Capítulo 9

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-Claro que entrará, es más te aplastará como a una cucaracha, tabla sin gracia- Una frase con tanto poder que destruyó por completo a la inerte Hanna que fue incapaz de oponerse a lo dicho.

-¡Jiminie!- Se escuchó seguido de sus pasos apresurados hacia el chico que se recargaba en el umbral de la puerta del salón en espera a un saludo digno de una amistad desde que tenían uso de razón, Jimin su mejor amigo había estado presente en toda su vida, desde la cuna hasta su más reciente logro como honor académico de su grado, él era definitivamente una pieza fundamental en la vida de Mi suk.

-Hola linda, pasaba por el lugar y pensé en visitarte, no pude evitar escuchar la conversación y la verdad me parece tan estupido que exista aún gente con una mente tan hueca, deberían encerrar a esos enfermos- La rabia torno la cara de Hanna a un rojo intenso, sus hombros se tensaron y sus puños deseosos de tomar venganza con sus propias manos se apretaron con fuerza, pero no pudo hacer nada al respecto, no podía darse el lujo de tener tantos testigos en su contra.

-Genial, la vaca y su mejor amigo la mariquita, el dúo dinámico, que tierno- Alcanzó a formular en su limitado cerebro, al fin de al cabo la gente tan hueca es incapaz de decir cosas coherentes.

-¿Qué pasa Hanna? ¿Envidia acaso? No es mi culpa que hayan más hombres deseosos de tenerme que a ti, barbie plastificada- Jimin hablaba con propiedad y altura al insultar, Mi suk amaba sus respuestas y anhelaba ser así de certera como él, Hanna se tragó toda su rabia pues para su desgracia el profesor Namjoon había escuchado todo el bullicio y se quedó para verificar.

-No necesito a nadie más que mi Jinnie o no cariño- Se mofó causando las risas burlonas de Jimin.

-Wowww Jin... pensé que tenías no sé, gustos buenos, pero que bajo has caído, en fin ya saben lo que dicen, los precios bajos son los más cotizados- Jin guardó un silencio sepulcral que humilló aún más a la rubia y Mi suk supo que eso la había devastado, esta sólo pudo salir del lugar empujando a quien se atravesara en su camino y Jin no tuvo más remedio que seguirle el paso, para tratar de calmar su rabia, por un momento Mi suk lo compadeció, pues sabía que no era fácil involucrase con una mujer de ese talante. Jimin se encogió de hombros y le dio la espalda a la ruidosa distracción que no lo dejaba centrarse en lo que realmente le importaba.

-Bueno en fin, ¿acaso escuché que vas a ponerte un overol?- Alzó ambas cejas al ver la mirada de terror en los ojos de Mi suk, para su suerte ese era un sí.

-Bueno sí, la verdad no me convence mucho la idea, pero esta tarde iré con mis amigas al centro comercial, por cierto ella es Sunny y ella Sun Hee y bueno él es Park Jimin mi mejor amigo- Jimin de adelanto a ella y les besó la mano a cada una, causando sonrojos estrepitosos en ambas, Jimin solía ser un galán de primera y un caballero de alto calibre.

-Encantado de conocerlas y saber que mi linda Mi suk tiene buenas amigas en este asqueroso lugar- Jimin había estado preocupado por si Mi suk y ahora que sabía que había logrado conseguir amigas, se sentía menos miserable por partir.

-Eh es un placer- Sunny titubeó un poco y codeó a Sun Hee quien no podía parar de verlo a los ojos.

-L-lo mismo digo- Tartamudeó finalmente y Jimin embozó una sonrisa amplia y celestial que iluminó sus rostros.

-Son encantadoras en verdad, pero bueno, volviendo a lo mío, si mis cálculos no me fallan sales dentro de 5 minutos, así que vamos, vayan arreglando sus cosas, yo las llevo al centro comercial- Se ofreció con el ánimo a tope y tomando la mano de Mi suk la llevó consigo para que esta se apresurara a prepararse para salir.

El camino al centro comercial fue de lo mas entretenido para las chicas, Jimin era el centro de las conversaciones, siendo carismático, divertido y dinámico no dejaba que nadie se sintiese excluido y de hecho eso era lo que Mi suk extrañaba más, él era parte de su alma, era esa luz que necesita para iluminar sus días.

Hay una vieja creencia que dice que todo extrovertido adopta a un introvertido y lo hace parte importante de su vida y eso era lo que Jimin y Mi suk tenían, cuando él estaba ahí, ella no sentía miedo, podía alzar la mirada sin pena a ser humillada, era extraño pues ella sabía que con él no era el único que le pasaba aquello y aunque le costara reconocerlo, se sintió más protegida al sentir la presencia de Namjoon cuando se enfrentó a Hanna, sin embargo el sentimiento era diferente tanto que le daba miedo imaginar que se tratase de algo más.

-Oye Mi suk, ¿porqué no nos contaste que tenías un amigo tan guapo?- Sunny necesitaba respuestas y no estaba dispuesta a esperar por ellas, así que aprovechó cuando Jimin se distrajo con algunas prendas para hacer las respectivas averiguaciones.

-No lo sé, supongo que lo olvidé- Mi suk se encogió de hombros y volvió a lo suyo, pero Sun Hee también estaba deseosa de saber más e intervino.

-Pero, ¿es verdad que le gusta lo mismo que a nosotras?- Se atrevió a preguntar más no esperaba que el oído agudizado de Jimin alcanzase a captar su interrogante y pese a que fue una pregunta insensata, este no la tomó a mal.

-Así es, de hecho me encantan los chicos- Respondió por Mi suk quien no pudo contenerse al ver como el rostro de las chicas se transformó, llenas de vergüenza ambas bajaron la mirada como si de un crimen se tratase.

-Ay Dios mío, perdona mi atrevimiento Jimin- Sun Hee quería convertirse en un avestruz y ocultar su rostro bajo tierra pero lo único que pudo hacer al respecto fue ocultarlo con una chaqueta de lona que minutos atrás había tomado del colgador.

-Tranquilas, no es un secreto, es un hecho verídico y comprobado, y no me da vergüenza aceptarlo, considérenme una amiga más, bien, ¿qué les parece si las llevo a casa luego de comer algo?- Propuso alzando su tarjeta de crédito que lo calificaba como un adulto independiente.

-Eso sería maravilloso pero...- Se detuvo al recordar -Espera, Dios mío olvidé a mi hermano, soy de lo peor ¡no puede ser!- Jimin la detuvo y tomándola de los hombros solucionó nuevamente su crisis.

-Mi suk, ya lo tengo solucionado, mi novio lo llevó a casa, de hecho ya está ahí- Jimin le mostró la conversación con su novio como prueba y Mi suk pudo respirar con tranquilidad, aunque el hecho de que Jimin no le comentara que estaba saliendo con alguien la tomó por sorpresa, lo dejaría pasar por el momento, pero era evidente que tenían cosas que discutir.

-Bueno, ¿listas para pagar?- Sun Hee y Sunny voltearon hacia Mi suk y Jimin supo de inmediato que habia un problema.

-Es que Mi suk aún no se prueba el overol, se ha probado de todo menos eso- Confesó Sun Hee, Jimin se acercó a Mi suk y posando sus manos en sus hombros indagó al respecto.

-Estoy seguro que te pasé la talla correcta, ¿es que acaso no te gustó? ¿Quieres otro diseño? Podemos ir a otra tienda si quieres- Jimin sabía que no se trataba del diseño o la talla, pero no la expondría ante las chicas en las que aún no depositaba toda su confianza, tomando su mano la sacó del área y la llevó a los vestidores.

-No puedo hacerlo, tengo mucho miedo, tú me viste, sabes que se sale completamente de mi estilo y no se ve para nada bien, aunque ellas digan lo contrarío ambos sabemos que es un fracaso- La mirada de Mi suk se humedeció y pequeñas lágrimas rodaron por sus mejillas, pero Jimin no permitió que esa inseguridad se apoderara de ella, abrazándola contra su pecho le trató de transmitir su confianza.

-No tengas miedo bebé, te verás hermosa, más hermosa de lo que eres, recuerda que la belleza está en ti, no en lo que uses, sé tú misma y brilla más que nunca- Las palabras de Jimin resonaron en la cabeza de Mi suk y auto convenciéndose de ello, tomó aire y asintió mientras se ayudaba así misma a mermar su llanto, Jimin sonrió complacido y besó su frente -Todo va estar bien, te lo prometo- Mi suk asintió y decidida a comenzar a hacer el cambio que tanto deseaba, levantó la frente en alto y caminó sin miedo al éxito.

La victoria es para los valientes y los que realmente están dispuestos al cambio, a los que no temen y anhelan un mundo libre donde puedan verse a sí mismos como los protagonistas de su propia historia.

Cuando Nadie Nos Ve (Reeditando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora