4

83 17 10
                                    

Había pasado un mes desde la última vez que había hablado con Jongho. Sabía que no era lo más sabio o lo más valiente, pero no había podido evitar actuar así después de lo que el menor le había dicho, porque lo había hecho sentir realmente incómodo.

Podía ser que solo hubiesen sido palabras de burla de parte de él, de hecho eso era lo más probable, el problema fue lo que le hizo sentir. Se había sentido terriblemente avergonzado y nervioso, no solo por las palabras sino por la manera tan profunda que tenía Jongho de mirar, eso mezclado con sus palabras había logrado desequilibrarlo de una manera insospechada. Y si lo pensaba un poco se sentía hasta ridiculo por haber actuado de esa forma cuando lo único que le había dicho era que no iba a perder su amor por nada.

Jongho había estado haciendo una clara referencia al cuento que mismo había decidido leer, eso era obvio. Y de no ser así, bien podía referirse a su amor como amigo. El problema fue que él lo había percibido como si Jongho le hubiese estado hablando de manera romántica. ¿Por qué?no tenía la menor idea, ya que Jongho nunca había actuado de otra forma que no fuera como un amigo con él. Por eso no entendía por qué su corazón había latido tan rápido o por qué había sentido como si tuviera una gran presión en el pecho. Eso le asustó aunque lo hubiera disfrazado de molestia.

Y cuando después estuvo solo en su habitación teniendo tiempo de sobra para pensar en lo que le había pasado, se asustó aún más. Se asustó y actuó de la peor forma, la única que creyó sería la mejor. Se alejó de su amigo y dejó que aquella chica que ni siquiera le gustaba se le acercara más, porque necesitaba comprobar algo. Necesitaba comprobar que aquello que había sentido solo se debía a que la amistad que tenía con Jongho era especial, porque había logrado conectar con alguien como nunca antes había hecho.Eso era todo.

De ninguna manera estaba sintiendo algo más por él...

Por eso dejó que Yuna se le acercara y le coqueteara como hacía siempre que tenía oportunidad. Porque pensó que ya era hora de dejar que se le acercara una chica otra vez ¿Y que más fácil que Yuna que ya anunciaba a los cuatro vientos lo mucho que él le gustaba?

Y una vez que le dejó acercarse comprobó que ella no era para nada desagradable como le había parecido hace unos cuantos días atrás. La había juzgado mal. Recordó que lo mismo le había pasado con Jongho, lo había juzgado duramente y ahora era su mejor amigo. O al menos eso esperaba, porque había notado que el menor ya no iba a buscarlo para que almorzaran juntos. Tampoco había ido a su casa los últimos 2 fines de semana, ni lo había llamado por teléfono o algo que le demostrara que lo buscaba. Simplemente se había alejado, dejándolo tener esa distancia que creyó tan necesaria pero de la cual ya no estaba muy seguro.

Porque a pesar de que no le gustaba aquella sensación que se había instalado en su pecho cada vez que pensaba en Jongho, porque le asustaba, aún así... lo extrañaba. Era mejor sentir aquella incomodidad que sentir que lo extrañaba tanto que ya no podía dormir. Así que había decidido hablar con él en el colegio,s abía que era algo que debía resolver cara a cara. Lo buscó en el receso para que comieran juntos como siempre y disculparse por su actuar en las últimas semanas y con poco de suerte, Jongho no preguntaría mucho al respecto.

Esa había sido su firme determinación, lo buscó por todos lados hasta que lo encontró en el gimnasio jugando bascketball con un chico que él no ubicaba de nada. Sonrió al ver lo feliz que su amigo se había puesto al encestar un triple e iba a acercarse, pero justo en ese momento a Jongho se le ocurrió quitarse la camisa dejando ver su mojado y marcado cuerpo. Uno que Yeosang pensó que estaba demasiado bien para ser solo un adolescente. Sintió como su cuerpo se paralizaba, su corazón latía desbocado y se le había secado la boca.

empty box [JongSang]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora