Esto va hacer incómodo..
— Melody, en serio, lo siento tanto — dijo Draco con una voz apenada, mirando el suelo.
Melody suspiró, tratando de mantener la calma. — No Draco, está bien. De igual manera, ella ya me odiaba.
Draco se rascó la nuca, sintiéndose aún más culpable. — Entonces lo arruiné más.
Melody se detuvo y lo miró, su frustración comenzando a aparecer. — ¡Cálmate, quieres! — exclamó, con los brazos cruzados. — No importa. Solo quiero ir por algo de comida y olvidar esto por un rato.
Draco miró a Melody de arriba abajo, notando su apariencia desordenada. — ¿En este... estado? — preguntó, señalándola con una mano.
Melody miró su propio reflejo en una ventana cercana, viendo su ropa arrugada, el cabello alborotado y el maquillaje corrido. Suspiró, un poco derrotada.
— Bueno, supongo que no puedo ir así a ningún lado — murmuró, tratando de arreglarse un poco.
Draco, intentando aligerar el ambiente, se acercó y notó una pestaña postiza que estaba a punto de caerse. — ¿Usas... pestañas postizas? — preguntó con una sonrisa burlona, quitándosela con cuidado.
Melody se sonrojó y frunció el ceño, dándole un ligero empujón en el hombro. — ¡Cállate! — exclamó, tratando de no reírse.
Draco se rió suavemente, devolviéndole la pestaña. — Vamos, vamos a limpiarnos un poco y luego buscaremos algo de comer —
— bien, bien. —
— Pero sabes, esa chica sí que es una fiera. Pero hey, tú no te quedaste atrás. — Draco soltó una carcajada y continuó con una sonrisa juguetona. — Debo admitir que me diste un poco de miedo.—
Melody sonrió con un aire de victoria. — Jaja, sí, claro. Oye, ¿me prestas tu casco?
Draco levantó una ceja, curioso. — ¿Ah? Bueno... ¿y para qué?
Melody señaló su cabello desordenado y enredado. — Mi pelo está demasiado enredado, y el tuyo no. Así que, presta pa'ca. — Le quitó el casco suavemente y se lo puso en la cabeza. — Y bien, ¿cómo me veo?
Draco se cruzó de brazos, fingiendo estar pensativo. — Meh... No superas a este galán. — Luego la miró de arriba abajo, notando que temblaba ligeramente. — ¿No quieres un abrigo? Hace mucho frío a estas horas.
Melody arqueó una ceja y se encogió de hombros. — ¿Tú tienes uno?—
Draco se rascó la nuca, un poco avergonzado. — No, pero... —
Melody le dio un golpecito en la frente con su dedo. — Entonces, ¿por qué preguntas, baboso?—
Draco se frotó la frente, fingiendo dolor. — ¡Auch! — Miró a Melody, quien soltó una risa contagiosa.
— Oye, al menos lo intenté — dijo Draco, sonriendo.
Melody sacudió la cabeza, aún riendo. — Eres un caso perdido, Draco.—
Draco se encogió de hombros y puso una mano en el hombro de Melody, guiándola hacia adelante. — Vamos, que nos esperan unas hamburguesas. —
Melody asintió, su sonrisa no desaparecía. — no quieres mejor... unos tacos? —
— No. — dijo serio, haciendo reír nuevamente a melody por su expresión.
Mientras caminaban, Melody ajustó el casco en su cabeza y Draco mantuvo su brazo protector alrededor de ella, asegurándose de que se sintiera segura y abrigada.
