CAPITULO 22

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POV: Raquel

No tenía muy claro hacia donde estaba yendo, solo sé que necesitaba salir de ahí, me plantee ir al bar, pero necesitaba tranquilidad y, viendo que eran ya las doce de la mañana, temía que hubiese gente tomando algo y no me dejasen hundirme en la miseria en paz. Se que podía sonar exagerada pero estaba harta, tenia tantas dudas en la cabeza sobre todo el mundo que no podía dejar de ver cosas raras por todos lados , sospechaba de todo el mundo e incluso de mi misma, me estaba volviendo loca y solo llevábamos cuatro días aquí, si no conseguíamos salir de aquí me tiraría al lago, al cual llegue sin darme cuenta, me quedé parada un momento mirando a mi alrededor , solo se escuchaba las pequeñas olas contra unas ramas hundidas, los pájaros moviendo las hojas y el viento silbando entre las ramas, no había nada más, era increíble como un sitio tan tranquilo podía llegar a ser tan horrible.

No sabría decir cuánto tiempo estuve ahí, solo mirando hasta que oí un fuerte estruendo en el bosque, me gire hacia el punto donde había oído eso, era el camino hacia el antiguo pueblo. Por un momento pensé que seria algo que hubiese cedido y chocado contra el suelo, pero mi intriga aumento cuando oí un motor, un motor de coche. La curiosidad me llamaba demasiado por lo que hice lo menos sensato, ir a ver que era.

Fui todo lo silenciosa que me permitían las hojas secas y las ramas de los árboles, cada vez oía mas cosas, eran murmullos, una parte de mi decía que era muy mala idea, pero no podía resistirme. Llegue hasta el punto donde antes estaba el cartel colgado y ahora estaba en el suelo tirado, lo cual me beneficiaba ya que me proporcionaba un buen escondite. Me sorprendí al ver tanta cantidad de coches pero no había tanta gente, no habría mas de dos personas por coche y solo vi diez de estos, pero de alta gama, estaba claro que eran gente con dinero, todos se saludaban alegres , como si fuesen viejos amigos, llevaban trajes y vestidos negros, parecían de luto pero con la animosidad que otorgaría el nacimiento de un ser querido, se quedaron a las puertas de un edificio, el edificio en el que vi a alguien el otro día, parece ser que no estoy tan loca al final, quería acercarme mas pero seria una insensatez, me verían seguro. Mientras pensaba en un plan para observar mejor oí otro motor detrás de mí, me hundí todo lo que pude en la maleza rezando para que no me hubiesen visto, empujaba el suelo contra mis manos como si así pudiese conseguir más espacio, sentía como se acercaba el vehículo, mi respiración era cada vez más acelerada y pasó, el coche paso como si yo no fuese mas que una piedra del campo, ni se detuvo ni ralentizo, en cuanto vi que estaba a varios metros volví a respirar con normalidad. Me asome cautelosa por detrás del cartel, todos los presentes cerraron la boca según aparco el ultimo coche, debía ser alguien importante.

De repente se abrió la puerta del conductor y salió un hombre con gafas de sol y trajeado, del asiento del copiloto bajo una mujer igual vestida, esta ultima se acerco a la puerta trasera y la abrió, lo primero que vi fue a un hombre, estaba de espaldas pero podía asegurar que era el triple que yo solo con ver la sombra que proyectaba, se giro hacia el interior del coche y metió el brazo como para coger algo del asiento de al lado, a su vez , la puerta contraria también se abrió y salió otro hombre, este tenia el pelo largo recogido en una coleta baja y llevaba un traje casi tan oscuro como la noche, cerro la puerta y se apresuro para ir al lado de su compañero, ambos tiraron de algo que había aun dentro... mejor dicho alguien, no podía creer lo que veía, estaban arrastrando a una chica, estaba maniatada, golpeada y en un nivel de desnutrición increíble, se retorcía ante el roce de esos hombres, todo el mundo miraba , nadie hacia nada hasta que uno de los invitados mas ancianos se acerco a ella, no sabia que esperar, pero mis ojos casi se salen de las cuencas cuando vi que se arrodillaba ante ella.

-Tu eres nuestra única esperanza- dijo el hombre mientras hacia reverencias a la muchacha, el resto no tardaron en hacer lo mismo, la chica los miraba con ojos de terror

-Ella es parte de la solución- Tanto la chica desconocida como yo miramos aterradas en la dirección de esa voz, un hombre y una mujer vestidos de gala y con unas mascaras de zorro salieron del edificio de la mano, como si ese fuese el momento mas solemne que iban a vivir- ¡Solo faltan unas horas para que de comienzo! Por favor, acompañadnos al interior hasta el momento- Vi como todos dejaban pasar a los hombres que sujetaban a la chica como si fuese una procesión y ella su mas importante santo. Todos entraron sin mediar palabra, estaban embelesados con la muchacha, la cual temí saber quien era. En pocos segundos me quede completamente sola, no se oía el más mínimo ruido salvo los pájaros moviendo las hojas y el viento silbando entre las ramas, me quede paralizada un rato, mi cabeza daba vueltas, no sabia que hacer, entrar ahí tipo superwoman no era opción, estaría muerta antes si quiera de abrir esa puerta, cobertura para llamar no tenia y aprender a conducir estaba en mis tareas pendientes así que huir con uno de los coches tampoco era factible, hice la única opción que tenía, con el mayor de los cuidados di marcha atrás hasta el lago, al punto de partida e instintivamente empecé a correr hacia el pueblo.

Pero...¿dónde estamos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora