Pero...¿dónde estamos?

CAPITULO 12

Punto de vista: Raquel

Pasaron un par de horas desde que volvimos, Anastasia decidió echarse una siesta, Ema dijo que iría al comedor a jugar un rato con el móvil, Manu y Cris volvieron al cabo de un rato al ayuntamiento, parece ser que Manu tenia un amigo que podía sacarnos a todos de aquí e intentarían volver a llamarlo, Marina cogió sus cosas y se fue al vestíbulo sin mediar palabra, yo tampoco estaba de humor así que me quede con Anastasia y mientras ella dormía yo decidí leer el libro sobre este pueblo.

CAPITULO 1: ORIGEN

El pueblo de Namenlos surgió de un asentamiento de un pequeño grupo en el siglo XVII, dicen los rumores de la zona que eran delincuentes condenados por la iglesia que querían pasar desapercibidos para terminar sus vidas en paz, esto no ha podido ser comprobado ya que no quedan registros de esa época, sin embargo, se encontraron evidencias de persecuciones e incluso ejecuciones en la plaza.

La zona era buena tanto como para cosecha como para la ganadería ya que contaban con gran cantidad de pasto, un lago de agua dulce a escasos metros y la privacidad que otorga el bosque eran perfectos para los primeros residentes, sin embrago no creció significativamente hasta el siglo XVII

Cuando se asentaron no pusieron nombre ya que no pensaron que crecerían tanto ni que se quedarían el tiempo suficiente como para necesitar uno. Se desconoce la razón, pero un gran número de población Alemana empezó a asentarse en este pueblo a principios del siglo XVIII, se barajaron infinidad de nombres; Versteckter Wald, Verloren... todos relacionados con el paisaje de su alrededor, pero no fueron capaces de encontrar uno que les convenciera, no fue hasta años después que, con la llegada de mas gente se les ocurrió el nombre de Namenlose Stadt, el cual con el pasar de los tiempo y debido a la dificultad para los pueblos vecinos de pronunciarlo se quedó en Namenlos...

Por muy interesante que pueda ser para la gente la historia para mi no lo es tanto, por lo que decidí buscar el capítulo cuatro que era el que realmente me interesaba.

CAPITULO 4: MALDICIÓN

Para muchos esto solo es una leyenda, para otros rumores, pero para muchos fue una realidad.

A mediados del siglo XX, los pueblos cercanos dejaron de ver a los vecinos de Namenlos como personas honradas, se debe recordad que en este periodo de tiempo había una gran cantidad de población analfabeta y desinformada, por lo que empezaron a especular sobre su pueblo vecino.  Se oyeron rumores de todo tipo, desde experimentos con humanos hasta sacrificios y rituales, sin mencionar las confrontaciones de ideologías políticas. Los habitantes de Namenlos empezaron a ser acosados, ya no solo en los pueblos de alrededor, sino que también se adentraban en los jardines de las casas para atormentarles en las noches, muchos Namenlonenses se despertaban con sus propiedades vandalizadas. Tras muchas desgracias y mucho rechazo decidieron pedir ayuda al ayuntamiento de la provincia, pero fue peor, estos gobernantes no estaban a favor de su presencia en sus tierras por lo que les denegaron la demanda.

Pasaron los meses y la cosa parecía ir menguando, al menos dentro de su pueblo, por lo que pudieron volver a la normalidad, la cual no les duraría mucho ya que el 14 de junio de 1951 alrededor de las dos de la mañana una horda con todo tipo de armas, antorchas y materiales inflamables se cernieron sobre el pueblo despertando a todos, les obligaron a salir de sus casas con lo puesto, les reunieron a todos en la plaza y les hicieron ver como quemaban todas sus casas con sus pertenencias dentro, se oyeron lamentos, súplicas e incluso disculpas por parte del pueblo de Namenlos. Se creía que todos los habitantes estaban allí pero un grupo de cuatro jóvenes fueron echadas en falta, parece ser que habían mentido a sus respectivas familias para poder pasar la noche fuera, fueron buscadas por todos los alrededores sin éxito hasta que recordaron que había una fábrica de zapatos en construcción, la cual no solía tener vigilancia por las noches, temiendo lo peor el pueblo entero corrió hacia lo que ya eran las cenizas del lugar, se estuvo rebuscando entre los escombros hasta que el sol se asomó por el horizonte.

Alrededor de las once de la mañana del 14 de junio de 1951 se encontraron los cuerpos calcinados de las jóvenes, las cuatro abrazadas escondidas en un armario, con tan mala suerte que este estaba hecho puramente de madera y ardió rápido. El pueblo entero lloró la muerte de los jóvenes, pero no tardaron en irse de allí al igual que cientos de animales de la zona pues se llegó a quemar casi una hectárea de bosque.

Se empezó a rumorear que las jóvenes se reunían para hacer brujería y ritos satánicos, que corrían por el bosque junto a los animales salvajes y que por eso estaban esa noche fuera. Debido a este rumor mucha gente empezó a inventar que habían oído a las jóvenes antes de morir pronunciar las palabras: Verflucht sind diejenigen, die Füchse töten. Lo cual se tradujo torpemente a "Malditos aquellos que destruyen a los zorros" ya que se creía que ellas eran de algún modo amigas de estos animales que los cazadores de la zona daban muerte para vender sus pieles.

Debido a la huida de los animales se empezó a creer más en la supuesta maldición de las jóvenes ya que, en cuestión de meses, se quedaron sin animales que cazar, por lo que muchos vecinos tuvieron que abandonar las zonas cercanas.

Claramente no hay evidencia real de prácticamente nada salvo de la destrucción del pueblo a manos del fuego y del vandalismo, pero los ancianos de la zona aseguran haber visto a manadas de zorros correr por las ruinas a la hora que se supuso que perdieron la vida las cuatro chicas y, en ciertas noches de cielo despejado, aseguran oír la maldición de los jóvenes resonar por las ruinas.

Cerré el libro de golpe al oír algo chocar contra la ventana de la habitación, estaba tan metida en la historia que casi me da un infarto, me acerqué a la ventana y vi que solo había sido un pájaro torpe, respiré hondo para recobrar el sentido común y mi pulso.

 Y Marina quería ir a este sitio de noche...