-¿Que estás haciendo?- dijo mi esposo mientras entraba el cuarto.
-Doblando la ropa de tu hija- dije sonriendo, recientemente habíamos tenido una hermosa bebé.
-Yo pienso que es buena idea darle un hermanito- dijo sentándose a mi lado en la cama.
-Apenas tiene cuatro meses Joel- dije riéndome.
-Pues si, pero nosotros tenemos dos semanas que ni tiempo de darnos un beso tenemos- dijo haciéndose el sufrido, que dramático es.
-Ay Joel- dije sintiendo como daba besos sobre mi hombro-.
-La bebé está dormida- dijo continuando con lo suyo. No pude resistirme y deje que continuara, pronto sentí como bajo sus manos a mi cadera, sintiendo como rozaba su erección en mi. Me encantaba ver como me deseaba tanto como yo a él.
Solté un pequeño suspiro cuando sentí que sacaba su miembro de su pijama, pasándolo sobre la piel de mis muslos. Rápidamente sentí como comenzaba a rozarla con mis glúteos lentamente. Después comenzó a bajar sus besos por mi espalda, ya que al tenerme sobre mis rodillas y mis codos, hacía más fácil el trabajo.
Al llegar a mi intimidad comenzó a dejar besos, tocando mi clítoris con sus dedos, pasando su lengua entre mis pliegues.
-Joel- gemí al sentir que su lengua entraba en mi. Eso pareció motivarlo más, ya que metió dos de sus dedos, haciéndome sentir demasiado placer cuando comenzó a moverlos con rapidez. Pronto sentí como metió su miembro en mi intimidad, de una sola penetrada, no espero mucho para comenzar a moverse.
Rápidamente sentí como mi vientre sentía cosquillas, tenía tiempo sin sentirlo dentro de mi, que realmente lo extrañaba. Comenzó a acelerar sus movimientos, haciendo que mis gemidos sean más ruidosos. Yo solo me dediqué a apretar las sábanas mientras él tenía sus dedos encajados en mi cadera, haciendo que cada estocada fuera más profunda, si es que se podía.
Después de sentir un orgasmo, me acoste sobre mi espalda, haciendo que Joel siga encima de mi. Volvió a penetrarme, pero ahora sin esperar a que me acostumbre, comenzó a hacerlo con rapidez, buscando su orgasmo.
Poco tiempo después sentí que termino dentro de mi, haciéndolo sonreír.
-Creo que nuestra princesa si tendrá un hermanito- dijo sonriendo, dejando un beso corto sobre mis labios, quedándonos dormidos.
