🦊 Un tiempo con mamá 🐰

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Al menos ir por la despensa semanal no había salido tan mal como pensaba.

No, en realidad había salido peor de lo que pensaba, pero ella era "Kim mala suerte Sowon", no pudo haber esperado algo diferente.

Desde que se había quedado sin auto en el estacionamiento del supermercado supo que ir a hacer las compras sería terrible.

Sowon se quitó los guantes y el gorro, los guardo en los bolsillos del grueso abrigo que al final no le había servido de nada y que la estaba sofocado al ser un día caluroso, pero no tenía en que guardarlo, así que tuvo que dejárselo puesto y sentirse como pollo al vapor por el resto del camino.

Salió del estacionamiento y fue directo a la parada del bus, debido a que el supermercado al que debía ir estaba lejos, no le quedaba otra opción, por desgracia ir entre tanta gente no le encantaba.

El resto del camino no fue tan malo, excepto por ese pequeño mocoso detrás de su asiento empeñado en tirar de sus cabellos como si fuesen ligas y por la mujer a su lado que dejaba caer la cabeza en su hombro cada cinco segundos.

Cuando al fin llegó a la parada del supermercado y bajo del autobús pudo respirar profundo y más calmada, se había estado conteniendo las ganas de no darle una palmada en la mano a ese chiquillo, no soportaba que la usaran como juguete, aunque bueno si se hubiese tratado de SinB probablemente ni se habría molestado, y es que su costalito con patas era la bebé más bonita del mundo, no podía siquiera pensar en negarle algo, ni a ella ni a Eunha, Sowon las amaba con todo su corazón y su alma.

Por eso debería pensar en cómo arreglar las cosas con su adorable esposa, quien seguramente seguía molesta con ella, quizás si le compraba una enorme caja de patas de pollo podría hacer que le bajara un poco el enojo.

Con la esperanza surgiendo en su interior nuevamente se adentró al supermercado y tomó el carrito más cercano que vio, aunque segundos después tuvo que disculparse y salir a buscar uno propio, pues había tomado el de una mujer mayor que la reprendió por no preguntar antes de tomar las cosas.

Carnes frías, pastas, leche, papillas, galletas, de eso e innumerables cosas más se había llenado el carrito de Sowon, lo que llevara necesitaba alcanzar para la semana completa, al menos la mayor parte, ya que siempre terminaban comprando más leche o papilla en alguna tienda cercana, porque SinB parecía una pequeña esponja absorbiendo toda la leche y papillas que encontraba a su paso. Doce cajas de leche y ocho paquetes de papilla con catorce sobres cada uno, no eran suficientes para la pequeña y mimada SinB-ah.

La castaña se detuvo a mitad de los pasillos, de uno en particular, se preguntaba si sería buena idea comprar más, esta vez se aseguraría de guardarlos bien aunque no sabía si Eunha querría usarlos pronto, esperaba que si porque últimamente se sintió falta de cariñito en algunas zonas delicadas, por no decir que extrañaba tocar a su antojo cada milímetro de la suave piel de su esposita mimada. Aparto los pensamientos sucios de su mente y, diciéndose a sí misma que era una genial idea y que siempre es mejor que sobre a que falte, se metió al pasillo de Farmacia para tomar dos cajas de preservativos.

Por supuesto que a las compras se sumaron muchas más cosas de las necesarias, como bolsas de papas fritas, algunos botes de helado, uno que otro paquete de golosinas, latas de gaseosas, a sus amores les encantaban las cosas dulces así que llevaba una gran dotación de azúcar, por supuesto que también pensó en ella y agregó al carrito varias paletas y golosinas picosas.

¿Estaría mimando mucho a Eunha y a SinB?

Sowon lo pensó por un momento al ver el carro rebosando de dulces, pero inmediatamente negó para sí misma, amaba a su pequeña familia y si podía cumplirles algunos caprichos lo haría y listo.

Un tiempo con mamá │WonB/WonhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora