Adiós Oscuridad. - Anya x Damián.

Misión 9: Experimento 008

- ¿Estás estudiando, Anya? - le dice la mujer castaña.

Ella asiente con pesadez.

No le entendía nada a inglés, ni a matemática, ni a nada.

La habitación acolchonada y vacía en la que ambos se encontraban desde hace días solo tenía varios libros que habían traído para ella.

Si Anya no aprendía una lección, le pegaban para que estudiara con más ganas.

- Vendré más tarde a hacerte un pequeño exámen.- dijo.

Cerró la puerta.

Anya empezó a temblar.

- Oye... Anya, ¿tú antes vivías aquí?

Anya asintió. Ya no hablaba mucho como antes.

- "¿Entonces por qué era tan tonta en la escuela?"

- ¿Menor, sabes que Anya lee tu mente no?- dijo de forma cansada.

Él bajó la mirada.

- Lo sé, lo siento. Todavía se me hace sorprendente.

Ella asintió.

- Entonces... Realmente eres huérfana.

Damián tenía muchísima curiosidad por el pasado de Anya ahora.

Ella vuelve a asentir.

- ¿Quieres que te ayude con los ejercicios de hoy? Seguro los entiendes.

Él estaba siendo extrañamente amable últimamente.

Era atento, dulce. Muy diferente a lo usual, Anya pensó que la repudiaría y se burlaría de ella luego de haberle gritado que no era una Forger.

¿Será que siente pena por ella?

- Una niña tonta de cinco años no entendería todo esto.- murmuró por lo bajo.

Sin embargo Damián la escuchó. ¿Dijo cinco años?

- ¿C... cómo? ¿Cinco años?

Ella entonces lo mira con sus ojos carentes de vida.

- Anya mintió sobre su edad.

- Pero, ¿por qué? - dijo estupefacto.

Anya no respondió. No podía decirle la verdad. Él simplemente la miró atónito.

- No tienes la edad requerida para entrar a Edén. Y sin embargo aprobaste el examen de admisión y haz aprobado el primer curso... - se impactó. -. Y eso lo hiciste teniendo cuatro años nada más. ¡Eres una genio!

Eso entonces iluminó un poco los ojos de la niña de cabello rosado.

- ¿Enserio?

Él asintió.

- ¡Ahora lo entiendo todo! ¡Te ayudaré con una buena técnica, te aseguro que podrás comprender cosas más difíciles!

- Menor... - ella toma su mano.

Él automáticamente se sonroja.

- Ah... ¿Si, dime? - estaba más nervioso que vivo.

- Si salimos de aquí algún día, no le digas a nadie de la edad de Anya.- dijo suplicante.

Él entonces le dedica una bonita sonrisa.

- No lo haré.

[...]

En laboratorio estaba procesando una nueva muestra.

- ¿Entonces dices que el ADN del Experimento 007 es poco usual? - inquiere Bob, uno de los científicos.