Capítulo 21

8 1 0
                                    

Narra Madison.

Él me mira esperando a que baile y respiro hondo. >>De verdad tengo que hacer esto y con esta camisa<< pienso.

-¿Haré un casting en vivo? -agarra una silla y se sienta.

-Me mostrarás lo que sabes. -cruza la pierna. -Seré... el juez.

-Cobro por baile.

-¿Quieres o no el trabajo?

-Bien. -me acomodo la camisa inútilmente, sabría que se subiría.

-Comienza. -me giro y había un tubo. >>Me alegra haber aprendido un poco de todo<< pienso y respiro hondo.

Agarro el tubo con mi mano izquierda y comienzo a rodearlo mientras meneo suavemente las caderas. >>Concéntrate, Madi...<< me digo a mi misma. Me sabía un pequeño baile en el tubo, lo único que tenía que hacerlo, era mas extravagante.

Al terminar de hacer el único baile que sabía, me giro mirándolo fijamente y me deslizo abriendo las piernas pasando mis manos por mi cuerpo sin quitarle la mirada.

Definitivamente me veía como su presa y sabía que sería fácil entrar.

Comienzo a gatear hacía él hasta llegar a su regazo, me acerco a su rostro pasando mis dedos por su pecho, en el momento en que se acerca, me aparto rodeándolo, siento que sujeta mi pantalón haciendo que me siente en su regazo mirándolo de frente.

-Muy apresurado. -susurro y paso mis manos por su pecho, respira hondo y sonrío de lado.

Tenía una jugada, que me arrepentiría, pero me daría la llave para entrar de una vez por todas.

Le quito la correa y la paso por su cuello, me mira detenidamente, lo acerco mi halándolo.

-Disfruta de la función, porque sólo será una sola vez. -rozo sus labios y me voy hacia atrás sin soltar la correa, la camisa se me había subido, me alegraba llevar unos cubre pezones.

Podía sentir sus manos en mis pechos, me siento de nuevo soltándolo, podía sentir su ereccion debajo de mí.

En el momento en que me levantaré no me deja.

-Si me ibas a animar así, me tenías que haber avisado.

-Solo es un baile...-niega sonriendo.

-Harás que enloquezca.

-Eso significa que entré.

-Y yo podría entrar en ti. -me aparto y me levanto. Él se ríe.

-No conozco el nombre de mi jefe.

-Cierto. -se levanta.
-Puedes llamarme papi.

-Dijiste que querías que tu nombre saliera de mis hermosos labios. -sonríe de lado.

-Quiero que lo gimas debajo de mí.

-No tendré sexo. -se ríe. -Y no te llamaré papi.

-Alexander. -se acerca a mí. -Ahora...

-Me presentaré mañana en la noche. -digo cambiando de tema.

-Bien, te cambiarás aquí. -miro a Alice. -Descuida, ella solo viene 3 veces a la semana y mañana no vendrá, algo con su novio o esposo, no se, no me importa.

-Pensé que era tú novia. -se ríe.

-¿Novia? No, no, no te confundas cariño, ella viene a mi por una cosa.

-Drogas. -se encoge de hombros.

-No juzgo a mis clientes, además ella me da algo que está entre sus piernas. -niego. >>Es desagradable<< pienso. -Y que tú lo tienes.

-No tendré sexo contigo ni con nadie.

-Eso dices ahora, luego estarás en mi cama todo el día deseándolo.

-Me están esperando. -voy a salir y toma mi mano. -Suelta...

-Mañana, 5:00pm, te estaré esperando con ansias, estaré en primera fila. -me suelto y se ríe a carcajadas.

-Esta demente. -salgo y me dirijo al estacionamiento.

Un carro negro llega y se estaciona frente a mí, la puerta se abre y me percato que es Beltran.

-Sube. -me dice. Al subirme arranca.

-Pero...

-No podemos bajar la guardia.

-Lo sé. -me coloco una chaqueta negra. -El tipo es desagradable.

-¿Qué sabes?

-Le da drogas a Alice, estaba en su cama drogada, medio desnuda, sexo por drogas, un intercambio justo, por así decirlo.

-Pastillas, descubrí un par en el apartamento. -miro a Beltran. - ¿Su nombre?

-Alexander...-frena bruscamente haciendo que me vaya hacia delante. -Beltran, ¿qué sucede...?

-Es el medio hermano bastardo de Lucifer.

-¿Qué? -lo miro. Se orilla. - ¿Medio hermano?

-Su padre tuvo un amorío con una prostituta al año de que Lucifer naciera, la señora Mabel no sabe, pero Lucifer lo descubrió hace unos años, se odian mutuamente porque su padre no quiso reconocerlo como su hijo.

-Entonces lo de Alice lo hace por venganza.

-Posiblemente.

-¿Qué pasa si me descubre? -digo mirando a Beltran que estaba tenso.

-No lo harán, me encargue de que nadie supiese que trabajas para Lucifer.

-Debemos andar con cuidado, Alexander me dijo que asistiera mañana a las 5:00pm.

-Te dejaré y me iré rápidamente.

-Deberías darme un auto.

-No es que no confíe en ti, pero si Lucifer se entera que te di un auto, nos asesinará. -suspiro.

-¿Y el teléfono?

-Él me dijo que te lo diera, quiere vigilarte.

-Sabrá que estoy allá.

-Yo manejo la ubicación, no te preocupes.

-Bien. Es mejor que nos vayamos, mañana será un día largo. -asiente y acelera.

Tenía que buscar información y pruebas para que Christian viera lo que la zorra hacía, tenía que hacerlo rápido antes de que se casara o antes de que me descubrieran, confiaba en Beltran, pero Christian era bueno investigando a las personas.

A partir de ahora debía mantener la calma y tratar de no enloquecer porque estaba en una misión dentro de una misión y ni siquiera sabía por qué lo hacía, por qué me arriesgaba, si Christian nunca me amaría.

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora