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-crees que estará bien?- preguntó Draken a Mitsuya quien había madrugado para ir a la casa de su gemelo dragón y comprobar que inupi estuviera en condiciones para asistir al examen que tenían -anoche lloró mucho, lo escuché llorar en la madrugada también, tal vez debería tomarse unas vacaciones-

-estará bien, inupi es fuerte, tiene que tomar ese examen así que despiertalo por favor, lo llevaré a mi casa cuando salgamos de la universidad, no dejaré que se tope con kokonoi- el mayor asintió mientras sacudía al rubio quien despertó con los ojos hinchados y los sentimientos a flor de piel

-Mitsuya vino por ti, dijo que era importante-

-el examen, carajo no quiero volver a casa así-

-está bien, te traje ropa, cámbiate y vámonos -seishu agradeció al cielo por enviarle un ángel como Mitsuya, definitivamente lo merecía, después de tantas lágrimas, tantos pensamientos que terminaban destruyendo su autoestima, tantas comparaciones que lo hacían querer morirse, al fin había llegado su ángel guardian.

Seishu y Mitsuya se despidieron de Draken para luego tomar el autobús hasta la universidad, inui no podía manejar y Mitsuya no quería hacerlo, Ken se adentró en su casa nuevamente mientras escuchaba como unos pasos se arrastraban desde su habitación hasta la sala -Buenos días Mikey, aún es temprano, duerme un poco más - el menor se acercó y lo abrazó fuertemente, Ken lo abrazó de vuelta y cuando Mikey parecía estar dormido de pie lo cargó al estilo nupcial y lo regresó a su cama, lo atrajo hacia su cuerpo y besó sus rubios cabellos mientras escribía un rápido mensaje a Shinichiro.

El teléfono sonaba en la mesita de noche mientras el dueño dormía profundamente, no era para menos pues la noche anterior no había dormido nada, una delicada mano le arrojó una almohada al aparato que perturbaba su sueño y al instante su propio te...

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El teléfono sonaba en la mesita de noche mientras el dueño dormía profundamente, no era para menos pues la noche anterior no había dormido nada, una delicada mano le arrojó una almohada al aparato que perturbaba su sueño y al instante su propio teléfono sonó, haciendo que suspirara y empujara el pecho desnudo de su pareja -shin, alguien está llamando, contesta- el mayor no se levantó de su lugar y siguió intentando dormir, había silencio en la habitación hasta que el ruidoso aparato volvió a sonar -Shinichiro sano contesta el maldito teléfono que no me deja dormir!- el grito irritado de Wakasa hizo que Shinichiro estirara su mano con pereza hasta el extremo de la cama y tomara el teléfono.

-si?-

-Shinichiro? Acaso Wakasa y tú cambiaron de teléfono?

-Muy gracioso, qué quieres tan temprano?-

-haruchiyo está siendo dado de alta, creo que irá a tu casa y supongo que aún estás enredado en las sábanas con Wakasa - Shinichiro frunció el ceño y maldijo internamente al Haitani mayor, colgó la llamada y miro como Wakasa estaba tranquilamente durmiendo en su pecho, lo movió con cuidado y salió delicadamente de su interior, vio como su semilla se empezaba a derramar más tuvo que controlarse y caminar hasta la ducha, se bañó y buscó ropa limpia para empezar su día, recogió las sábanas sucias que estaban regadas en el suelo y limpió a su pareja con toallitas húmedas, se acercó a la habitación de Haruchiyo y la limpió un poco, preparó el desayuno para si mismo y para su pareja, cuando estaba por llevarlo a la habitación escuchó como Wakasa lo llamaba en un tono muy molesto.

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