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Un par de días antes:

-Señor lamento decirle que no podemos hacer eso, está sede está llena- comentó el recepcionista

-Déjeme hablar con su jefe el y yo seguro que nos entendemos- aquel pobre muchacho que trabaja en la central suspiro

-Bien, dígame su nombre-

-Me puede llamar Félix-

-Bien pues espere sentado por favor- Félix asintió y se sentó en su sitio.

¿Qué estaba haciendo? Se preguntaba a sí mismo ¿Qué tan importante era para tener que pagar?

-Señor- llamó de nuevo el muchacho -Puede pasar a verle-

-Estupendo- así caminó por el largo pasillo hasta el ascensor, el cual tomó para subir a la última planta y dirigirse al despacho del director

-Adelante- hablaron desde el otro lado haciendo que el pasará dentro y se sentará -Me ha dicho mi secretario que quieres hablar conmigo-

-Si vera seré claro, necesito que acepten a este hombre- dijo enseñándole una foto -En está sede de Añasco, no le pueden mandar a San Juan-

-Lo lamento señor pero no podemos hacer nada, aquí no hay sitio-

-Pero puede despedir a algún empleado para dejarle entrar, es importante-

-Lo lamento pero eso no es posible- insistió el jefe

-Mire esto es por las buenas o por las malas no le estoy preguntando si lo puede hacer o no, le estoy pidiendo que lo haga- habló más serio

-Cuidado con las amenazas que llamó a los de seguridad- pero Félix rió

-Adelante llamelos- ¿De que tenía que tener miedo si con un solo silbido todos estarían muertos? -Pero le tengo un mejor trato-

-Cuénteme-

-Le pagaré lo que quiera por echar a uno de sus trabajadores-

-¿Lo que yo quiera?- dudó

-Lo que usted quiera-


































19 de Junio del 2010

4:30 p.m.

Natalia y Victoria estaban sentadas en el sofá de la casa de la pelinegra ya que sus padres no se encontraban hoy ahí.

Disfrutarán de su compañía mientras veían una película de dibujos animados y comían palomitas de maíz

-Había pensado en hacer una fiesta pero con tu grupo y el mío- habló Victoria esperando a que pasaran los anuncios

-Estaría bien pero sin Andy-

-Sabes que no puedo hacer eso, pero que esté no significa que no esté contigo- dijo Victoria con una sonrisa

-Bien- acabó cediendo -¿Lo podemos hacer hoy?-

-Pero yo no he avisado a nadie-

-Y qué, díselo ahora, tengo casa sola además mis amigas se apuntan siempre a un bombardeo así que-

-Hoy no es un mal dia-

-¿Ves?- con eso la empujó para que se levantará -Vete a por el móvil y las avisas yo voy a escribir a las mías-

Así en menos de dos minutos organizaron una fiesta por la noche.

§🧡Experimento 508🧡§Donde viven las historias. Descúbrelo ahora