Punto de vista: Raquel
Entramos al hotel a las ocho menos cuarto, habíamos alargado bastante nuestra visita al pueblo ya que entramos a tres tiendas más, dos de ellas más modernas y la tercera era una especie de farmacia pero con cosas muy básicas, por suerte para mí tenían cremas para reducir la hinchazón de cualquier tipo de golpe.
Me llevé el libro del origen de este pueblo, me causaba mucha curiosidad ese capítulo de una maldición, Ema me dijo que seguro después de leerlo se me aparecería algún demonio o algo reclamando su libro, le dije que era muy boba y dejamos el tema, el camino de vuelta fue tranquilo aunque he de decir que según se iba el sol, este sitio adoptaba un aura rara, no llegaba a dar miedo, pero tampoco te sentías segura del todo. Paramos en el bar antes para comprar algo de cena, no había muchas opciones, y lamentablemente todo llevaba lactosa... Pobre Anastasia.
Al entrar en la zona de recepción vimos a Marina sentada con el móvil y Anastasia en el sillón de enfrente leyendo algo, o haciendo que leía, tenía la vista un poco perdida mirando a Marina.
-Hola, ¿nos habéis echado de menos? -Pregunta Ema animada
-A vosotras no, pero a lo que llevas en esa bolsa muchísimo- Marina fue rápida a por las bolsas de comida.
-Relájate que es para todas y habrá que calentarlo un poco- dije apartando las bolsas – voy a preguntarle a la dueña del sitio si nos deja usar su cocina
-Espera- me detuvo Anastasia- voy contigo.
Dejamos a nuestras amigas con una bolsa de patatas fritas que sabíamos que habrían desaparecido cuando volviéramos. Encontramos a la señora en recepción como siempre, dijo que no había problema en usar la cocina mientras lo dejásemos todo recogido luego. La cocina era una muy normal, con sus fuegos para cocinar, un microondas y una nevera bastante grande. Metemos la tortilla al microondas y la pizza la metemos unos minutos al horno para calentarla bien.
-Tía- me llama Anastasia- ¿Crees que Marina está bien? - la pregunta me pilló desprevenida- Es que antes, cuando os habéis ido al pueblo, Marina se había quedado sola abajo y cuando he bajado no estaba, había salido dejando todo en la mesa pero cuando entró por la puerta me di cuenta de que había llorado, intenté hablar con ella pero no dijo nada, después se sentó y se puso con la Tablet hasta que habéis llegado vosotras, a lo mejor son cosas mías, pero es como si ocultase algo ¿no?
-En verdad yo también lo creo, se que puedo parecer un poco paranoica, pero ha estado rara todo el día, desde el punto que no respondió esta mañana ya algo me olía mal, ¿Has oído si ha hablado con Logan o algo? A lo mejor que han discutido.
-Puede ser, pero eso nos lo suele contar y si fuese algo más grave con respecto a el imagino que nos lo diría, yo creo que es algo de la universidad o de sus seguidores, no se a apartado de la Tablet y el móvil ni un segundo.
- ¿Malas críticas sobre algún video o que haya suspendido? Lo primero lo habríamos visto y de la universidad nunca se puso así por una mala nota...
-No sé, solo son ideas, ¿Crees que nos dirá algo si le preguntamos todas?
-Déjame a mí, a ver si me dice algo- Dejamos la conversación cuando oímos el timbre del horno.
Llegamos al comedor donde las chicas habían puesto una mesa para comer, no nos dio tiempo a dar un mordisco cuando llegó el conductor del tren seguido de una tripulante de cabina y el resto de pasajeros aquí atrapados.
-Buenas tardes, siento haber tardado, nos costó mucho ponernos en contacto con la central.
Se sentaron todos sin decir ni una palabra, esperando lo que nos dijese el señor.
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Pero...¿dónde estamos?
Mistero / ThrillerCuatro amigas, un viaje maravilloso y lleno de expectativas. Raquel va con sus mejores amigas con la idea de tener cuatro días de vacaciones con concierto incluido, con lo que no contaba es la avería del tren y un pueblo de lo más misterioso y aterr...