CAPITULO 28

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POV: Raquel

Tardamos bastante en llegar, todo nos asustaba o alertaba, no sabíamos cuanta gente de esas había por aquí, ni si los del pueblo estaban metidos en el ajo o no. Al llegar a la puerta principal Anastasia nos hizo frenar a todos mientras nos mandaba callar, señalo hacia la ventana de nuestra habitación, había luz, las tres nos miramos como esperando que alguna admitiese habérsela dejado encendida pero no fue así. Dimos la vuelta al edificio para entrar por la zona de cocina, Cris se aventuró primero, cuando comprobó que no había peligro nos dejo entrar, anduvimos agachados para que no nos viese nadie. Marina iba delante de mí, justo detrás de Cris y Anastasia iba al final sujetándome la mano como si temiese caer por un precipicio, aunque así nos sentíamos todas.

Llegamos hasta la puerta del comedor cuando tuvimos que frenar en seco, era la dueña.

-Pero, ¿Sera esta noche? - pregunto la mujer temerosa

-Si, esta noche se acabaran los problemas del pueblo Doña Sara, esta gente invertirá en este sitio después del ritual- ¿Invertir?

-Desde que se creo esa absurda leyenda nadie ha querido veranear aquí como antes, si con este sacrificio volvemos a tener gente habrá valido la pena. - Espera, ¿nos iban a matar por turismo? Cris se giró para mirarnos, debíamos de tener la misma cara las tres ya que el nos hizo un gesto de tranquilidad.

-Y no olvidemos el negocio de abrigos de piel, después del sacrificio soltaremos a los zorros, los cazaremos y venderemos las pieles- No seriamos las únicas en morir esa noche. Los oímos alejarse mientras seguían hablando de su esquizofrénico plan.

-Ya sabes, si las ves nos avisas, esas tres son escurridizas, la otra fue fácil engañarla y el chico... se intenta hacer el héroe y mira como acaba- Hablaban de Ema y Manu, seguro- tienes nuestro número- oímos como se cerraba la puerta y, tras unos pasos lentos hacia la parte de recepción todo se quedo en silencio.

Anastasia y yo nos miramos casi llorando, tenían a nuestros amigos y pretendían matarnos para vender sus putos abrigos y conseguir que venga turismo, todo era una puta farsa que nos iba a costar muy cara a nosotros. Cris nos saco del trance y nos indicó que subiésemos hasta la zona de habitaciones, corrimos detrás de el intentando oír todo lo que nos rodeaba y parando al más mínimo chirrido que hacia las escaleras viejas. Aun no sé cómo conseguimos llegar sin ser visto ni oídos, nuestra habitación estaba abierta de par en par, estaba todo revuelto, la ropa de las maletas estaba tirada por el suelo, las camas deshechas y nuestras cosas o tiradas o rotas, no sé por qué, pero me acerqué a mi maleta y empecé a guardar todo bien colocado, no podía ver las cosas así, no podíamos tener la habitación así, era de irresponsables, de desordenadas. Note una mano encima de la mía, era Anastasia.

-Raquel nena, ¿Qué haces? - su tono era suave, la mire a los ojos, pero note como Marina y Cris me miraban como si estuviese haciendo algo raro

-Recoger, no podemos tener la habitación así- Ella me sonrió y se sentó conmigo en la cama

-Vale, tienes razón pero que te parece si lo hacemos juntas después

-Pero, si alguien lo ve pensara mal de nosotras- me levante para colocar las cosas de Ema, esta chica siempre dejándolo todo por ahí. Oí la conversación que tuvieron como en tercer plano

- ¿Qué la pasa? - Pregunto Cris

-Es un mecanismo de defensa, esta situación le ha desbordado y está haciendo aquello que conoce y controla- Anastasia me estaba psicoanalizando, se que mi comportamiento no era el esperado ahora, pero me sentí bien haciéndolo

- ¿Y qué hacemos? - El chico sonaba sorprendido

-Nada, ella realmente nos esta escuchando y analizando, no es la primera vez que la pasa, cuando su cabeza se reordene volverá a la normalidad

Pero...¿dónde estamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora