Narra Madison.
Había pasado una semana y ya me sentía mucho mejor, claro que después que me mejoré Christian me envió a hacer su trabajo de celopata, tuve que ir, cuando llegué sin información se enojó y se fue a no sé dónde, no ha vuelto y yo estoy sola con Alice, lo mejor de todo es que ya vive aquí, la perra, ahora la veo todos los malditos días.
Termino de comer y lavo los platos, Alice entra a la sala y suspiro pesadamente. >>Bien, iré a acostarme en la habitación<< pienso. Ella me mira.
-No creo que trabajes para Chris ¿qué haces en realidad? –me detengo y la miro.
-¿Qué insinúas? –ella se encoge de hombros tranquilamente.
-Eso dímelo tú. –aprieto mi mano fuertemente.
-La que debería decir que hace en realidad aquí eres tú. –me mira indignada. –No soy yo la que tiene a Christian de mal humor, estresado y preocupado. –estaba enojada, se podía ver en su rostro, pero sabía que algo ocultaba, eso lo sabía muy bien.
-Yo no...
-Si lo conocieras lo verías. –me dirijo a la habitación y cierro con llave.
Ni siquiera sé por qué dije eso, yo tampoco lo conocía... quizás sí, como cuando pasaba las noches caminando porque algo le preocupaba o cuando pensaba algo que le alegraba y movía su pie, también cuando quería un auto nuevo se la pasaba hablando de eso todo el tiempo o su extraña maña de sentarse en el sofá en el lado derecho cuando estaba abrumado, o que amaba la pizza como a nada en el mundo, quizás si lo conocía en realidad.
Niego para quitar ese pensamiento de mi mente. Amaba a Evan y no iba a traicionarlo, lo amaba y quería estar con él realmente.
Un fuerte sonido y el grito agudo de Alice hacen que caiga en la realidad. Me levanto rápidamente y salgo, Alice está tras el sofá asustada mientras que la puerta está en el suelo.
-¿Qué sucedió? –ella me mira.
-Unos hombres querían entrar, pero había un vigilante que los ahuyentó.
-¿Beltran?
-Yo conozco a Beltran, él no fue. –me dice elevando la voz.
-¿Entonces...?
-¡Él! –señala tras de mí, me giro rápidamente y un hombre con una máscara me golpea haciendo que caiga al suelo, el dolor era insoportable, sentía la cabeza dar vueltas y la vista se me nublaba, pero no podía desmayarme, tenía que levantarme y tratar de defender a Alice, aunque la odiaba tenía que defenderla, por Christian.
-Mierda...-logro decir. Siento otro golpe y todo se vuelve negro.
Al despertar estoy atada a una silla con Alice sollozando frente a mí atada igualmente.
-Les preguntaré algo a las dos. –dice un hombre de unos 40 años, alto, cabello un poco canoso, vestía un traje color gris. - ¿Quién de las dos es la chica de Lucifer? - >>me voy a odiar por esto, pero bueno<<
-¿Acaso estás enamorado de él? –digo riendo. Me mira y se acerca.
-Ya que estás muy habladora, me dirás...
-Creo que Lucifer no le agradarás, le gustan chicas que se sepan mover a la hora del sexo, algo como yo...-me agarra la cara fuertemente.
-¿Sabes lo que el imbécil me hizo?
-¿Te ignoró? –digo y me presiona más fuerte.
-Te lastimaré y lo grabaré para enseñarle...
-¿Y crees que a él le importará?
-Vives con él.
-Solo estuve ahí por sexo, dicen que el sexo con los ex es mejor y...-me presiona fuertemente y ahogo un sollozo.
-Me estás mintiendo.
-Si te mintiera...no te propondría algo...
-¿Qué? –me suelta.
-Conozco todo de Lucifer, si me sueltas te puedo ayudar, lo odio, él me engañó con esa zorra. –señalo a Alice y ella me mira con temor y rabia.
-Entonces su nueva novia es ella...-la mira. –Bien...
-Te puedo ayudar. –me mira con desconfianza. - ¿Piensas que te traicionaré? –me río. –Te lo dije, quiero vengarme...
-¿Por qué no lo hiciste si estabas con ella?
-Lo iba a hacer cuando uno de tus hombres o tú, llegaron y me noquearon.
-Bien, te pondré a prueba...-me desata y me levanto. –Si haces algo...
-Me matas, lo sé. –me mira serio. - ¿Qué? ¿Crees que no me sé ese cuento? –antes de que hable agarro un arma y me acerco a Alice, ella se intenta soltar. Niego.
-Debería asesinarte y así acabar con todo esta estupidez ¿no crees? –digo.
-¿Qué esperas? –me dice y sonrío. La cargo, me giro y le disparo en una pierna, él cae al suelo. –Estás muerta, zorra.
-No lo creo. –se intenta acercar a mí y le disparo en la otra pierna. Grita enojado y de dolor. –Perra...
-¿Te digo algo? –me mira. –Lucifer jugará contigo y se divertirá contigo, posiblemente te lance a los perros. –me río. –se lleva la mano al pantalón y le disparo, él cae muerto. Alice suelta un sollozo y la desato. –Si pensaste que te asesinaría estás equivocada, te odio, pero no vales la pena.
-¿Quién eres realmente? –dice alejándose de mí.
-Nadie. Solo no te alejes de mí, tenemos que salir de aquí y...-se escuchan disparos.
-¡No! –la miro. - ¡Quiero que me des una maldita explicación! ¿¡Quién eres!? ¿¡Y por qué ese hombre le dijo Lucifer a mi Christian!?
-Estás histérica...-agarra el arma del hombre y me apunta. –Baja el arma, Alice...-la carga.
-¡No! ¡Quiero una explicación! –la puerta se abre bruscamente y es Christian que nos mira.
-¿Qué está sucediendo?
-Estamos charlando. –digo con sarcasmo.
-Alice...-dice ignorándome. - ¿Estás bien?
-¡Quiero que me des una explicación, ahora!
-¿De qué...?
-Tú amigo ahí, le dijo todo. –digo y Christian suspira pesadamente.
-Podemos hablar, yo te explicaré...
-¡Ella me iba a asesinar! –me señala.
-No es cierto, solo estaba...
-¡Cállate! –me apunta.
-Alice, mírame. –dice Christian serio. –Suelta el arma y te explicaré todo, lo prometo. –ella solloza.
-No...-mueve el dedo en el gatillo haciendo que una bala salga. La miro y me mira petrificada. >> ¿Me disparó? << pienso y miro a Christian que me mira igualmente, bajo la vista y si me había dado, en el hombro izquierdo, no sentía el dolor por la adrenalina, sin embargo me sentía cansada. –Yo no quería...-es lo último que escucho antes de desmayarme.
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Lucifer
RomanceUn hombre rico y apuesto dispuesto a todo cuando se lo propone, persistente, no se rinde fácilmente y nunca acepta un no por respuesta, le gusta hacer trabajos rápidos y limpios, tiene a su disposición todo lo que quiere con solo pedirlo. Ninguna mu...