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—Muy bien Kim Sowon, respira profundamente y cálmate, sólo debes decirle tranquilamente a Eunha que tenemos la entrada denegada al supermercado, no es la gran cosa.

Sowon estaba mirando su reflejo en el espejo de la habitación mientras Eunha terminaba de arreglarse en el baño y SinB jugaba con sus peluches en la cama.

Algunos minutos atrás Eunha había descubierto que a su pequeña bebé le hacían falta pañales, así que irían al supermercado por ellos y aprovecharían el viaje para hacer las compras semanales, todo normal... si no fuese porque Sowon y SinB tenían la entrada prohibida al supermercado más cercano, y que por supuesto la pelicorta no supiera absolutamente nada al respecto de la nueva situación.

Así que Sowon estaba buscando una manera de decirle a su bonita esposa que tendrían que hacer un recorrido más largo de ahora en adelante.

Un pequeño grito emocionado de bebé se escuchó en la habitación cuando SinB fue sostenida en los brazos de Eunha mientras besaba sonoramente sus suaves y esponjositas mejillas.

—Cariño, estoy lista. ¿Nos vamos ahora?

La castaña mayor golpeó ligeramente su cabeza contra el espejo y asintió sin muchas ganas.

—¿Qué pasa Wonnie? ¿No quieres venir con nosotras?

Claro que no era eso...

Pero cómo decirle que literalmente el guardia de seguridad las había sacado a rastras después de fotografiar sus caras para pegarlas bajo sus nombres en la muy grande pared con muy llamativas letras en donde claramente se leía: "Prohibida la entrada a estas personas por ocasionar disturbios y daños al establecimiento", sin que se enfadara.

—Cariño, sé que estás agotada, pero, planeaba comprar para toda la semana y no podré sola con las bolsas, de verdad agradecería que me ayudaras.

Sowon se sentían un poco frustrada, podía decirle que fueran otro día, pero eventualmente no iba a poder seguir evitando ir con ella a hacer las compras, además de que haría sentir mal a Eunha pues siempre las hacían juntas en familia.

—No cielo, está bien, solo déjame ir por algo.

—De acuerdo, te veo en el auto.

Eunha salió de la habitación para tomar las llaves y dirigirse al auto, con una SinB en brazos que le succionaba su mejilla derecha como si fuera una galleta.

Kim busco entre sus cosas una gorra, unos lentes oscuros y un cubrebocas para ella y para SinB, una vez tuvo lo que creía necesario salió del departamento asegurando bien la puerta y bajo hasta el estacionamiento para encontrarse con sus dos amores en el auto riendo mientras se llenaban de besitos las mejillas.

Eunha la miró de arriba a abajo y frunció el ceño antes de hablar.

—Y ahora, ¿por qué estás vestido así Wonnie?

—¿Así cómo?

—Pues... Como si estuvieras disfrazada, o tratando de que no te reconozcan.

Y es que bueno, Sowon llevaba un largo abrigo largo de cuello alto, un cubrebocas, una gorra que ocultaba su cabello y sus ojos, además de unos lentes oscuros y guantes.

Al sentirse a punto de estar descubierta, solo atino a reír forzadamente mientras le ponía el cubrebocas más pequeño a SinB.

—Qué cosas raras dices amor, anda démonos prisa.

Eunha asintió no muy convencida y le quito la suave tela a SinB de su carita al verla un poco incómoda.

—No se lo quites cariño.

Un tiempo con mamá │WonB/WonhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora