¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Estaba en un partido con mi novio, y sin mentir ni siquiera se que equipos jugaban, realmente no me gusta este deporte. Solo me hizo ponerme una camisa morada y le hice caso, pues ver como se emocionaba cuando le dije que si quería acompañarlo no tenía precio.
-¿Y por que no meten gol?- dije mientras me pasaba su cerveza.
-Pues por que la defensa les regresa el balón a delantero- dijo riéndose de mí pregunta.
-¿Y tanto les cuesta aventar el balón a la portería?- dije, sentía desesperación, casi 40 minutos que empezó el partido y nadie metía goles. Oscar solo se reía de mi sin prestarme mucha atención por estar concentrado en el campo.
Y así paso todo el partido, yo preguntando cada duda que me surgía, y él riéndose de mi.
{•••}
Al llegar a casa caí rendida en el sillón -¿Viste como te veían?- dijo acostándose sobre mi, poniendo su cabeza en mi pecho.
-¿Quienes?- dije mientras prendía la tele.
-Pues los jugadores- dijo. Automáticamente se a que se refería, pues entramos a los vestidores, ya que Oscar y su equipo fueron a conocerlos, mientras yo preferí esperarlo en una esquina, no quería interrumpir su momento, y en ocasiones se acercaban a saludarme, lógicamente era por educación, pero al ver a Óscar pude ver como los mataba con la simple mirada cuando se acercaban a mi.
-Nada más me saludaron Oscar- dije viéndolo.
-Te vieron las nalgas- dijo frunciendo el seño haciéndome reír -Y no uno, todos- dijo abrazándome con fuerza.
-Pues que esperabas de los fifes- dije ahora haciendo que él se ría -Aparte soy tuya- dije acariciando su cara.
-Que bueno que me lo dices- dijo levantándose para quitarse los zapatos, poniéndose más cómodo.
Comenzó a besarme en cuanto se acosto, rápidamente bajando sus besos a mi cuello. Solté un suspiro cuando sentí que tomo mis caderas, levantándolas haciendo que haya fricción entre nuestras intimidades. Cuando bajo mi pantalón comenzó a besar sobre mi ropa interior, haciéndome estremecer un poco, hasta que comenzó a mover sus dedos sobre mi clitoris.
-Me encanta que estes así de mojadita- dijo. Yo ya no podía aguantar más, así que me levante, viendo como me veía confundió mientras se sentaba en el sillón, yo solo le sonreí, dentándome encima de él, comencé a sacar su intimidad del bóxer, viendo como seguía sonriendo. Y después de mover mi mano sobre su intimidad un momento la acomode en mi entrada, teniendo totalmente el control, hasta que Oscar comenzó a mover sus caderas, haciendo que vayamos más rápido.
Mientras Netflix preguntaba si seguíamos viendo yo estaba teniendo de las mejores noches de mi vida, pues ver a Oscar sumiso ante mi me ponía mal. Ver como soltaba pequeñas respiraciones al lado de mi oreja me hacía temblar.
-Ya- dije casi en un grito cuando me corrí, viendo a Oscar sacar su intimidad de mi para correrse sobre mi vientre.
-Ojalá no se haya quedado ninguno adentro- dijo abrazándome, yo solo reí ante sus tonterías.