Capítulo 8.

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Narra narradora.

En la SSABT.

Están Lucas, Sean y Gabriel sentados esperando a que el Coronel Reagan llegue. A los 10 minutos llega con Evan y lo miran.

-Pero miren quien despertó. –dice Sean cómico. –Ya no puedes tomar vacaciones, te las agarraste todas. –se ríen.

-Cállate, Sean. –dice Evan riendo con dificultad y se sienta. Tiene moretones y una venda debajo de su camisa alrededor de sus costillas.

-¿Estás mejor, Capitán? –dice Lucas.

-Estoy más que bien. –dice Evan.

-No tiene permitido salir, tendrá trabajo de oficina. –dice el Coronel. –Ya lo puse al tanto, se los dejo en sus manos. –se retira.

-Al menos distrajiste la atención de Lucifer. –dice Gabriel.

-Si... lo sé...-se acomoda. –Ahora quiero saber cómo está Mol... ella. –todos se miran.

-Ella está bien, no se ha comunicado, desde que se la llevó no la habíamos vuelto a ver hasta que con un drone la localice en un departamento. –dice Lucas.

-¿Cuál?

-No te va a gustar. –dice Sean.

-¿Qué? –Lucas mira a Gabriel quien suspira.

-Está con Grayson. –dice Gabriel.

-Entonces Grayson es Lucifer. –asienten.

-El hombre es intocable, cuando lo van a arrestar se sale con las suyas, hizo que despidiera a 20 policías hace 8 meses. –dice Lucas.

-Sí, pero tenemos algo a nuestro favor. –dice Evan. –Sé que Madison nos traerá algo.

-Por ahora solo resta esperar. –dice Gabriel.

Narra Madison.

-No. –se ríe.

-Bueno, no comes. –sigue comiendo.

-Eso es abuso. –se encoge de hombros. – ¿Sabes algo?

-¿Qué? –dice comiendo.

-Eres el mejor jefe que he tenido. –se atora y me mira.

-Sé lo que haces, hermosa. –se limpia de nuevo las manos.

-No intento nada, jefe. –me acerco más a él y se muerde el labio. >>Te tengo<< –Sólo que se me olvido ese pequeño detalle.

-A ver hermosa...-lo rodeo con mis manos.

-Ha sido, muy, muy amable, jefe. –me sujeta de la cintura y me trae más hacía él.

-Lo pides a gritos ¿no es cierto?

-¿Qué, jefe? –me besa atrayéndome más hacía él, baja su mano a mi trasero y lo aprieta, le muerdo el labio y sonríe de lado, muevo mi mano a donde está la pizza y la agarro. Lo miro y siento su erección en mi vientre, su mirada es hambrienta queriendo más, sonrío triunfante. –Obtuve lo que quería. –le doy un mordisco a la pizza.

-Y yo obtendré lo que quiero. –lo miro.

-¿Qué? –digo con la boca llena.

-Hermosa, ninguna chica me provoca y me deja así. –dice refiriéndose a su erección.

-Entonces soy la primera. –sonrío y niega. Me separo rápidamente colocándome del otro lado del mesón, se levanta y alzo mi dedo, me mira. –Primero, no me acuesto con mi jefe...-me mira impaciente.

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora