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Sowon y SinB iban camino al supermercado, las papillas y principalmente la leche se habían agotado esa mañana y, como toda una nena necia, la pequeña SinB se rehusó a tomar y comer la papilla que necesita para llenar su pancita, ella solo quería su papilla de manzana, además de su leche de chocolate.

Debía hacerlo, debía exigir comer y tomar toda la papilla y la lechita que pudiera almacenar en su diminuto cuerpecito, pues la bebé sabía que en cuanto su mami Eunha regresara, no habría más lechita de chocolate para ella.

El lugar estaba relativamente cerca así que iban caminando, bueno sólo Sowon, esperaba que fuera buena opción, para eso de hacer ejercicio y estar saludable.

Pero la verdadera razón era que SinB había estado jugando con las llaves de su auto así que estaban perdidas en alguna parte del departamento, no tuvo más remedio que caminar hasta el supermercado.

La bebé regordeta iba soltando balbuceos mientras recargaba su cabecita en el hombro de su madre, estaba entretenida con el juguete especial para morder que llevaba en sus manitas hasta que se giró al frente y sus ojitos enfocaron una máquina repleta de luces coloridas y llamativas con una canción bastante curiosa y animada que la hizo aplaudir.

Sowon sonrió mirando a su bebé y pasaron lentamente al lado de la ruidosa máquina.

SinB abrió su boquita sorprendida, dejando caer el juguete, y estiro sus bracitos en dirección a la máquina.

—¡¡Mami!! ¡Mami, mami!

Sowon frunció el ceño, era obvio que su bebé no la estaba llamando a ella "mami", ese apelativo era exclusivamente para Eunha y el "mamá" era para referirse a ella.

¿Acaso Eunha estaba ahí?

La bebita seguía estirando sus bracitos intentando alcanzar algo que Sowon no lograba identificar. Con el ceño fruncido, dejó que su pequeña hija la guiará hasta donde insistía estaba su mami.

SinB soltó una risita adorable y se removió emocionada entre los brazos de Sowon una vez sus manitas pequeñitas tocaron el cristal de la máquina de peluches. Ahí dentro, revuelto con muchos más muñecos de felpa, había un bonito y morado peluche de un conejo. El curioso juguete tenía su ceño fruncido, algo que lo hacía ver adorable, con orejitas largas y una colita de algodón.

SinB se agitó dando palmaditas al cristal, como si con eso pudiera sacar al muñeco, sus ojitos se empezaron a llenar de lágrimas al ver que no podía tomarlo con sus manitas.

—¡Mamá! Mami —Sowon la miro un momento sin comprender del todo— Mami, mami.

La manita regordeta de SinB señalo directamente al conejito, fue entonces que Sowon logró comprender. SinB le estaba diciendo que el conejito se parecía a Eunha, y por ese motivo, su hija quería al peluche.

—Amor estas cosas sólo te roban el dinero, ¿no querías leche con chocolate?

—Mami.

—Te compraré otro zorrito, ¿te parece?

—¡Mamá! ¡Mami! —SinB le miro con sus ojitos llorosos y una expresión cargada de tristeza, Sowon sintió que su corazón se estrujaba, no podía ver a ninguno de sus dos amores llorar.

—De acuerdo, pero sólo un par de intentos, ¿ok?

Sowon busco en los bolsillos de su pantalón deportivo algunas monedas y las metió a la máquina, sería algo fácil... o eso quería pensar.

Media hora más tarde, Sowon seguía frente a la máquina de peluches cargando a SinB con uno de sus brazos y con la otra analizando la distancia entre el pato y el orificio para sacarlo. Había gastado todas sus monedas, incluso tuvo que cambiar algunos billetes en la tienda de conveniencia que estaba al frente, ella simplemente no podía irse y dejar al conejo ahí, no después de ver la carita llena de ilusión en SinB cada vez que el muñeco parecía que iba a salir.

Un tiempo con mamá │WonB/WonhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora