Cap 12

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Iván movió su cuello con cuidado porque estaba totalmente adolorido. Era la primera vez que dormía tan incómodo y en un sillón. Sintió que le dolía todo el cuerpo en realidad. Abrió sus ojos con lentitud y soltó un suspiro. Pestañeó un par de veces hasta que centró su mirada en Rodrigo. Lo vio durmiendo y se puso de pie para poder salir a estirarse un poco. No tenía su teléfono porque lo había dejado en el auto, pero pensó que podían ser como las diez de la mañana a más tardar. Cuando regresó, vio al Omega despierto mientras intentaba sentarse en la cama. Le dolía donde tenía la aguja, así que intentó mover el brazo lo menos posible.

-Hey-habló y Rodrigo levantó la mirada para verlo ahí de pie—¿te sientes mejor?

Lo vio desviar la mirada porque no sabía muy bien qué decir. Vio que la venda en su brazo tenía una pequeña mancha de sangre.

-Sí-susurró jugando con sus manos.

-Bien, menos mal.

-¿Qué te pasó en el brazo?

Iván se miró para ver que tenía un poco de sangre.

-Escucha, ¿sabes lo que acaba de suceder? ¿Recuerdas algo?

-Yo..., no mucho en realidad.

-Rodrigo, escucha-habló el Alfa sentándose a su lado, cuando yo te digo que no puedes andar solo afuera es por algo, no es por un simple capricho mío. Si te digo que no vayas a algún lado es porque sé muy bien en el lugar donde vivo y los riesgos que hay ahí. Es por eso que prefiero mil veces que estés dentro de la casa.

Rodrigo se quedó en silencio solamente mirando sus manos. Intentó hacer memoria, pero no tenía recuerdos de nada. Había una enorme laguna mental en su cabeza y lo último claro que tenía es que se había cruzado con unos hombres.

-Lo último que recuerdo es que iba caminando por un callejón cuando unos hombres aparecieron frente a mí. Quise intentar escapar, pero uno de ellos me tomó y me puso un paño cubriendo mi boca y nariz.

El Alfa tragó saliva y bajo la mirada por unos segundos.

-Las cosas no son así de sencillas. No termina todo porque un hombre te tomo y ya. Ese pueblo al que fuiste es pequeño y es conocido únicamente porque los Omegas siempre desaparecen ahí y tú fuiste a la boca del lobo por querer escapar. Si dije algo cuando bebí, lo siento mucho, no quise asustarte ni nada parecido y...

-Yo también lo siento -murmuró el Omega dándole una breve mirada—. Tienes esa herida por mi culpa, ¿verdad?

-Suelen llevar a los Omegas a unos lugares donde los drogan y sacarlos de ahí es casi imposible.

Supongo que no todos los Omegas tienen tan buena suerte como tú porque pude encontrarte a tiempo antes de que te enviaran a otro lugar del que jamás ibas a poder escapar. Los Omegas lindos como tú siempre son una fortuna.

Rodrigo sabía eso. Todos sabían sobre el contrabando de los Omegas y de lo que sucedía en ellos, pero él pensó que nunca iba a pasar por algo como eso. De la peor forma, aunque no recordaba nada de lo que había sucedido, había entendido hasta donde lo podían llevar sus caprichos y malas actitudes que podía tener en algunas ocasiones.

No supo como lo había sacado Iván, pero si había obtenido aquella herida por su culpa, le provocó culpabilidad y preocupación por las cosas que había tenido que pasar.

Se quedaron en silencio y Iván solo salió para poder hablar con el doctor y averiguar si estaba bien el irse a casa. Al entender que Rodrigo no tenía nada grave, sintió tranquilidad. No había habido abuso de por medio y nada más había sido la intensidad de la droga.

La Compra De Un Omega- Rodrivan (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora