Adiós Oscuridad. - Anya x Damián.

Misión 19: Adiós.

Esa noche Damián Desmond no dormía en la escuela. Estaba cenando con sus padres y su hermano mayor.

Eran una familia por primera vez en mucho tiempo. Sin embargo, lejos de estar feliz, porque esto era algo que Damián había soñado que ocurriera, estaba muy deprimido. Apenas tocaba su comida.

— Hijo, supimos lo que ocurrió en el colegio. — Melinda fue la primera en hablar.

Damián no respondió.

— Amm hermanito, ¿por qué no nos cuentas un poco cómo te sientes?, digo... Quizás no hablemos mucho pero, seguimos siendo tu familia. — su hermano trató de sonar simpático, solo que le costaba un poco, ya que no había sido criado en un ambiente donde todos expresaran sus sentimientos.

Damián suspiró.

— Anya volverá al orfanato por quinta vez y... sus padres se separarán.

Donovan entonces abrió sus ojos como platos. Entonces no era mentira.

(...)

— ¿Entonces quiere que acoja a Anya en el orfanato Desmond? — dijo Donovan sorprendido mientras veía a Loid tomarse una copa.— Sé que la familia Desmond inauguró un orfanato debido a que hacen obras de caridad al estar mezclado en la política. Así que  ví una oportunidad para que Anya esté en un lugar acto y no en un horrible lugar como en el que estaba cuando la encontré.

— Así es, como ya se imaginará... Soy un espía.

Donovan suspiró.

— Lo supe desde el primer momento. — habló. — Twilight, el brillante espía, el maestro del disfraz. Sería raro que luego de haber ayudado con el rescate de mi hijo y ver como te desenvolviste no lo fuera sabido. Recuerda que tengo lazos con la policía secreta y estuve alejado de las relaciones sociales por mucho tiempo, actuando con paranoia.

Loid le dió una sonrisa agria.

— Supongo que tiene razón.— quitó su sonrisa y se quedó viendo la copa fijamente con seriedad. — La misión se ha acabado, y ella merece una familia de verdad.

(...)

— Ya no será más estudiante de Edén, se irá para siempre... Sin ella yo... — los ojos de Damián se aguaron. — no fuera aguantado ni un solo día en esa prisión.

Donovan bajó la mirada sin decir palabra.

Mientras que esa familia estaba cenando, no muy lejos de allí, Loid, Yor y Anya se encontraban juntos en un parque de atracciones, el rubio creyó que sería algo que Anya jamás olvidaría, quería darle un momento divertido.

Él trató de despejar su mente de pensamientos que pudieran entorpecer la diversión de la niña y sonrió.

— Es momento de que te olvides de los problemas Anya ¡vamos a divertirnos! — chilla Yor con emoción.

Anya entonces sonrió con mucha alegría y sus ojos brillaron al ver todas las atracciones iluminadas de forma tan bonita.

Ella realmente estaba feliz en ese momento, tendría otro paseo familiar y esta vez no había misión de por medio. ¡Seguramente sus padres ya no se iban a separar de ella!

— ¡Papi, mami, Anya quiere subir a ese! — dijo señalando un carrusel con caballitos.

— Bien, subirás. — sonrió.

Así fue como Anya dió vueltas y vueltas en el carrusel.

— ¡Otra vez! ¡Otra vez! — dijo emocionada una vez que se bajó mientras daba varios brinquitos.

— Creo que es mejor que subamos a otro juego.— responde Loid.

La niña sin embargo no terminó de dejarlo de hablar, sino que fue corriendo hacia la máquina de peluches. Había un perrito blanco y peludo de peluche que era igualito a su perro Bond.

— ¡Papi! ¡Papi quiero ese! — dijo señalandolo.

— Parece que hoy está muy llena de energía.— dijo la de pelinegra.

Entonces, Loid tira una moneda y empieza manejando cuidadosamente la palanca, trata de sostener el peluche, sin embargo...  No lo consigue, así lo hace varias veces y en todas fracasa.

— A ver, muévete, yo lo intentaré. — dijo Yor.

— Vamos, Yor, no creo que tu puedas...

Sin embargo antes de que Loid pudiera decir algo, la máquina empieza a emitir un sonido y a brillar con colores. Del compartimiento la niña saca su peluche de Bond.

— ¡Gracias mami!

— No es nada, Anya.— sonríe dulcemente la mujer mientras acaricia el cabello de su hija.

Loid mira a Yor sonrojado, ella era hermosa, gentil...

Yor...

Entonces nuevamente sacudió su cabeza tratando de salir de sus pensamientos.

Ya casi era hora de irse, pero trataría de hacer pasar a estas dos chicas la mejor noche que pudiera.

Luego de varios juegos más, todos subieron a un taxi. Anya estaba anhelando que llegara el otro día, así iría a contarle a Becky todo. Sin embargo, el taxi no estaba yendo a su departamento, había tomado una ruta diferente.

— Papi, ¿A dónde vamos? — dijo ahora Anya extrañada.

Loid guardó silencio, nadie le respondió. Ella entonces pensó ¿será que es una sorpresa nueva?

Al rato, se detienen frente a un edificio muy bonito, sin embargo, Anya ya sabía leer.

"Orfanato Desmond"

La respiración de la niña se cortó.

— Papi ¡¿Qué significa esto?! ¡¿Enserio vas a dejar a Anya?! ¡¿Voy a volver a estar sola?! — chilló con voz quebrada.

Yor entonces miró de manera horrorizada a su esposo.

— ¡Loid, entonces siempre ... Luego de todo lo que hemos pasado juntos, vas a... ¿Simplemente desecharla?

Anya se aferró a Yor, Loid saca unas cuantas maletas de la parte de atrás del taxi, resultó ser, que el conductor del taxi era Frankie.

— Escúchame, Anya. Tú te mereces una familia real y la realidad es que Yor y yo solo nos casamos por conveniencia, porque hicimos un trato.

— A Anya no le importa vivir en mentiras, Papi. Anya los quiere mucho a tí y a mami, Anya los ama.

La pobre niña sollozaba.

Esas palabras tocaron enormemente el corazón de Loid, pero él no daría marcha atrás.

Sin mirar a la niña subió al taxi.

— Yo no dejaré a Anya aquí Loid. — se negó Yor. — La llevaré conmigo. — dijo decidida.

— Lo siento señorita. — habló una de las cuidadoras asignadas por Donovan quien estaba escuchando su conversación.— No puede llevarse a esta niña si usted no tiene una familia funcional y acta para que ella pueda vivir, es la ley.

— ¡Pero...

Entonces la mujer toma a Anya a la fuerza. Ella forcejeaba en los brazos de la mujer estirando sus pequeños bracitos hacia el taxi, donde su papá estaba entrando.

— ¡Papi! ¡Mami! — gritó con todas sus fuerzas.

Sin embargo, las dobles puertas de madera se cerraron.

Ya no era más una Forger.