⌗ ◟ 19 𓍼

705 49 18
                                    

Llegué a tu departamento, el día anterior había dejado ciertas cosas en tu recamara y no quería dejarlas ahí, abrí la puerta con la llave que me otorgaste y tu estabas tirado en el suelo llorando y cubriendote la cara ¿Lo hacías a propósito? Te miré un poco triste, no quería juzgarte porque en algún momento yo estuve igual, tirado en la puerta de un local en Brazil. Cuídate por favor. Entre tratando de evitar el más mínimo ruido posible, no se si estabas ebrio pero, eso no era algo digno de un atleta.
—Shoyo...
Fingí que no estaba ahí pero obviamente me notaste, estoy seguro que lo harías incluso si estamos a mil kilómetros de distancia o, eso solías decirme casi todo el tiempo, eramos unos tontos, pero éramos felices.
—¿Si?—dije un poco triste, odiaba verte en ese estado a pesar de todo lo que había pasado, seguías siendo mi amigo...
—Lo lamento...
—¿Por qué?—yo estaba de frente a la puerta de tu recamara y tu estabas tirado viendo la puerta principal, evitabamos el contacto de cualquier forma.
—Por ser un idiota contigo...
—Eso ya esta en el pasado...
—Igual necesito disculparme...
Suspire y entre a su recamara por lo que necesitaba. Salí con mis cosas y el seguía ahí, sin decir nada, lloraba en silencio ¿Qué tan mal se puede sentir amar a alguien?
—Shoyo...—No respondí.—No me dejes... por favor.
—Adiós, Tobio.
¿Algún día esto valdrá la pena?

( 𝖨𐓣𝗏ꪱᜒ౿𝗋𐓣𝗈 'ƙɑ𝗀౿𝗁ꪱᜒ𐓣ɑ' )

Siempre diacutiamos, nunca estábamos en paz, ni siquiera puedo recordar si antes realmente estábamos bien. ¿Qué te ha pasado Tobio? Tú no eres el chico del que me enamoré en preparatoria... ¿Si quiera sabes lo mucho que te ame antes? Tu comportamiento me demuestra que no. Pasaron unos meses desde entonces, ¿que carajos hacia a tu lado?
Te llame y te pedí vernos, tu propusiste vernos en la tienda de conveniencia de siempre pero, ese lugar ya no tenía nada lindo, solo era un recordatorio para mi de como pueden cambiar las personas, me daba asco, me daba asco tu comportamiento, tu manera de ser, tu forma de pensar, de amar... me dabas asco, estaba harto de ese comportamiento y por fin le pondría fin. Te dije que no viéramos en el parque que estaba cerca del Karasuno, ese que cruzábamos para tomar camino a nuestras casas, tu accediste y nos vimos ahí.
—¡Hinata! Vine lo más rápido que pude.
—Tobio...
—Antes de que digas algo, ven conmigo.—me tomaste de la mano y corrimos hacia tu coche, te veías feliz... pero debía arruinarlo. Conducirte hasta tu casa, entramos y me mostraste algo, eran fotos de nosotros en cuadros por toda tu pared, iban de varios tamaños y había una que aún no estaba llena.—Ese espacio es para la foto que algún día llegara ¿Sabes cual?
—¿Cuál?
—Nuestra boda...
No te respondí... ¿Cómo te diría que ese momento nunca llegaría?
—¿Shoyo?
—Ah... que lindo detalle...
—¿Qué pasa?
—Estoy harto...—me miraste confundido. ¿Cómo te lo diría después de esto?Me sentí atado y acorralado...
—¿Harto?... ¿De qué?
—Mi hermana y mi mamá creen que eres la persona ideal, que nunca me harías mal y me gusta que tengan esa idea pero, ¿Sabes lo difícil que se ha vuelto mentirles? ¿Soportar cada una de tus estúpidos berrinches?
—Perdóname... ¿Qué quieres decir?
—No quiero seguir en una relación la cuál... ¡la cuál no tiene futuro! No tiene sentido... podemos conocer a más personas, personas que no nos hagan daño, y aquí estamos...
—No digas eso...
—Tobio Kageyama, me haz atormentado lo suficiente... Basta de esto.
No hubo ninguna respuesta por tu parte, creí que lloraría pero, en vez de eso, sentí que no podía sentir nada...—No te digo adiós, te digo que algún día nos volveremos a ver pero, ya no será como una pareja... ¿Amigos?—me viste triste, pero sabias que esto era lo mejor.
—No puedo aceptarlo Shoyo, gracias. Por favor, retírate...
Te sonreí y me fuí, sabia que algún día volveríamos a vernos, volveríamos a sonreír juntos, seríamos solo tu y yo pero, no ahora. Ninguno de los dos estaba listo para madurar y saber que hacer, nos vemos, tobio. Tal vez, en algún universo no nos separamos, pero, en este era lo mejor. ¿Algún día valdrá la pena? Ahora tengo respuesta a eso, si... si lo hara.

Las frías noches son las que ahora me acompañan, ya no existe el sol ni el calor desde que tu te fuiste, o bueno, yo me fui

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Las frías noches son las que ahora me acompañan, ya no existe el sol ni el calor desde que tu te fuiste, o bueno, yo me fui. Amor mío ¿sigues siendo mi amor?... Te deje ir, pero no de mi mente. Quiero alejarte, pero no de mi corazón. Soy indeciso, digo que te he olvidado pero aún tus caricias se extienden por todo mi cuerpo, dejo fluir la dría noche y ahí estas tú, en cada esquina de la habitación estás tú. Te veo sin importar el lugar, la hora, la persona con la que este ¿Algún día te iras? Puedo soltarte y olvidarte, conocer gente nueva y amarle...
Pero no quiero...
Necesito alejarme, pero, también necesito de ti, necesito tu voz, tus mensajes, tu sonrisa. Nunca creí que el amor me utilizaría, que la nostalgia me traicionaria, nunca creí que el que tu te fueras dejaría un vacío tan grande en mi como no lo imaginas. Desde que te fuiste, mis sueños, mis promesas, mi inspiración, mi curiosidad y mi amor dejaron mi cuerpo y alma ¿Acaso la vida tiene sentido sin ti? Te abandone sin quererlo, lo más impensable que pude haber hecho.
Pero no importa, seguiré aquí, seguiré queriendo, seguiré pensando y recordando aquellos momentos que, felizmente vivimos...
¿Perdí al amor de mi vida? No, pero, perdí el amor de una parte de mi vida...

¿Perdí al amor de mi vida? No, pero, perdí el amor de una parte de mi vida

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Invierno 'Kagehina' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora