lo miraba, en que lo rondaba y todo.

La Compra De Un Omega- Rodrivan (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora