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-Ken-chin~ más despacio, aah- gemidos ahogados eran liberados de la boca del capitán de la Tokio manji mientras su amado novio succionaba sus pezones -u-ugh Ken-chin, por favor- quien diría que el invencible Mikey estaría usando las 'palabras mágicas' debido al enorme placer que sentía, se encontraba sentado encima de la entrepierna de su novio, sintiendo como este simulaba embestidas por encima de la ropa, quería más, deseaba que su amado Ken-chin se enterrara muy profundo en su interior, pero se desconcertó al sentir como el mayor abandonaba sus pezones y se levantaba del suelo, dejándolo a él con muchas ganas de ser penetrado.

-Mikey, se supone que íbamos a hablar de Haruchiyo, no a coger- la voz de Draken era firme, su mirada estaba seria, realmente le preocupaba el tema del Akashi.

-No quiero hablar de él, arruinas el momento Ken-chin-

-No sé a que le tienes miedo Mikey, solo dime porque razón lo tratas así!- le gritó, el rubio menor no era alguien tan sensible como Haruchiyo, pero aún así, tenía sentimientos y le había dolido que el mayor le gritara por culpa de pelirosa.

- NO TE INTERESA! Si tanto te preocupa entonces ve a consolarlo, tal vez con él si quieras tener sexo!- explotó el menor, su rabia acumulada estaba siendo desquitada con su novio, no odia a Haruchiyo, al contrario, lo quiere mucho pero el de cabellos rosados parece no confiar lo suficiente como para contarle sus problemas desde que eran niños- Haruchiyo es una zorra, siempre quiere llamar la atención de todos, quiere robarme a Shinichiro y también a mi novio - su voz empezaba a quebrarse, no quería decir eso, no pensaba que Haruchiyo fuera tal cosa, pero tenía miedo de que Shinichiro y Draken dejaran de quererlo por prestarle más atención al pelirosa -no entiendo porque no confía en mí, Ken-chin- Draken se acercó al menor y lo rodeó con sus brazos, Mikey no era mala persona, solo tenía miedo al abandono, tenía miedo de ser dejado de lado por quienes más amaba - Ken-chin, soy mala persona? Es por eso que no confía en mí? Tú confías en mí?- el menor se estaba derrumbando frente sus ojos, no debía permitir eso, no le diría a Mikey lo que pensaba pues no quería hacerlo sentir mal.

-No eres mala persona Mikey, si lo fueras entonces haría cualquier cosa para que cambies, yo confío en ti Mikey, sé que no odias a Haruchiyo, sé que estás asustado, pero por favor no vuelvas a pensar que te voy a abandonar, mucho menos por Haruchiyo, yo te amo solo a ti- besó los labios del rubio cenizo con amor, con dulzura y delicadeza, haría que la inseguridad de Mikey se esfumara.
- Shinichiro es buena persona, tiene un gran corazón y es por eso que ayuda a Haruchiyo, no pienses que te dejará de querer- se sentó en la cama con Mikey en brazos, los sollozos del menor hacían doler su corazón, se quedó con él aún cuando se durmió.

- Shinichiro es buena persona, tiene un gran corazón y es por eso que ayuda a Haruchiyo, no pienses que te dejará de querer- se sentó en la cama con Mikey en brazos, los sollozos del menor hacían doler su corazón, se quedó con él aún cuando se durmió

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Shinichiro llegó a casa y se acercó a la habitación de Mikey, tocó la puerta pero nadie respondió, supuso que estaría durmiendo así que avanzó hasta la habitación que ahora era de Haruchiyo.

-Haru? Estás ahí? Voy a entrar- Haruchiyo estaba dormido, Shinichiro se acercó al menor y besó su frente, notando de inmediato la fiebre que tenía, no era sorpresa pues, era uno de los días en los que Haruchiyo tenía su 'celo', salió de la habitación y buscó los calmantes en la suya, estaba seguro de haber guardado algunos, más no encontró ninguno, maldijo internamente, era tarde así que las farmacias estarían cerradas, llevó paños húmedos y los puso en la frente del menor, este soltaba pequeños susurros o jadeos, Shinichiro se apresuró y salió de la habitación, puso seguro a la puerta y se alejó de allí, dejaría que Haruchiyo atendiera su cuerpo y cuando se sintiera mejor lo abrazaría.

Destino Incierto Donde viven las historias. Descúbrelo ahora