Cap. 8

214 17 1
                                    

Pov narradora:

Rodrigo estaba más que feliz con toda su ropa nueva.

La tenía toda guardada y perfectamente doblada. Tenía tanta que la podía clasificar más que bien por ser de Chanel, Gucci, Christian Dior, Versace y Prada. Y era lo mismo con los perfumes que se había comprado, los había dejado todos ordenados por las marcas de Ralph Laurent, Chanel, Carolina Herrera, Calvin Klein, Versace y Paco Rabanne. Le gustaban los perfumes dulces, así que al echarse un poco dejó casi toda su habitación oliendo a perfume y toda la casa en realidad.

Estaba de buen humor, así que se fue abajo para comenzar a cocinar algo. Iván se había ido hace horas y ya era pasado el medio día.

No pensó en nada más que en tener algo delicioso para comer. Quiso ser un poco simpático porque Iván había sido bueno con él. Le quiso mostrar un poco que tan malo no era y comenzó a preparar comida para ambos. No supo muy bien si al Alfa le gustaba lo dulce o lo salado. A él le gustaba lo dulce, en especial las fresas, uvas y manzanas, así que solía comerlos siempre.

Vio que había carne, así que hizo un poco para él y para sí mismo se preparó un queque de frutos rojos.

Notó que era bastante temprano aún, así que tomó su teléfono para buscar un nombre y lo marcó cuando lo encontró. Quería ir a buscar algo de verdura, pero no quería ir solo, así que marcó el número de Tomas, uno de los Betas que siempre andaban vigilando el lugar.

-Hola, dígame-respondió el Beta de forma amable.

-¿Puedes venir a la casa?

-Claro, voy para allá.

-Pero solo tú, nadie más -ordenó Rodrigo.

-Por supuesto -aseguró el Beta.

Se quedó en la puerta esperando porque la tenía cerrada por dentro. Cuando fue tocada, quitó la seguridad y la abrió para ver a Tomas. Tenía el rostro amable igual que siempre y se veía simpático.

-¿Necesita algo?

-Sí, quiero que me acompañes allí -anunció a la vez que indicaba donde estaba el invernadero con su dedo índice, no quiero ir solo.

El Beta no entendió muy bien esa petición porque era algo que no estaba lejos y no había ninguna dificultad en el camino, pero solo terminó asintiendo con una sonrisa porque Iván le había dejado muy claro que no debía quitarle los ojos de encima.

Caminaron con lentitud y Rodrigo se dedicó a observar un poco más. Antes de llegar al invernadero, se quedó viendo que había una pequeña casa detrás de unos árboles. No supo lo que podía haber ahí, pero llamo toda su atención. Se notaba que nada más era una habitación y se preguntó si habrían más cosas abandonadas como en una habitación de la casa que había visto hace unos días.

Michael notó donde era que miraba y dijo:

-Fue construida hace mucho tiempo-comentó.

-¿Para qué?

-Es para cuando el jefe tiene su ciclo de calor: el rut.

Al oír eso fue que recordó que no tenía inhibidores y que su ciclo de calor estaba muy pronto a presentarse. Hizo cuentas mentalmentey, si sus cálculos no estaban malos, entonces a fin de mes iba a estar en celo y lo que menos deseaba era causar algo en Iván.

-¿ÉI...?-se quedó en silencio pensando en lo que iba a preguntar. Sabía que no era de su incumbencia, pero la pregunta simplemente abandonó sus labios: ¿Él pasa el rut solo?Tomas no tenía conocimiento de aquello, pero nunca había visto a algún Omega rondando el lugar. Sabía que una vez Ivan había estado con alguien y hasta ahí llegaba todo lo que sabía.-Nunca he visto a nadie. Probablemente siempre los pasaba solo, pero si lo tiene a usted yo creo que ya no.

La Compra De Un Omega- Rodrivan (Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora