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—Eso es SinB, ¡tú puedes cariño!

Sowon estaba tratando de contener la risa. Frente a ella su encontraba una pequeña SinB vestida aún con su pijama de conejitos, que luchaba con todas sus fuerzas para levantar una manta del suelo y llevarla al cuarto de lavado.

Era día de limpieza, pues Eunha llegaría a la mañana siguiente, y debía tener todo impecable por lo que le designó pequeñas tareas a su diminuta y regordeta bebé, quien ahora trataba por todos los medios posibles levantar la pesada tela afelpada, pero le resultaba imposible siquiera lograr moverla.

SinB había intentado llevarla con una mano, así como su madre había llevado dos de esas hasta la lavadora, pero no pudo moverla ni un poco. Trato de abrazarla y levantarla, pero no funcionó, por supuesto también hizo el intento de arrastrarla, pero terminó por caer sentada en el suelo, afortunadamente el pañal amortiguó su caída.

Frunció su ceñito y succionó fuertemente el chupete que tenía en la boquita antes de arrojarlo al suelo, dejando en claro cuan frustrada se encontraba.

—¿Qué pasa mi pequeña bolita con patas?

SinB elevó la mirada hasta su madre y se levantó del suelo para correr hasta ella y señalar la manta en el suelo mientras estiraba su pantalón para atraer la atención de Sowon.

—Mamá, mamá, ¡ve!

—¿Qué tiene bebé? ¿No sé deja llevar?

—No... —SinB gimoteo acercándose de nuevo a la tela y estirándola un poco para que su mamá pudiera verla— Ve ma, ve.

—¿Te está haciendo enfadar? —el ceñito fruncido de SinB le recalco lo obvio— Ay... Mi cosita esponjosita esta enfadada.

Sowon se acercó hasta donde estaba SinB y la animo a que jalara la manta de nuevo, disimuladamente y tratando de que su pequeña hija no lo notará, ella la iba empujando con su pie, de esa manera lo ayudó a llevarla hasta el cuarto de lavado y le beso las regordetas mejillas cuando SinB le presumió su gran logro. El resto de sabanas y demás ropa fue llevado también, todo debería estar listo y limpio, según Sowon, de esa manera obtendría una buena recompensa.

Una vez todo estuvo dentro de la lavadora Sowon agregó jabón y suavizante, estaba por encenderla cuando su teléfono que estaba en la habitación sonó, SinB se encontró a su lado jugando entretenida con sus conejitos y gatitos de goma, así que pensando en que podría ser Eunha, no le vio problema y salió rápido hasta la habitación principal para responder la llamada, sólo que olvidó el insignificante detalle de cerrar la redonda puerta de la lavadora.

Sowon estaba inclinada en la mesita de trabajo que tenía en su habitación, con el teléfono presionado entre su hombro y oreja mientras tecleaba algunas cosas en la computadora portátil.

Yerin le había hablado para pedirle los últimos detalles del diseño que debían entregar ese día y que Sowon se había olvidado de enviar, por suerte ya lo tenía hecho simplemente debía buscar entre un montón de carpetas con fotos de SinB y Eunha, porque ella se había olvidado ponerle algún nombre que pudiera reconocer fácilmente. Cuando por fin lo encontró, junto a otros vídeos de Eunha y ella en el muy vergonzoso nacimiento de SinB, un cuerpecito diminuto se estrelló en sus piernas.

SinB había llegado corriendo hasta ella, cubierta de espuma, y le miraba levantando su carita con evidente miedo y sorpresa.

En cuanto Sowon bajo la mirada hasta su hija quien se aferraba fuertemente a una de sus piernas, le colgó la llamada a Yerin diciéndole que ya le había enviado el documento.

—¿Qué pasa mi amor? ¿Por qué estas así?

SinB señaló con su manita la puerta que daba al pasillo mientras se metía entre las piernas de Sowon para tratar de ocultarse de algo.

Un tiempo con mamá │WonB/WonhaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora