☀️ Capítulo XIII 🌙

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Bésame, me encanta.

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Dejó las llaves en la mesa de la entrada, sus manos fueron directamente a su cabeza sobando su frente y sien. Había sido todo complicado, demasiado difícil. Y se aguantó las ganas de llorar en todo el camino, hasta ahora sólo deseaba ir a la cama y soltar todo.

Para sí mismo, solo, creía que estaba bien. Que necesitaba dormir un poco y esperar a que su alfa llegara.

Los pasillos parecieron largos, llegó a la cama y despojándose de sus zapatos se recostó permitiendo que la tristeza gobernara su cuerpo, que los temblores aparecieran y sin evitarlo su aroma se volviera agrio ante el momento.

Sus manos fueron a sus ojitos, mordió su labio y doblando sus piernas enterró de costado su cabeza en la almohada. No estaba bien, sentía una opresión en el pecho y su lobo estaba herido. Emocionalmente necesitaba ayuda.

– A-Alfa.. – puchereó, sus manos fueron al inicio de su pancita redonda.

Lo quería ahí con él, lo quería abrazándolo y susurrando lo lindo que era. Con su aroma enrollándolo y clamando con besitos en su nuca que todo estaría bien.

Como pudo estiró su manita a su maleta sacando el teléfono, y observó el número de su alfa, viendo que podía llamarlo, pero preguntándose si estaba bien molestarlo por sus berrinches.

– Seonwoo... – sorbió su nariz, no podía interrumpir al mayor en su trabajo. Sería grosero de su parte, tambien podría darle molestia al padre del mayor. – Lo necesito. Pero... Lo voy a esperar.

Apagando su teléfono, lo dejó en la mesita pequeña para arroparse y jalar más prendas a su alrededor sólo para protección. Sólo quería sentirse mejor y tenía miedo de lo que pudiera pasar si estaba solo por mucho tiempo.

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Respiró profundo, justo cuando el ruido de la puerta le hizo saber de la llegada del mayor, intentó levantarse, pero al verse envuelto de cosas no pudo. Esperó, y la puerta fue abierta, la mirada preocupada y enojada de Seonwoo fue lo primero que vio.

Se asustó, tal vez había tenido un mal día y no era bueno haber hecho un nido para que ambos se juntaran en busca de calor.

– ¿Quién fue el idiota que te lastimó?. – sus ojitos se abrieron de sorpresa.

– ¿Cómo sabes que...?

– No sé cómo, no me preguntes. Pero me puse inquieto en media junta y de pronto me sentí mal. Supe que algo malo pasaba contigo. ¿Estás bien?. – se agachó, sin apartar nada, sólo intentando entrar a su pequeño refugio, con permiso. – Ven... – se dejó recargar en el hombro del alfa, suspirando con un temblor y tomando sus manos entre las suyas.

– Fui con mis padres...

– Pero, ¿ellos no te maltrataron antes?.

Asintió, él sólo había intentado mejorar las cosas.

– Creí que habían pensado mejor todo, pero me equivoqué. Solamente mi papá omega me apoya, mi hermano sigue decepcionado de mí y mi padre alfa no puede entender que yo solo pude al inicio.

Se tranquilizó, contar lo que le había ocurrido de algún modo le hacía sentir mejor. Como si se quitara un peso de encima.

– Wonie, no debes estar triste. Le diste la oportunidad de pedir perdón y no la aprovechó. Él se pierde este momento.

– Lo sé, pero... Tenía ilusiones en verlo cuando mi bebé naciera. Él fue quien me cuidó, me enseñó a no rendirme. Y ahora, no está conmigo.

– Tal vez él no esté contigo. Pero yo no te dejaré solito. Yo te prometí cuidarte y lo cumpliré hasta mi último día.

Se pegó más al pecho del mayor, mientras doblaba sus rodillas y se dejaba hacer, consciente de cómo lo reclamaba con el aroma.

Consciente de lo poquito enamorado que estaba, o tal vez muy enamorado. Sin comprender cómo en poco tiempo había caído tan rápido por su alfa.

– Te quiero mucho, Jungwon. Me atrevo a decir que te amo. Pero voy a esperarte cada momento...

Sí, en definitiva también lo amaba. Sólo tenía miedo de decirlo. De que no le creyera al inicio, porque probablemente deseaba la marca más que todo.

Sólo estaba nervioso, ¿cómo pedírsela?. ¿Cómo decirle que deseaba volver a sentirse deseado... para que lo muerda y reclame?.

No sabía, por eso no podía. Al contrario, sólo dejó que Seonwoo besara sus mejillas y en un movimiento rápido sus labios, en una opresión leve.

Con ambos lobos alborotados y felices, porque sus personalidades humanas ya se amaban, con la misma y creciente intensidad que ellos.

– Lo siento. – se separó. – No te pregunté y...

Lo interrumpió soltando el agarre de sus manos y llevándolas alrededor del cuello del alfa para besarlo de nuevo. Pero de manera diferente, más salvaje y emocionada.

Moviendo sus labios, y dejándose dominar por el alfa que reaccionó de buena forma a su cariño. El mismo que llevó sus manos a su cadera mientras acariciaba y saboreaba sus labios esponjosos, con sus lenguas jugando y el calor en sus pechos.

– Seonwoo... – murmuró quedito. Le encantaba eso.

Jadeó al sentir su labio inferior ser apresado entre los dientes, chupando y provocando un cosquilleo en su boca.

– Amo tus labios. – volvió a besarlo. Para descender por su mandíbula.

Los besitos pequeños le gustaron. Besó su cuello y entre su hombro, el lugar en el que la marca debía estar.

– Aquí, tu aroma es más fuerte.

– ¿Me vas a marcar?.

– Ahora no. Quiero que sea en un buen momento. – y sí, entendió que ahora sólo quería hacerlo reír y sonreír.

– Igual yo... – se dejó querer, ahora estaba más contento. Se sentía más ligero y no tenía malestares.

Al menos por el momento.

(⁠*⁠˘⁠︶⁠˘⁠*⁠)⁠.⁠。⁠*⁠♡

Sólo duerme, te daré besitos mientras tú descansas.

DURODonde viven las historias. Descúbrelo ahora