Capítulo 13.

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Narra Madison.

Tocan la puerta y suspiro frustrada.

-¿Qué? –digo abriéndola para darme cuenta que es Christian. –Eres tú ¿qué quieres?

-¿Se te olvida que soy tú jefe? –dice cómico.

-Bien, ¿se le ofrece algo, jefe? –se muerde el labio y niega riendo con la cabeza gacha. >> ¿Acaso...? <<

-Irás a hacer un trabajo. –dice serio. >> ¿Qué mierda sucede con esos cambios de humor? <<

-¿Con alguien?

-Un francotirador, si intentas algo extraño...-sonríe de lado. –Sería un desperdicio.

-Está bien. ¿A dónde voy?

-Queens. Verás a un hombre llamado Tyron, él piensa que le darás algo de mi parte.

-¿Entonces no le entrego nada?

-Sí, le entregarás una bala en la cabeza.

-Ya entiendo, lo asesinaré. –asiente.

-No cometas errores, no podré ayudarte.

-No cometeré errores. –no dice nada.

-Bien. –se va y cierro con fuerza de nuevo. Media hora estoy lista, salgo y Alice me mira.

-¿Vas a trabajar? –no respondo.

-Un carro te llevará y te traerá. –dice Christian entrando a la sala.

-Bien. –salgo y me dirijo al ascensor. Al llegar al estacionamiento hay un carro parado con un hombre fumando, me mira y tira el cigarro.

-Apresúrate, tenemos que hacerlo rápido.

-Ya voy. –digo fríamente. Me subo al carro y él arranca. Llegamos a un barrio, está solo, sé que las personas están ocultas, alguien tuvo que informarles que Lucifer envió a sus hombres.

-Estaré en esa casa. –dice el hombre entrando. >>Es un imbécil igual que Christian, perdonó a esa zorra que solo quiere su dinero...<<

-¿Lucifer te envió? –dice un hombre sacándome de mis pensamientos.

-¿Tyron? –asiente. –Bien, Lucifer me envió a darte unas cosas.

-El dinero. –asiento. –Y droga. –llevo mi mano atrás y agarro el arma para apuntarle a Tyron, me mira sin decir nada. –Sabía que sucedería...-antes de que termine de hablar le disparo y cae muerto.

-Listo...-me volteo y me detengo abruptamente al ver a mi padre apuntándome con un arma, la conmoción es sus ojos es la misma que la mía. >>Papá... ¿qué haces aquí? << quita el seguro y esa es su señal de que no está jugando a como solía hacerlo conmigo, también era su forma de entrenarme. Le apunto igualmente y no puedo evitar un leve titiriteo en mis manos.

-Trabajas para Lucifer ¿no es cierto? –me dice serio. >>Debo fingir<<

-Que inteligente, coronel, aunque si huye ahora puede que no le hagamos nada. –niega.

-Mataré a tú maldito jefe, no me importa lo que tenga hacer.

-Eso veremos. –digo y hala el gatillo disparando en el suelo. >>Mierda<<

-Ahora...-escucho un disparo y mi padre cae al suelo. Lo veo caer lentamente, como si el tiempo se detuviese, el dolor es tan fuerte que siento mis pulmones arder, es como si me arrojaran al mar y mi cuerpo se entumiese.

-¿Qué mierda haces? –dice el hombre pero lo escucho lejos. –Niña...-me mueve bruscamente y lo miro.

-Lo asesinaste...asesinaste a...

-Lo conocías...-le apunto. –Eres una traidora, Lucifer...

-¡Cállate! –le disparo y cae muerto, me apresuro hasta dónde está mi padre. –Bubu...lo siento, yo...

-Madi...-dice con dificultad. –Déjame aquí...

-¡No! –siento mis lágrimas caer. –No te dejaré. –lo abrazo. –No puedo...-digo entre sollozos. El dolor es insoportable.

-Madison...-lo miro. –Tienes que s...ser pro...fesional, ahor...a...vete y atrápalo. –asiento y le doy un beso en la frente.

-Te amo, Bubu. –sonríe débilmente.

-Te amo, mi pequeña. –cierra los ojos y me levanto para huir rápidamente de ahí, comienza a llover fuertemente y tropiezo con Claudia que me mira para luego negar.

-Zorrita, si Luci...

-¡No me importa ese imbécil, está follando con su zorra! –se ríe.

-Cálmate ¿qué sucedió? ¿Acaso el pervertido de Brenan intentó violarte?

-No...- >>Espera, si le digo la verdad estaré jodida<< -Sí, tuve que asesinarlo.

-Menos mal y lo hiciste, lo estaba buscando para hacerlo yo.

-¿Qué? –sonríe.

-Lucifer. –me guiña el ojo. –Es mejor que nos vayamos, la policía debe estar cerca, asesinaste al coronel de la SSABT, bien hecho.

-Sí, fue fácil. –digo evitando las ganas de llorar.

-Vamos, estás sucia y Lucifer te está esperando. –la sigo y me subo al carro. –Zorrita...-me dice Claudia, parpadeo y la miro.

-¿Qué?

-Llegamos y tú jefe te espera. –me bajo y entro al edificio.

Narra narradora.

El ascensor se detiene en el último piso con una Madison perdida, abrumada y destrozada. Abre la puerta monótonamente, Christian y Alice la miran.

-Tenemos que hablar...-dice Christian levantándose y acercándose a ella.

-El...el trabajo está hecho...-dice mirándolo perdidamente.

-¿Estás bien? –dice percatándose que algo le sucedía.

-Sí, asesiné a Tyron, a uno de tus hombres...

-Brenan.

-Y al jefe de la SSABT, Claudia me traje y dijo que se encargaría de los casquillos.

-¿Lograste asesinarlo? –Madison finge una sonrisa.

-Fue fácil, no dejé huellas.

-La comida...

-Estaré en la habitación. –dice yéndose.

-Creo que algo le sucede. –dice Alice y Christian la mira. –Si quieres puedo hablar con ella.

-No, déjala. –diceChristian mirando en dirección a donde Madison fue. Ella entra a la habitación,pasa al baño, llena la tina, cuando está llena se quita la ropa y se sumergecompletamente, comienza a gritar ahogadamente para dejar salir el dolor quellevaba acumulando desde hace rato.

LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora