**¡Aclaraciones!** Esta parte sera contado en perspectiva de Tobio Kageyama.
Salí de la habitación después de acobijar a Shoyo, creo que esto podría mejorar demasiado, si tan solo el no hubiera estado allí... —¡Hoshiumi! ¿Qué haces aquí?... El se limpio las lagrimas con su antebrazo y me miró, su mirada era tan triste y desviada... —Tobio, sabes que te amo... —Y yo a ti-...—él me interrumpió, fue un alivio, pude haber dicho algo que pudo estar mal. —Pero tu no puedes vivir sin Shōyo y yo no puedo vivir contigo... —¿Qué dices? ¡Hoshiumi! —Fue mi culpa, yo sabía que me estaba metiendo en un lugar del cual saldría mal, y aún así entre... —¡Esto se puede arreglar! —No Tobio, nada se arreglara si yo sigo aqui.—el se acercó a mí y me dio un beso en la mejilla.—Se feliz con él o con quién tu quieras, yo ya no puedo seguir con esto.—dicho aquello se retiro... ¿Por qué todo me salía mal? Trate de ir tras él pero él fue más rápido, cuando salí el ya no estaba. ¡Carajo! Yo también me fui, no volvería hasta el día siguiente, claro que le diría a Hoshiumi sobre esto, pero esta no era la forma que yo esperaba.
( 𝖨𐓣𝗏ꪱᜒ౿𝗋𐓣𝗈 'ƙɑ𝗀౿𝗁ꪱᜒ𐓣ɑ' )
Las cosas del día anterior me seguian a todas partes, sobre todo porque Hoshiumi estuvo ahí y escucho todo, claro me sentía mal por él, esa no era la forma en qué le diría todo. Las palabras que recito para mí me ardían de pies a cabeza y viceversa, ¿que es lo que estoy pagando? Yo estaba mal por eso, pero no tanto. Regrese al departamento y Shoyo ya estaba en la sala vestido, yo lo ví indiferente y me fui a la cocina, el me siguió pero yo no quería hablar, ¿Cómo le diría que lo amo pero no estaba seguro de lo que seguía? Eso estaría peor, quería estar con él por la eternidad aunque fuera egoísta por mi parte. ¿Qué es el amor sin un poco de tragedia? No era nada. El amor que siento por Shoyo incluso podría considerarse obsesivo, a mi me da miedo mi forma de amar pero, era mi vida y mi manera y, si estaba mal, con el tiempo me daría cuenta. Cada vez que yo quería interactuar con Shoyo había algo que me detenía, supongo que era mi instinto pero cada vez él se veía más molesto. Desayunamos juntos y se fue, su semblante era frío. Solo le estaba haciendo daño, ¿Acaso no teníamos un futuro como pareja? ¿Qué mierda había pasado? No nací para amar...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
