Lo conocí en la preparatoria, el rey de la cancha,tan egoista como lindo, a pesar de haber tenido un partido en la secundaria, esta vez tendriamos un encuentro cercano, en el mismo club, misma preparatoria y mismas metas. El día que nos conocimos estaba tan descorcentado por verlo ahi ¿Que hacia ese tipo aqui? ¡Claro!, como siempre la atención solo estaba centrada en él, él siempre era la estrella, el talentoso, él era todo. A mi no me molestaba siempre y cuando me pasara la pelota, amaba rematar. Tobio Kageyama, ese es su nombre, el nombre del chico que me causo un sin fin de problemas y, quien logro volver a sacar mi brillo. Le debia todo a él. En Enero de ese año —ibamos en 1° de preparatoria— recorriamos los pasillos juntos, aunque a veces el lo arruinaba con sus estupidas preguntas o afirmaciones que desataban una discusión, odiaba cuando me decia idiota pues, aunque el no lo sabia, desde entonces le agarre cariño, un cariño que no sabria explicar. Él era único. Normalmente los viernes después del club, pasabamos por la tienda de la familia del entrenador Ukai y comprabamos bollos de carne para compartir, a veces discutiamos porque nos faltaba dinero y no creiamos correcto pedir prestado, así que, se volvio una tradición comprar un solo bollo —era para lo único que nos alcanzaba—y lo partiamos a la mitad. Habia días en los que a pesar de traer dinero siempre haciamos lo mismo, un solo bollo partido a la mitad para cada uno, era lindo compartir esos momentos con él. En Julio —cuando ibamos en 2°—, cuando no hubo entranamiento por mantenimiento —o algo similar— fuimos a cenar con todos nuestros compañeros, después de eso, fuimos a la parada de siempre, en donde yo tomaba rumbo a mi casa sobre la montaña y el a la suya, ahi en esa parada habitual, me pidio ser su novio, fue un momento tan dulce que creo me puse a llorar antes de decirle que si. Este chico me volvia loco.
Ahora vamos en 3°, habia tenido grandes momentos en aquella preparatoria. Estabamos a unos días de graduarnos y decidir acerca de nuestra vida, Sugawara, Asahi y Daichi a veces venian a saludar de vez en cuando y sabiamos que Noya habia decidido viajar por todo el mundo y se estaba preparando para eso, en serio le deseo éxito. —¿En que piensas, shou? —Vamos a salir de preparatoria en una semana, increible...—él me sonrió y palmeo la espalda.—¿Qué haras tú después? —Jugare al volleybal—hizo una pausa— en una gran liga. Al escuchar eso me emocione mucho por él, al parecer sus sueños de jugar en una subliga de Japón podria cumplirse. —¡Eso es maravilloso, cielo! ¿Jugaras para Japón? —Aún no estoy seguro, pero eso espero. —¡Seguro que lo haras!— él me vio y me dio una calida sonrisa, se inclino y... me dio un beso en la frente. Senti que el tiempo paro unos segundos, él era el mejor. —Gracias, shou. Le di un suave golpe en el hombro—No tienes que ser modesto conmigo, se lo grandioso que eres y se que lo lograras.—El se rio, se acerco a mi y me agarro del menton. —¿ah, si?—me dio una sonrisa coqueta y yo solo asentí. En esa tarde tan linda, fue nuestro primer beso, esos momentos se quedaran conmigo para toda la vida, en serio lo amo.
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Ultimamente me sentia muy a la sombra de todas las personas, siempre habia alguien mejor que yo, ¡me sentia tan incompetente! Necesitaba salir de mi agujero, pero no podia. Ya ni siquiera podia jugar al volleyball, me molestaba no haber mejorado tanto ¿Que hice todos estos años?¿Porque no soy capaz de mejorar? ¡Incluso tsukishima jugaba para frogs! ¿Yo tendre mi momento?...
¡Brazil! El mejor lugar para aprender sobre tus propias capacidades y limites
Era un anuncio en la tele—Brazil...—Brazil era la nueva meta, tenia que ir alli, necesitaba mejorar, dejar de ser la sombra de los demás y volverme mi propia leyenda.
Al cabo de unos meses logre juntar todo el dinero que necesitaba, pero aun no lo hablaba con mis amigos—unicamente kenma, bokuto y por consecuencia akashi sabian— y familiares o incluso con kags, sentia que era una desición de la cual debian saber. Pensar en irme del país me ponia un poco nervioso, pero, si no lo hacia no podria mejorar, además, queria liberarme un poco de todos lados, sobre todo, de aquellos lugares en los que siempre ponian los ranking de los mejores jugadores, me molestaba ver como ellos mejoraban y yo no avanzaba, a pesar de ser eso un poco egoísta de mi parte, me molestaba ver que personas cercanas a mi tenian éxito pero yo no. No se como explicarlo, me daba gusto ver que ellos triunfaban, pero me molestaba que no era yo quien lograba triunfar ¿Acaso mi esfuerzo no importa? Cada que estaba mi celular cerca me daba ansiedad si quiera verlo, pues, las notificaciones que me atormentan empezarian ¿Que me importa que alguien cercano a mi mejore día a día? Quiero decir, claro que me da gusto, pero ese deberia ser yo ¿Acaso es tan dificil que también me reconozcan? Nevesitaba dejar de pensar en eso, era odioso sentirme así ¿Por qué no me puedo alegrar por los triunfos de mis amigos?—¡Ring, ring!— mi telefono estaba sonando. Conteste al ver quien era, supongo que me alegraba un poco hablar con él.
¡Shou!
¡Hola kags!
Tengo algo importante que decirte, ¿puedes venir a la tienda de conveniencia?
¿Ahora mismo?
Pues si, tonto
Colgue y me puse un abrigo para ir directo hacia él. Aprovecharia también para hablarle sobre mi viaje a Brazil y mis razones, temia que esto lo molestara o hiciera que nuestra relación pasara de excelente a pesima. Iba pensando tanto que no note en cuento llegue, él estaba esperando fuera con un bollo de carne como era costumbre. —¡Shou!—me acerque a él y nos dimos un gran abrazo, habian pasado unos días que no lo veía, pero siempre estabamos en contacto.—¡No vas a adivinar que me paso!—parecia ser algo maravilloso, pues su rostro erradiaba felicidad. —¿Que te ha pasado?—el saco su smartphone y me mostro un artículo que se centraba en él. 'Tobio kageyama un colocador genio' oh... —Me alegro mucho por ti... —yo decia algo pero mi voz y mi comportamiento decian otra cosa, claro que estaba feliz, por supuesto que lo estaba... —¿Pasa algo?—parecia preocupado, o tal vez habia notado lo egoísta que soy, carajo.—No pareces tan feliz como imagine que lo estarias... —No es que no este feliz...—¿Como podia justificarme?—Es solo que...—mi unica salida era contarle sobre Brazil.—Kageyama, me ire a Brazil y no sabia como decirtelo. —Oh ¿Acaso no te inspiro confianza como para que me lo digas? —¿Estas molesto por mi desición? —No evadas mi pregunta.—realmente parecia molesto —No te lo dije porque no queria que nuestra relación cambiara—jugaba con mis dedos, me encontraba realmente nervioso—temia tu reacción —No se, por un lado estoy feliz por ti, pero por otro me pregunto si es lo mejor... —¡Lo sera! Nada cambiara...—temía a la idea de que las cosas cambiaran entre nosotros o que incluso acabaran. —¿Lo prometes? —¡Claro que si!—nos dimos un abrazo y partimos nuestro bollo de carne. Comer siempre me animaba un poco...
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