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Eran aproximadamente las doce del mediodía y las Kim recién iban saliendo rumbo a VVJi Moda, la casa de modas más reconocida de Seúl.

Se suponía que debía estar ahí desde las nueve de la mañana, pero una vez más, SinB había hecho de las suyas y, por supuesto, Sowon tuvo que limpiar todo el desastre.

Tuvo que secar el agua del piso y meter la alfombra del pasillo a la secadora. Incluso había descubierto que la llave del agua estaba rota, seguramente la bebé regordeta se había colgado para abrirla y en el proceso se rompió. Tuvo que improvisar una especie de tapón para detener el agua, además de cambiar a SinB y casi obligarla a ponerse su elegante ropita, buscar a toda prisa las miniaturas dichosas calcetas de bunnys, para por fin poder salir del departamento.

Una vez en la empresa, Sowon se encaminó directamente a la guardería del edificio. En sus planes estaba dejar a SinB encargada con la chica de la estancia para dirigirse rápidamente a la sala de juntas y pasar el resto del día revisando las nuevas carpetas de diseños, todo estaba perfectamente planeado.

Los empleados miraban asombrados y curiosos a Sowon, era la primera vez que llevaba a su hija al trabajo y ver a SinB era como ver a una Sowon en miniatura, con sus ojitos rasgados y el ceñito fruncido mirando al frente con esa aura de tener siempre la razón. Por supuesto que ver a la sería Kim Sowon cargando un bolso para bebés con dibujos de gatitos, no era cosa de todos los días.

Llegaron al área infantil y Sowon beso las mejillas esponjositas de su bebé mientras le hablaba...

—Escucha cariñito, mamá debe ir a trabajar, tus papillas de manzana suben de precio cada día, así que te quedaras aquí algunas horas cielito.

SinB frunció más el ceño y saco su puñito de su boquita, y como si hubiera entendido a la perfección cada una de las palabras dichas por su madre, se sujetó fuertemente del saco negro que traía Sowon.

Chaeyoung, la chica que atendía la guardería, se acercó a ellas con una sonrisa.

—Buen día señora Kim. ¿Es su pequeña hija?

Sowon le devolvió el gesto tratando de parecer amable.

—Si, ella es SinB, mi bebé.

La chica sonrió en grande y tocó suavemente una de las manitas de SinB que seguían fuertemente aferradas a Sowon.

—Hola bebé bonita, ¿te quedarás aquí hoy?

SinB despego su frente del hombro de su madre e intercalo su vista entre el rostro de la chica y su manita regordeta siendo acariciada por la chica.

La bebé retiro sin delicadeza la mano de la chica, le mostró su lengüita, y le dio un suave empujón para alejarla de su madre, repitiendo varias veces "no, no".

Chaeyoung sonrió apenada y se alejó un paso de ambas castañas.

Sowon pidió disculpas por el repentino mal comportamiento de su bebé, alegando que era por no conocerla.

La castaña mayor le pasó el bolso a Chaeyoung para tratar de despegarse del pecho a SinB, pero parecía ser una tarea imposible. La bebé estaba aferrado a su ropa, tenía las manitas hechas puñitos sobre su saco y con sus piernitas trataba de rodear la cintura de su madre.

—¡No, mamá no!

Sowon sostuvo a su bebé por debajo de sus bracitos y la jalo con cuidado para separarla, pero SinB negaba y ponía más resistencia.

—¡Mamá, mamá!

Una, dos, tres veces el mismo proceso, acercarla para que aflojara el agarre y jalarla para desprender cuidadosamente, pero sin importar cuantas veces lo hubiera hecho ya, SinB se negaba rotundamente a soltar la ropa de su madre y, por el contrario, había empezado a gimotear amenazando con llorar.

—SinB ya basta, no puedo llevarte conmigo, entiende.

La nena levantó la vista hasta su madre para mirarla con una expresión tan triste y los ojitos brillosos por las lágrimas, que a Sowon le tembló la voz al hablar nuevamente.

—Volveré por ti amor, te lo prometo.

En una pequeña distracción por parte de la bebé Sowon logró separarla de ella y se la entregó a la chica que lo cuidaría, SinB se había aferrado tan fuerte que se había llevado en sus manitas algunos botones de la camisa que tenía puesta Sowon.

SinB comenzó a llorar fuertemente estirando sus manitas hacia su madre y llamándola con su voz entrecortada.

—¡M-mamá! ¡Ma-mi!

Sowon se sintió terriblemente mal, nunca antes había dejado a SinB a cargo de nadie que no fueran sus abuelos o Yuju, y se estaba sintiendo una mala madre, pero no podía tenerla todo el día con ella.

Así que, mordiendo su labio y con el corazón estrujado, se despidió de SinB dispuesta a terminar todo el trabajo lo más pronto posible y volver con su bolita de algodón.

Un par de horas más tarde, iba camino a la importante reunión que tendría, cuando Chaeyoung llego hasta ella casi corriendo con una SinB en brazos que soltaba risitas divertidas.

—¡Señora Kim! ¡Señora Kim!

La castaña miró a la chica con expresión de extrañeza, tenía el cabello alborotado, su vestido que había estado impecable hace algunas horas atrás ahora se encontró lleno de alguna sustancia verde y pegajosa, y el rostro de la chica gritaba desesperación y nerviosismo por todos lados.

Apenas logró ver a Sowon, corrió en su dirección alzando a la bebé hacia el frente.

—¿Qué pasa? ¿Por qué tanto alboroto?

—Lo lamento mucho señora, pero no puedo cuidar a su hija ni un segundo más, se la devuelvo, tómela por favor, se lo ruego.

Sowon frunció el ceño, pero extendió los brazos para tomar a su pequeña bolita de algodón adorable, SinB ni siquiera lo pensó y se abalanzó hasta su madre para que la sostuviera. Una vez estuvo en los brazos de su castaña madre se recostó en su hombro y comenzó a succionar su

diminuto pulgar mientras con su manita libre abrazaba al señor Neko.

—¿Por qué dices que no podrás cuidarla? Tengo una importante reunión ahora, no puedo llevarla.

—Esa bebé tiene algo mal, no puedo cuidarla, me está volviendo loca.

Sowon le dio una mirada severa y endureció su tono de voz.

—Te recuerdo que estás hablando de MI hija, y creo que sabes muy bien quien soy yo.

La chica bajó un momento la mirada, pero aun así contestó.

—No importa si va a despedirme, es mejor que volver a tratar con esa pequeña demonio y su compañera.

—Vete ahora mismo.

El tono de voz salió tan frío y lleno de coraje que la chica no lo dudo ni un momento y salió a toda prisa del lugar.

Una vez estuvo fuera de su visión le dedico una mirada a SinB, quien solo le sonrió mostró sus encías con rastros de próximos dientitos y restregó su regordeta mejilla en el pecho de Sowon soltando un suspiro.

SinB era una cosita adorable.

¿Qué cosa tan mala podría haber hecho para que la devolvieran tras dos cortas horas?





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Un tiempo con mamá │WonB/WonhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora