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Algo que Yeosang le gustaba de estar en el camarote al final de la habitación, era que desde su posición él podía observar con calma a casi todos sus compañeros sin que nadie lo notara a él. Estaba pegado a la pared por un lado y en el camarote de al lado tenía a 2 compañeros que dormían como troncos y que casi no daban problemas. Y debajo de él estaba Jongho, así que eso lo hacía sentirse un poco más cómodo y seguro.

Yeosang había visto como Jongho parecía llevarse bien con casi todos, conversaba con quien fuera que tuviera a lado y con los que no, al menos tenía una relación cordial. Pero el mayor no podía decir lo mismo, solo hablaba con un pequeño grupo y había un par de compañeros que parecían no soportarlo sin motivo alguno, pero Yeosang se había dedicado a ignorarlos para no tener más problemas dentro de la base. Suficiente había tenido con ser disciplinado aquella vez que había herido a Jongho por accidente.

Cuando las luces de la habitación se apagaron, no todos estaban dispuestos a dormir como se suponía que lo hicieran, muchos seguían hablando en voz baja, riendo de vez en cuando e incluso diciendo bromas para todos. Yeosang estaba realmente cansado ese día porque le había tocado cavar una gran sanja, así que después de darle la buenas noches a Jongho, quien por cierto le había dicho que era un aburrido por querer dormir temprano, se acomodó en su cama para descansar. Lamentablemente el sueño parecía haber huido de él dejandole solo el cansancio, así que se acostó de lado observando en silencio lo que en esa habitación pasaba.

Algunos de los chicos que no estaban durmiendo estaban pasándose de cama en cama una revista. Yeosang no podía distinguir de qué trataba porque aún estaba muy lejos, pero si escuchaba animados sonidos de algunos chicos. Cuando estuvo en el camarote de al lado, con mucho disimulo se estiró para ver de que se trataba... una revista para adultos. ¿Era en serio? a Yeosang cada vez más le parecía que estaba viviendo en la pelicula Forrest Gump, solo faltaba que hubiera una foto de Jenny. Sonrió ante el pensamiento.

Ah, y también el "Corre Forest, corre" así que siempre que tuviera que hacer esas rondas corriendo por todo el lugar en las mañanas, se diría eso mentalmente.

Incluso sintió un poco de pena por sus compañeros por estar viendo una de aquellas revistas para poder satisfacer lo sexualmente frustrados que se encontraban por estar tanto tiempo encerrados sin mujeres. Es que simplemente no lo lograba entender ¿Cómo podría alguien excitarse con ver una foto de una mujer desnuda? e incluso si estuviera siendo fotografiada teniendo sexo, eran solo fotos.

Yeosang no era un falso santurrón, había visto porno muchas veces y se había tocado haciéndolo, pero era la acción misma en la película la que le provocaba la excitación que lo llevaba a masturbarse. El ver como la chica era penetrada por el hombre, el escuchar los gemidos y demás cosas. ¿Pero una foto? simplemente no lograba entender como algo así podría encender a alguien. Y aunque el extrañaba poder sentir a una chica, eso no podía ser reemplazado con una revista. Prefería mil veces echar a andar su imaginación antes que tener que conformarse con ver una revista.

Y al parecer el del camarote de al lado pensaba lo mismo, porque rápidamente le pasó la revista a Jongho sin mostrar el mayor interés y se había dado vuelta para seguir durmiendo. Creyó que pronto oiría la revista ser arrojada al piso, porque de seguro Jongho también pensaba como él ,pero no fue así, más bien escuchaba como su amigo pasaba las páginas en completo silencio.

Después de unos cuantos minutos,l a respiración del alto comenzó a hacerse más pesada, dejando en un estado de shock a Yeosang, ¿De verdad algo así funcionaba con Jongho?

Sintió un pequeño movimiento en la cama de abajo, como si estuviera acomodandose y luego solo su respiración que se agitaba cada vez más. No pudo aguantar la curiosidad, miró a su alrededor para comprobar que nadie lo estaba mirando, que nadie vería que estaba apunto de espiar a su mejor amigo. Cuando vio que al parecer todos ya dormían, se asomó por la orilla del camarote, mirando hacia abajo con mucho cuidado de no ser descubierto. La revista estaba cerrada a un lado de Jongho.

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