Holii, bienvenid@s tod@s, gracias por leer, no olviden dar una estrellita:)
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-¿Bueno?- conteste la llamada que interrumpió mi sueño, ¿por que llaman a las 2 de la mañana?
-Voy para tu casa amor, ve saliendo- dijo Natanael al otro lado de la línea, supongo iba saliendo de su concierto -ya te extraño chiquita-.
-¿Que?- dije, tenia semanas sin verlo y sentía algo de nervios recorrer mi cuerpo, esperaba verlo mañana, no ahora, y mucho menos en pijama con el cabello revuelto.
-Ya estoy aquí he, apúrale- me levante rápido a ponerme mis pantuflas lo más rápido que pude, haciéndome una cola de caballo para intentar acomodar mi cabello, al mismo tiempo acomodando mi pijama.
-Ya voy, cállate- dije llena de emoción colgando después de escuchar su risa, corriendo hacía la ventana de mi cuarto, donde pude ver dos camionetas negras detrás de su Corvette.
Al salir al patio pude ver como se bajaba del lado del conductor, con una sonrisa de oreja a oreja, caminando hasta recargarse sobre el lado del copiloto con los brazos estirados.
Corrí a abrazarlo, cruzando mis brazos por su cintura mientras él cruzaba los suyos sobre mis hombros, sintiendo como me apretaba contra su pecho -Te extrañé mucho chiquita- dijo mientras me daba un beso en la cabeza.
-Me hubieras avisado para peinarme- dije con una sonrisa, viendo como soltaba una carcajada.
-Vámonos a mi casa- dijo para después deshacer el abrazo, abriendo la puerta del copiloto para que yo entre.
-Estás loco- dije volviendo a cerrarla, volviendo a abrazarlo, ahora yo poniendo mis brazos sobre sus hombros, sintiendo sus manos frías sobre mi cintura -Karla está adentro durmiendo, no me voy a ir sin avisar-.
-Me da envidia que tu mejor amiga duerma contigo y yo no, pero me encanta como eres de preocupona- dijo sonriendo -Y que arrugues la nariz como viejita- dijo ahora con cara de burla, rápidamente relaje los músculos de mi cara, pellizcándole el brazo por lo que dijo.
-Ya vas a empezar de llevado- dije para después recibir un beso en la punta de mi nariz-
-Quiero que mis hijos tengan tu carita- soltó de la nada haciendo que mi estomago se revuelva de alegría.
-Yo quiero una casa en Florida y no la tengo- dije intentando ocultar mi emoción.
-La casa te la compro mañana- dijo guiñándome -Y los hijos te los hago esta noche- Dijo con su sonrisa de lado como él Chihuahuita.
