Estaba llegando a la casa de mi novio, después de un viaje en avión. Después de recogerme en el aeropuerto fuimos a comer con su equipo, yo estaba verdaderamente cansada, solo quería llegar a casa a dormir.
Me acerqué a su oreja, ya que estaba sentado a mi lado -¿Podemos irnos? Tengo mucho sueño- dije recargándome en su hombro.
-Vámonos pues mami- dijo dejando un beso en mi cabeza, levantándose para ayudarme a levantarme después.
Al llegar a casa tome una ducha relajante, ahora estaba en la cama acostada, pero la luz de la pantalla de Natanael no me dejaba dormir, había estado jugando desde que llegamos -Hey- dije tocando su hombro.
-¿Que pasó?- dijo volteando a verme con una sonrisa.
-Vamos a dormir- dije poniendo mis manos en sus hombros.
-Mañana jugamos weyes, ya me voy a dormir- dijo riéndose, se escuchaban las burlas de sus amigos aun que tuviera los audífonos puestos -Si si, cállense a la verga- dijo para después apagar la computadora.
Se levanto de la silla y me abrazo por la cintura, comenzando a dejar besos al rededor de mi cara -Tengo sueño- dije poniendo mis manos en sus hombros para alejarlo.
-Te ayudo a dormir mejor- dijo ahora poniendo sus manos en mis glúteos, apretándolos levemente. Comenzó a caminar a la cama, moviéndome con él -Levanta la cabeza mami- dijo para después poner una almohada en mi cabeza.
Después de acomodarme cómodamente se acercó a mi, dejando besos húmedos en mis labios, cortos pero repetidos -Te amo- dije enredando mis piernas en su cintura, escuchándolo soltar una risita.
-Yo también chiquita- dijo tocando mis pechos.
{•••} 𝐏𝐞𝐫𝐬𝐩𝐞𝐜𝐭𝐢𝐯𝐚 𝐝𝐞 𝐍𝐚𝐭𝐚𝐧𝐚𝐞𝐥.
Estaba sobre mi novia, ahora ella estaba boca abajo, tenía mis manos sobre las suyas, que apretaban las sábanas, comencé a hacerlo un poco más rápido cuando sentí que sus paredes se contraían.
Al sentirla venir y escuchar el gemido ahogado que soltó, me hizo terminar segundos después, acostándome a su lado.-Gracias- dijo abrazándome.
-¿Por?- dije pegándola a mi.
-¿Debe de haber un "por"?- dijo viéndome raro.
-Si- dije riéndome, ya que nunca lo decía tan seguido.
-Pues te vas a dormir esperando ese "por"- dijo volteándose, quedándose dormida haciéndome reír.