⌗ ◟ 17 𓍼

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Me pregunto si todo esto que hice como perdonarte algún día valdrá realmente la pena, ese día estábamos en tu cuarto, yo recién llegaba de Brasil y tuvimos una no tan fuerte discusión con Korai presente en aquella tienda de conveniencia, ya no era un lugar lindo para mi y todo era tu culpa. Estaba harto de como tratabas de justificarte ante todo poniéndote como la víctima de todas las situaciones. Siempre eras tú el afectado. Y ahora, que por fin logró darme cuenta es cuando más atado a ti estoy, estoy tan atado que siento que, a pesar de tus acciones si me dejas mi camino termina, porque lamentablemente, solo teníamos 17 años más o menos y era Invierno, ¿Qué se supone que hagamos lo adolescentes en ese tiempo? Aprendiamos a amar y teníamos nuevas experiencias, pero no sabíamos lo que verdaderamente era el amor. Y ahora, estando en tu habitación recién llegado me tenías a tus pies, porque aquellas palabras tan lindas que me otorgaste, me manipularon por completo aquel día.
Me encontraba bajo tuyo, estábamos a punto de hacer el amor, porque no solo era sexo, tendríamos un momento que para mi y mi estúpida mente sería algo lleno de amor, que a partir de ahí, todo mejoraría ¿A caso lo hizo?
—Shoyo, te amo.—Lo pronunciabas tan dulce que creí que realmente cambiarías, que de verdad me amabas.
—Yo también te amo
Ese momento quedaría grabado en mi, tanto en mi cuerpo como en mi corazón, me entregué al hombre que amaba por completo a pesar de haber dicho que ya no me dejaría tomar por alguien que no me amaba, ¿fui un tonto por creerte?
A la mañana siguiente de aquello tu ya te habías ido, yo estaba solo en tu cama pero me sentía bien, y por un momento lo estuvo. Me enorgullecia decir que lo habíamos arreglado todo pero, ¿Cómo volvimos a este hoyo del que nos costo salir? ¿Acaso todo lo que lo logramos ya no valía la pena? Recuerdo que ese día tuvimos una discusión grande, siempre estábamos mal pues, siempre estabas con tus secretos y siempre lograbamos arreglarlo pero, ese día no fue así ¿Tanto te costaba ser coherente?

( 𝖨𐓣𝗏ꪱᜒ౿𝗋𐓣𝗈 'ƙɑ𝗀౿𝗁ꪱᜒ𐓣ɑ' )

Llegue a mi casa muy molesto, primero lo que pasó con Atsumu y todas sus estupidas preguntas y afirmaciones ¿Qué le importaba? Al llegar, note que tenía notificaciones de Tobio, otra molestia pero ánimos a la vez en mi vida.

Shoyo, lamento todo aquello.
Podemos hablar?

Ns...

Por favor shoyo.

Esta bien, pero que sea rápido.

Ven a mi casa
aún recuerdas como llegar, no?

Si

Ok, te veo aquí.

Fui casi corriendo hacia su casa, quería verlo y exigirle una explicación, no me importaba que me mintiera solo no quería alejarme de él, no podía estar vivo sin él...
Llegué y toque la puerta, él me recibió y me otorgó una de esas sonrisas que extrañaba ver, casi me tiro hacia él pero no, debía verme como si ya no me importara.
—Shoyo—el me hablo entre lágrimas, quería decirle que lo perdonaba y que ya no importaba lo demás, pero eso doleria más que nada.
—¿Qué?
—Por favor no seas así, se que cometí errores pero, solo han pasado unos días...
—Ha pasado demasiado desde que mentiste y fingiste que nada pasaba, así que, no digas que solo ha pasado unos días.
Él se tiro de rodillas a mis pies y empezó a llorar, todavía estábamos afuera, bueno, el adentro y yo afuera.
—Levántate por favor...—Aguantaba mis lágrimas y ganas de consolarlo lo más que podía, esto me mataba. Estuvimos ahí un par de minutos hasta que el logro calmarse y me invito a pasar, yo accedí.
—¿Por qué querías que nos viéramos?
—Quiero...—hizo una pausa para tragar saliva y evitar volver a llorar—pedirte una gran disculpa por ser un idiota.
—Las disculpas ya no sirven de nada...
—Dame una última oportunidad, juro que te volveré a enamorar...
—Tobio-...—Antes de que pudiera terminar mi oración el me había agarrado por la cintura y me dio un beso, yo lo abrace por lo hombros, mentiría si no dijera que yo también soy un idiota por creer cada una de sus mentiras pero, el amor es confuso y da miles de vueltas. El beso no paraba, entonces, el puso sus manos por abajo de mis piernas y me cargo sin parar aquel ocupado beso. Llegamos hasta su habitación y él me bajo a su cama, empecé a quitarle la playera que traía y el me acorralaba en un punto de su cama.
—No volveré a perderte, Shoyo.
—Kags...—me empezó a besar el cuello apasionadamente dejando marcas al rededor de él y la habitación se inundó de mis gemidos, trate de controlarlos tapandome la boca con mis manos o mordiéndome el labio, pero era inevitable. Esa escena se volvió algo lleno de sentimientos, sentimientos que me habían costado aceptar y me hacían olvidar lo que no debía perdonar.
—Te amo, Shoyo.
Creo que una que otra lagrima mía se derramó, no se si era por aquel dolor que sentía cada que lo introducias o por las palabras tan dulces que me decías. Yo también te amo, Tobio ¿Cómo puedo negarlo?
—Kags, te amo más de lo que imaginas.
Nos dejamos llevar por aquel momento, deje de cubrirme la boca o morderme el labio, simplemente disfrutamos mutuamente de la situación tan calida que se había presentado. Ni siquiera notamos cuando la puerta principal se abrió o quien se quedó allí... ¿Tú verdaderamente me amas, Tobio? ¿O solo fue algo momentáneo por la ocasión?

Invierno 'Kagehina' Donde viven las historias. Descúbrelo ahora