..

104 12 1
                                    

-El cuerpo del pequeño es muy resistente ante la droga, podría traernos problemas- informó aquel que parecía ser doctor.

-Inyecta otra dosis- ordenó Paul, el cuerpo de Haruchiyo se encontraba tendido en aquella gran cama, Paul decidía que cantidad de dogra inyectar en el pequeño cuerpo -Debe estar listo para hoy- continuó, era el quinto día en que Paul y el doctor esperaban efectos secundarios en el cuerpo de Haruchiyo, sin embargo este solo dormía.

Era un gran día para Paul, aquel día exhibiría los efectos de aquella droga en la que tanto había trabajado, Haruchiyo era el sujeto de prueba.

Haruchiyo mostró resultados después de que la cuarta dosis haya sido inyectada en su cuerpo, sus pupilas estaban dilatadas, su cuerpo se encontraba caliente, su trasero escurría un líquido viscoso, parecido a un lubricante, de su boca se escapaban jadeos, más no podía controlar nada de lo que ocurría, era como si estuviera en celo.

-El niño está listo señor- informó aquel médico -Debería probarlo antes de llevar a cabo la exhibición- añadió.

-Claro que lo haré, y mi hermoso Haru será un buen niño - dijo mientras presionaba sus dedos en la entrada del menor, la cuál se expandía en busca de más presión.

-Aaah, más, por favor dame más- suspiros y jadeos eran expulsados de la boca de Haruchiyo, al parecer aquella droga se comparaba con un afrodisíaco.

-Bien pequeño Haru, veamos cuánto hemos avanzado- se abrió paso en el interior del menor, el cual soltó un gran gemido de placer, su interior se sentía lleno, algo dentro de él estaba siendo presionado con fuerza, movió sus caderas en busca de más contacto, quería más, su cuerpo pedía más, quería que Paul aumentara la fuerza de sus embestidas, deseaba que este lo aprisionara contra la cama y que rompiera su culo, más sus palabras no salían de su boca, solo grandes gemidos y finos hilos de saliva.

-Sé lo que estás pensando Haru, enseguida te daré más- su mente se nubló y aquella escena se desvaneció, más sin embargo aún sentía las duras embestidas de Paul.

                                    ....._⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_⁠_.....

-Es un gusto reunirme con ustedes en esta noche tan maravillosa, quiero que aprecien el nuevo producto que he diseñado, se trata de una sustancia llamada 'mizuiro'
Los detalles del producto se encuentran en el folleto que se les repartió, sin más preámbulos, se proyectará una pequeña demostración de la efectividad y eficacia que ejerce el producto en un sujeto de prueba.

En aquel gran salón se proyectaba un vídeo de Haruchiyo, el cual tenía sus ojos vendados, se retorcía del placer, sus jadeos hicieron que a muchos en aquella sala les despertara el interés y algo más, Haruchiyo movía sus caderas en busca del miembro de Paul, sin embargo lo que introdujeron en su interior era un dildo de plástico, el juguete entraba y salía del interior de Haruchiyo, definitivamente Takeomi estaba haciendo un buen trabajo, el juguete fue retirado del agujero del menor, los espectadores apreciaron la enrojecida y dilatada entrada de Haruchiyo, las cámaras enfocaban el cuerpo de Haruchiyo en diferentes ángulos. Al sentir un vacío en su interior, Haruchiyo rogaba para que este sea llenado de nuevo, sin embargo, Paul tenía otras intenciones, claro que llenaría el interior de Haruchiyo, más no sería por juguetes o su miembro.

Paul indicó que los invitados fueran guiados hacia aquella habitación donde se encontraba Haruchiyo, dejaría que comprueben los efectos de la droga.

Haruchiyo trataba de pensar con claridad, más no podía hacerlo, sus pensamientos se encontraban desordenados, sentía la necesidad de tener a Paul dentro de él, su vientre se sentía caliente, al igual que todo su cuerpo, notó que un par de manos lo sujetaban de los costados y gimió ante aquel contacto, su piel se encontraba sensible, el más mínimo rose le ocasionaba una reacción inesperada, sus piernas fueron abiertas, más no notó que no eran las manos de Paul, alguien le susurró algo al oído, aquellas palabras se clavaron en su mente como dagas, era la voz de Paul.

-La noche será larga Haru, disfruta tu comida- después de decir aquello quitó la venda que cubría los ojos de Haruchiyo, solo para que observara como la habitación se encontraba llena de hombres desconocidos, la primera embestida fue dada, un hombre completamente desconocido estaba sobre él, la sonrisa de Paul se quedó en su mente, quería rogarle que lo ayudara, más sus palabras no salían, con su mirada buscaba a Takeomi, este iba de camino a la puerta de aquella habitación, lo abandonó allí dentro, otra vez. -este afrodisíaco causa un sin fin de efectos secundarios ente ellos............- su conciencia se nubló, observaba los labios de Paul, estaba diciendo algo, más no pudo escucharlo.

-Qué te ocurre Takeomi, acaso tú conciencia no te deja en paz?- habló Paul a un intranquilo Takeomi -desde un principio te informé mis planes con Haruchiyo y estuviste de acuerdo, o es que acaso estás enojado porque aún no has podido probarlo- le encantaba llevar a Takeomi al límite, sabía que este quería follarse a Haruchiyo, más su conciencia era más fuerte que su deseo.

-Ten, guardé uno para ti-le entregó uno de aquellos folletos -guardalo muy bien, lo necesitarás- ordenó -Cuando nuestros invitados se vayan podrás usar a Haruchiyo, asegúrate de disfrutarlo, no importa que él no lo haga- indicó Paul a Takeomi -Puede seguir visitando a sus amigos, sin embargo, ya sabes que le pasará si no cuida lo que dice, el siempre debe volver a mí, no importa que no quiera, lo traerás arrastrando si es necesario, ahora retiraré- ordenó, su obsesión por Haruchiyo era enfermiza.


Destino Incierto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora