-¿Bueno?- conteste la llamada que entró a mi celular.
-Ya llegue por ti- dijo Kevin al otro lado de la línea.
-Ya voy- dije despidiéndome de mis amigas.
-Hola amor- dije en cuanto abrí la puerta de atrás de la camioneta para subirme, saludando a su chofer con una sonrisa.
-Hola- dijo, lo sentí algo serio, preferí no contestar -¿Como te fue hoy en tenis?- dijo al ver que lo ignoré.
-Bien, igual que siempre- dije sin recibir respuesta.
Todo el camino él iba con su celular, y yo solo miraba por la ventana -Disculpe- dije llamando la atención del chofer -¿Me puede llevar a mi casa?- dije mientras él asentía, ganándome la mirada de Kevin, ahora yo usaba mi celular sin voltearlo a ver.-No, mejor llévanos a mi casa, mi mamá preparo de comer- dijo mientras me lanzaba una mirada matadora, casi amenazante, para que yo guarde silencio.
-Bien- dijo el chofer.
Al llegar a su casa baje primero que él, sin esperarlo, dirigiéndome a la cocina esperando ver a su mamá, pero no estaba, así que camine al comedor que estaba conectado a la sala, tampoco estaba ahí.
-¿Y tú mamá?- dije cuando se paró a un lado de mi.
-No está- dijo tomándome de la mano llevándome a la cocina -Siéntate- me dijo poniendo un banco de la barra a mi lado -¿Quien es este?- dijo poniendo una imagen en su celular, donde estábamos mi entrenador y yo, por el ángulo parecía que estábamos muy cerca, ya que estaba de espaldas.
-Mi entrenador- dije volteándolo a ver -Espera, ¿Quien te la mando?- dije viendo que claramente estaba en una conversación.
-Eso es lo de menos- dijo apagando su celular.
-Claro que no- dije sin recibir respuesta -Dímelo- volví a decir, ya que claramente se veía que era dentro del campo, pero no cerca de mi.
-¿Tú crees que no voy a tener a nadie cuidándote? -dijo enojado, haciendo que se su mandíbula se marque un poco más de lo normal -Parece que no sabes como son todos esos morros- dijo sentándose frente a mi.
-¿Que? ¿Estas enfermo? ¿Por que tienes gente cuidándome?- No tuve respuesta -Te estoy hablando- dije mientras se levantaba para comenzar a subir las escaleras, dirigiéndose a su cuarto.
Me levante del banco y comencé a seguirlo, jalándolo del brazo -¿Por que me dejas hablando sola?- dije poniéndome en el mismo escalón que él, rápidamente se agacho poniéndome sobre su hombro, subiendo las escaleras que faltaban, llegando a su cuarto.
-Shhh- dijo mientras cerraba la puerta escuchándome renegar -Me da coraje pensar que ese pendejo te vio en esa faldita- dijo mientras me tomaba por la cintura.
-¿Sabias que tengo derechos y te puedo demandar por acosad...- dije siendo interrumpida por un beso corto.
-Bien que te gusta cuando te doy infierno- dijo tocando mis pechos.
Comenzamos a besarnos, el poniendo sus manos sobre mis caderas, dirigiéndome lentamente a su cama, sentándose en la esquina, haciéndome sentar sobre él.
Comenzó a tocarme sobre mi ropa interior, metiendo uno de sus dedos, haciéndome gemir un poco, al meter otro de sus dedos comenzó a moverlos más rápido, mientras yo bajaba su bóxer para comenzar a masturbarlo, y así continuamos, logrando terminar, para después de unos momentos escuchar que sus papás habían llegado.
𝐇𝐨𝐥𝐚𝐚𝐚, 𝐚𝐧𝐝𝐨 𝐞𝐬𝐜𝐫𝐢𝐛𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐮𝐧𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨𝐬 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐢𝐫𝐬𝐞𝐥𝐨𝐬 𝐬𝐮𝐛𝐢𝐞𝐧𝐝𝐨 𝐦𝐢𝐞𝐧𝐭𝐫𝐚𝐬 𝐡𝐚𝐠𝐨 𝐥𝐨𝐬 𝐜𝐚𝐩𝐢𝐭𝐮𝐥𝐨𝐬 𝐝𝐞 𝐥𝐚𝐬 𝐡𝐢𝐬𝐭𝐨𝐫𝐢𝐚𝐬 𝐝𝐞 𝐍𝐚𝐭𝐚 𝐲 𝐉𝐮𝐧𝐢𝐨𝐫, 𝐩𝐚𝐫𝐚 𝐪𝐮𝐞 𝐧𝐨 𝐬𝐞 𝐚𝐛𝐮𝐫𝐫𝐚𝐧 𝐬𝐢 𝐧𝐨 𝐚𝐜𝐭𝐮𝐚𝐥𝐢𝐳𝐨.
𝐈𝐧𝐭𝐞𝐧𝐭𝐚𝐫𝐞 𝐡𝐚𝐜𝐞𝐫𝐥𝐨 𝐝𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨. 𝐁𝐚𝐢𝐢𝐢